Por Luis Enrique Cauich
IGNACIO ZARAGOZA, LÁZARO CÁRDENAS, 5 de mayo.- Hasta la fecha, las empresas de crédito han acatado la orden de la alcaldía de Ignacio Zaragoza de no acudir a la localidad para cobrarle a sus clientes los créditos que hayan tramitado, debido a que muchos perdieron sus empleos por la pandemia del COVID-19, y aun cuando quieran pagar, no tienen las posibilidades, expresó el alcalde Roberto Ken Ciau.
Recordó que desde hace más de un mes, emitió un comunicado en el que se prohibía a los trabajadores de las financieras, llegar a cobrar a los domicilios de los habitantes de esta alcaldía, sentenciándolos a que se les aplicaría una sanción ejemplar a quien hostigue a los deudores.
Y aunque lo tacharon de loco en esos momentos, dijo, que a la fecha ningún cobratorio ha llegado a presionar a los deudores a que paguen sus préstamos, puesto que en estos momentos es prácticamente imposible, no hay trabajo y no hay recursos económicos, las familias están sobreviviendo con lo que pueden y con la esperanza de que esta pesadilla pase pronto.
En la alcaldía existe una empresa de créditos, pero también en la cabecera municipal hay otras a donde los habitantes de Ignacio Zaragoza acudieron a finales del año pasado o principios de este, para sacar créditos, tratando de sobrevivir a la cuesta de enero sin imaginarse que esta pandemia llegaría para hacerles perder sus empleos y tener que buscar cómo sacar a flote a la familia, con trabajos del campo.
El alcalde Roberto Ken Ciau, le apostó a la buena voluntad de las empresas de crédito a que pongan en pausa todas las deudas y se reanuden cuando la pandemia acabe, porque no es por falta de pago o que los habitantes se nieguen a pagar, hay la intención, lamentablemente con esta situación no hay los empleos, no pueden salir a las calles porque se arriesgan.
Dijo desconocer cuantos habitantes tienen deuda con alguna empresa de crédito, pero el oficio que el realizo pidiendo a estas empresas a que eviten llegar a cobrar, lo hizo con la intención de ayudar a los habitantes por la situación que se está viviendo y evitando que por desesperación por no poder pagar y el acoso del cobratario, pueda surgir otro inconveniente que pudiera ser de consecuencias lamentables.