Por Luis Enrique Tuz
CHETUMAL, 10 de mayo.- El sacerdote de la parroquia San José Obrero y San Patricio de Irlanda, Patrick Corrigan Cummins, LC, en la celebración del Día de la Madre, realizó un reconocimiento a las madres que lo dan todo, hasta el alma, por aquellas que en humildes sacrificios se entregan y siguen dando su vida entera hasta morir.
Oremos por sus lágrimas y besos, por sus cálidos abrazos que transforman el dolor, la angustia, la duda y el rencor.
Oremos por las madres que, a imagen del Dios Eterno, nos enseñan a amar y a compartir; por las veces que han alimentado nuestros sueños y nos han colmado de esperanzas, de alegría, de paz y de consuelos.
En su mensaje pidió orar por las madres, porque en ellas hemos visto un mil razones para seguir viviendo. Oremos por las madres que trabajan dentro y fuera del hogar, por las que luchan para darnos una vida mejor y un mejor porvenir.
Oremos para que en sus luchas y trabajos encuentren santidad y gozo. Bendice Señor sus manos, sus mentes, sus cuerpos y todos sus esfuerzos, dijo.
Oremos por las madres solteras, por las que no han encontrado la gracia de un buen compañero o las que ya lo han entregado ante los brazos del Padre Eterno.
Por las que luchan solas y que no cuentan con el apoyo para proveerles a sus hijos el pan o un mejor sustento. Oremos por las madres que ya han muerto, las que recordamos con ternura, las que nos contaron tantos cuentos, las que dejaron sus sonrisas marcadas en nuestros pensamientos.
Oremos por las que murieron enfermas y por las que hoy siguen luchando ante el dolor y el sufrimiento.