Por Víctor Rodríguez
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 8 de junio.- Tras la apertura gradual de la actividad comercial no esencial, en un promedio del 30 por ciento de su capacidad, de acuerdo al semáforo epidemiológico estatal por COVID-19, a partir de este lunes alrededor de 250 establecimientos del primer cuadro de la ciudad abrieron servicio con medidas sanitarias para proteger a los empleados y clientes.
El representante de los comerciantes de la avenida Juárez y centro de la ciudad, Álvaro Solís Haje, manifestó que de los 350 negocios registrados en la zona sólo abrieron actividades alrededor de 250, algunos de ellos de manera parcial, mientras que otra parte acudió a la limpieza general del negocio para reanudar de manera gradual.
Indicó que aquellos que abrieron este lunes lo hicieron en un 30 por ciento de su capacidad y con las medidas de sanidad requeridas por las autoridades sanitarias con el uso del gel antibacterial, cubrebocas obligatorio para los empleados y clientes, así como la señalización de entrada y salida del establecimiento.
Aclaró que de los cien restantes, una gran parte operó con la emergencia sanitaria por ser comercios esenciales y los restantes lo harán de manera gradual en los siguientes días, cumpliendo con todas las disposiciones sanitarias.
Consideró como acertada la decisión del gobernador decretar el semáforo naranja para la zona norte del estado, ya que se requiere activar la economía y devolver los trabajos de miles de personas en el destino turístico, lo cual implica abrir los comercios no esenciales en un 30 por ciento de su capacidad.
Indicó que durante los dos meses de la cuarentena para los comercios obligados a cerrar por no ser esenciales o tener bajos ingresos se tuvo pérdidas económicas incalculables, así que con el paso de los días, dentro de la “Nueva Normalidad” se hará balance general.
El representante de los comerciantes de la avenida Juárez y la zona centro acotó que los pequeños negocios en el corazón turístico de la Riviera Maya contribuyen a generar el 60 por ciento de los empleos formales, además del pago de impuestos, servicios y rentas, que son indispensables en la cadena productiva local.
Finalmente, el trabajador de una tienda de ropa, Andrés Hernández, dijo que ya era necesario abrir aunque sea al 30 por ciento de capacidad y con nuevas medidas sanitarias porque fueron cerca de tres meses sin ingresos, afectando a la economía familiar, así que la confianza está depositada en el consumo local.