La deteriorada imagen de Playa del Carmen afecta la economía de los habitantes al depender del turismo, señalaron ciudadanos, quienes exigieron al Gobierno municipal invertir los impuestos en mejoras para ofrecer servicios de calidad y que se garantice la seguridad pública.
“La ciudad está descuidada, por donde caminas hay problemas, empezando con los recalones de sargazo sobre los litorales. Playa del Carmen se ha posicionado en diversos mercados del extranjero por sus playas, sol y mar, y los visitantes llegan a este destino por las payas, pero no tener arenales causan decepción y de paso nuestras calles se encuentran en mal estado”, opinó Javier López Santoyo, ciudadano.
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Indicó que otro problema que golpea a la economía es el alto grado de violencia. “Los vacacionistas no se sienten seguros al entrar a un restaurante para cenar o tomar algunas bebidas. El impacto de la violencia ha afectado drásticamente, aunque las autoridades ven contraria la escena”, dijo.
Consideró que Playa del Carmen necesita una reingeniería que muestre un cambio real que inspire confianza en los visitantes.
Margarita Pool Noh, residente, comentó que antes había más confianza de salir a la Quinta Avenida por un café o beber algo en algún centro nocturno, pero actualmente, no lo hace por la inseguridad. “Esta imagen daña a la economía. El problema es que no sólo afecta al sector turístico, sino a toda la población. Además de la violencia, el sargazo es otro factor”, comentó,
Subrayó que la imagen urbana necesita de forma urgente una cirugía, ya que debe mostrar confianza y seguridad a los visitantes. “Dice un dicho, ‘Como te ven te tratan’, y el turismo al ver este rostro demacrado de la ciudad desde ahí son indicios de inseguridad”, agregó.
Destacó que el destino turístico está cayendo pero el Gobierno municipal no se da cuenta o no quiere ver la realidad. Sin embargo, en sus discursos habla de promocionar a Playa del Carme en ferias de turismo en el extranjero, cuando debería invertir los impuestos en la seguridad, mejores vialidades, señalización, playas libres de sargazo y una policía turística eficiente para proteger la ciudad.
Walter Sánchez Aguilar, habitante, resaltó que la ciudad está muy dañada, el turismo no sólo camina por la Quinta Avenida, sino en todo el destino y se percata del estado en que se encuentra la imagen urbana.