Con las lluvias y vientos que se hacen presentes en la Isla, las costas padecen más por el avance de la erosión, y en el Estero Pargo, se nota la afectación en la arena y los árboles de manglar que se han caído, siendo arrancados desde la raíz, una zona afectada que ya no es viable para bañistas y que va perdiendo su vegetación tanto por la mano del hombre, como por las corrientes, por lo que es necesario un rescate y saneamiento de la zona.
La lente de POR ESTO! captó el avance del mar, que incrementa la erosión costera, que se acrecienta cuando llegan los temporales al municipio, que en estos momentos, está pronosticado durante una semana más, aunado a esto, se aprecian los manglares caídos, por la arena lavada, mismos que ya no impiden el avance marino.
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en Carmen, la Isla del Carmen cuenta con un promedio de 5 mil hectáreas de mangle dentro de lol cuales, un aproximado de 2 mil 800 necesitan ser restauradas, esto debido a diversos factores en los que destacan la tala, la contaminación y las erosiones.
Asimismo, dentro del Área Natural Protegida de la Laguna de Términos (ANPLT), existen 120 mil hectáreas de manglar y más de 20 mil hectáreas en otras comunidades del municipio que en conjunto suman aproximadamente 150 mil hectáreas, lo que representa el 70 por ciento de las 197 mil 620 hectáreas de manglar que hay en Campeche, esto según la información de la Conanp hasta el año pasado.
En ese tenor, sólo en la Isla existen 5 mil hectáreas de manglar, de las cuales 2 mil 800 han sido dañadas por las actividades del ser humano y deben restaurarse, por la importancia que representan para el ecosistema local, ya que previenen la entrada total de los cueros de agua al territorio habitado y protegen de los desastres naturales.
Por otra parte, estas zonas se encuentran sumamente contaminadas, ya que siguen siendo utilizados como basureros clandestinos por las personas, que aprovechan la falta de vigilancia para tirar sus aparatos eléctricos y electrodomésticos, así como plásticos, metales, telas, entre otros, y lo que propicia un daño en las raíces del mangle, que poco a poco se quiebra o se impide su sano crecimiento.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Agustín Ferrer)