Yucatán

¡Buenos días abuelo…!

Un canto premiado en los Juegos Florales de Durango

Carlos Duarte Moreno

Buenos días, abuelo, modelador insomne,

artífice sin pausas, cristalino gigante,

oyendo de mi sangre las infinitas voces

vengo a la fiesta laica y astral de tus natales,

adulta la conciencia, definitivo el molde,

templados los anhelos y la ternura fácil.

¡No conoces mi nombre ni mis sueños conoces,

pero yo te conozco por todo lo que haces!

Carezco de la gloria de luchar con tu signo,

ya que al crecer mi vida distante de tu fuente,

en los patrios paisajes busqué cercano sitio

y al fulgor de otra fuente diafanicé mi ahínco,

abroquelé mis armas y alquitaré mi aceite.

¡Pero aquí estoy, devoto, diciendo tu laudanza,

de gratitud, los ojos al viento humedecidos,

saludando tus palmas de cien años de gracia

que no sé cómo puedes caber dentro de un siglo!

¡Que venga a verte don Ginés Vázquez del Mercado,

de modo que su antiguo doliente desencanto

de hallar dormida en hierro su codiciada plata,

se cure contemplando tu nacional milagro

de manejar el barro de las generaciones,

logrando que a ese barro

puedan salirle alas,

brotarle sueños magnos

y aparecerle soles!

Con voluntad creciente concibió Tolomeo

que un faro coronase la sien de Alejandría,

y a cal, ensueño y piedra, el faro fue creciendo

igual que una esperanza, lo mismo que una espiga.

¡México es el rotundo Tolomeo entusiasta

que sueña y alza faros para horadar las noches

y asegurar que arriben en paz sus argonautas!

¡Pero tu, más humano, más virtual, más acorde,

más en misión solemne y heroica consonancia,

a México entendiendo, como si fueses hombre,

al amparo apacible y austero de una casa

naciste por ti solo diafanizando el norte!

¡No hay sitio, no hay anhelo,

no hay fúlgida cosecha,

ni glorioso destino,

ni temblor de bandera

en los patrios paisajes,

donde no esté latiendo la frente de tus hijos

con su esfuerzo, su amor y sus verdades!

Maravillosamente tan saturada y grácil

por tu enseñanza púgil está nuestra extensión,

que hasta en los más remotos caminos culturales,

venciendo desamores, tiniebla y densidades

se escucha el eco vivo y amable de tu voz,

igual que se perciben los ecos del oleaje

entre las resonancias que tiene el caracol.

¡Clarificas la historia, desentrañas los mitos,

hierro y carbón conviertes en oro y en diamantes,

y demuestras al mundo perplejo y descreído,

que a la piedra más seca le brotan manantiales

si la doma y la pule la fuerza del espíritu!

¿Qué recompensa puede compararse a este nimbo

que sosegadamente circunda tu grandeza?

Puerto afortunado

No es afortunado, sino lo que tiene nuestro puerto es porque lo necesita Yucatán para prosperar.- La gente que viene de paseo de los demás pueblos del Estado y los comentarios públicos sobre las obras portuarias afirma que Progreso ha sido afortunado en los pocos años que lleva el existir.

La realidad es no porque se encuentra cerca de la capital y además su apertura en un punto estratégico, sino fue por el empeño de su fundador don Juan Miguel Castro Martín de buscarle solución al rápido embarque para la comercialización de sus productos.

Una comunicación por mar con el resto de la República y el extranjero con el propósito de buscarle a nuestro Estado la prosperidad económica, por lo lejos que estaba del resto del país.

Y otra realidad es que lo que tiene hoy nuestro puerto no significa un gran avance sino que lo que se ve es lo que carece Progreso, ya que necesita mucho más, no es para este lugar una fortuna sino, como ya dijimos, lo que se ve es parte de las necesidades de nuestro Estado para prosperar como se caracteriza en la actualidad, como un pueblo culto y trabajador con un mayor avance respecto a muchos Estados de la República.

Difícil vivir con tranquilidad

Mucho lo ofrecido para un cambio completo.- No sorprende lo ofrecido por los candidatos que ya tomaron posesión y que en unos cuantos días más cerrará el año con nuevo gobierno, porque el panorama en el país está tan viciado que ya era muy difícil vivir con tranquilidad y con los proyectos de las nuevas administraciones, aunque no dejan de seguir lo nuevo que se quiere implantar y por lo tanto hay que esperar para experimentar el cambio que se quiere para una vida mejor del mexicano.

Desde luego los proyectos que se han dado a conocer y se siguen desenterrando otros para el nuevo México, hay que esperar el estreno total de los nuevos mandatarios para ver la realidad de todo lo que han prometido los que van a tener los mandos, para dar al pueblo las pruebas de la cobertura de tantas necesidades tan dolorosas y agotadoras de lo que se debe disfrutar, teniendo México todavía grandes recursos, aunque en las políticas anteriores mucho se ha desgajado el árbol de las riquezas que teníamos para todos, pero que se lo han estado distribuyendo, la mayoría de los que el mismo pueblo está sacando por destruir la economía de nuestro país, que debía tener para todos en mucho tiempo.

Honor a su café

Con el café de su tierra chiapaneca nuestra secretaria hace la magia engatusar.- Nuestra secretaria Amelia Ventura, oriunda de Tapachula, Chiapas, se ha ganado el lugar como secretaria de esta columna de POR ESTO! con la magia que pone en práctica es darles a probar a todo el mundo el café especial que le mandan sus familiares. Amelia, incluso, sabe cómo hacerle propaganda a su tierra, por lo que con ese dichoso cafecito no sólo gana amistades sino hace que se conozca mejor a su tierra.

Ustedes no tienen ni ojo clínico, ni buen estómago

Del libro Cráter Porteño.- Un día hablamos de las noches inolvidables que pasaban los chavos relatando cuentos en el parque de la Independencia en los años de adolescencia del que esto escribe, que ya casi se pierden entre las nubes del tiempo.

Esforzando un poco la memoria, en esos años casi toda la muchachada que vivía en los alrededores del parque se reunían para contar cuentos muy sabrosos, entre ellos Emilio Lucero, excelente amigo, que acababa de rendir la jornada de la vida en Los Angeles, California.

Uno de los muchachos que aspiraba a estudiar para médico, como ya estaba recabando datos sobre su futura profesión, extrajo de su memoria un relato muy jocoso.

Señaló que estaban unos alumnos en la facultad en una clase con el maestro Dieguito, quien con el bisturí cortaba el cuerpo de un difunto para ir mostrando los órganos.

“Atención -les dijo- para ser un buen médico, hay que tener dos cosas básicas: ojo clínico y buen estómago. Vean como corto y luego pruebo con el dedo porque esto hay que hacerlo forzosamente”. Los alumnos torcieron la nariz de repugnancia. Y casi daban las espaldas a esa clase tan repugnante.

“Tú, Pedro” -dijo el maestro dirigiéndose a uno de ellos-, empieza la prueba”. El muchacho por poco devuelve el hígado. “Ahora, tú, Juan, haz lo mismo”.

El joven tomó el bisturí, abrió, metió el dedo y lo chupó. El resultado fue que el estómago se le subió a la garganta.

Llegó Pepe, un tercero, a hacer lo mismo y no pudo ni acercar el cuchillito porque le vino un mareo tan terrible que fue necesario acostarlo en una de las camas del hospital.

El maestro les dijo: “No tienen ni ojo clínico ni estómago, no se fijaron que yo metí este dedo y chupé este otro.

Para andar derecho

¡Piensa positivamente! Nuestros pensamientos emiten vibraciones que emanan del cerebro, y forman una atmósfera mental peculiar a cada persona.

Según la clase de vibración del pensamiento, atraemos hacia nosotros todas las ondas semejantes.

Si piensas positivamente vas a atraer sólo pensamientos positivos de paz y prosperidad.

¡Mantén una actitud de triunfo!

Si ves a alguien abatido y triste, pierdes la confianza, porque ves que camina hacia una derrota segura.

¡No des nunca esta imagen de ti! Camina con la cabeza levantada, seguro y sonriente, e inspirarás confianza.

Irradia energía y entusiasmo hasta en los movimientos de tu cuerpo.

¿Colesterol? ¡Ja, ja, ja!

Del libro Cráter Porteño.- Si en otros tiempos se le hubiese dicho a una persona que el colesterol o triglicéridos matan, nadie hubiese seguido comprando su carnita con mucha grasa y huesos de tuétano para el puchero.

Y en el caso del frijol con puerco hoy se pide: “por favor, quítele toda la lonja que pueda; deme la pura carne”.

Como nadie sabía lo que podía meterse en las venas, a la hora de comprar un taco de cochinita decía: “no olvide ponerle su pellejito, hígado, orejita, lengüita, etcétera”.

“De preferencia, seño, mucha grasita y la tortilla revolcada en su caldo”.

Eso era en el almuerzo, porque en el desayuno se disfrutaba éste con mucha mantequilla y queso, y si ese día el vecino o algún amigo había matado su cochinito, le pedían: “mándame medio kilo de chicharrón con mucho puyul y medio de morcilla, con su mantequita. Para el almuerzo, quiero un kilo de lomitos con hígado, riñón, corazón y pajarilla”.

Qué iba a creer esa gente que todo eso puede hacer un daño terrible. Y todavía centenares de mujeres que van al mercado piden: “Quiero medio kilo de puerco pero con mucha grasa”, o “con mi carne, póngame una buena ración de huesos sustanciosos”.

A la hora del almuerzo, medio mundo pide al que sirve la comida, “que mi bistec tenga mucho jugo” o “sírvame dos pares de huevos con un buen trozo de tocineta encima”.

A nadie le preocupaba nada lo que comía. Hoy para la ciencia médica todo contiene colesterol, esa sustancia que se impregna en los vasos sanguíneos y que de repente hace que le dé a usted un “patatús”.

Humorismo Porteño

Servicio de Aeropuerto.- Un hombre, en el mostrador de una aerolínea, está despachando su equipaje.

—Quiero que me manden la valija verde a Nueva York —le explica-. Estas dos más pequeñas a la Ciudad de México. Los bolsos deportivos y el equipo de golf mándelos a Río de Janeiro… Ah, y el baúl a París.

-Discúlpame, pero eso no es posible, señor.

—¿Cómo que no? ¡Si ya lo hicieron la última vez que viajé, y encima sin mi permiso, desgraciado!

Búsqueda innecesaria

Un turista corre desesperado hacia un policía en el centro de una gran ciudad.

—Agente, hace poco llegué a esta ciudad y acabo de perder a mi esposa. ¿Me ayudaría a buscarla?

—Señor, dígame sus datos.

—Es bajita, algo flaca y de cara no es muy bonita tiene las piernas chuecas y usa unos lentes de mucho aumento. Además, tiene el pelo hecho un desastre y se viste muy mal.

—Seré curioso. ¿Por qué la busca?

Las anécdotas también divierten

Sin pique.- Un turista va de visita a unos lagos. Saca su caña de pescar y se acerca a la orilla en donde hay un lugareño tomando sol.

—Dígame, señor, ¿se puede pescar aquí?

—No, no se puede.

-¿Usted dice que sería delito sacar peces en este lugar?

-Delito, no, sería milagro.

Tragedia.- Dos pasajeros viajaban en un avión sobre el océano. Uno de ellos mira hacia abajo y comenta.

-¿Te imaginas si este avión se cae en medio del océano? ¿Te imaginas qué podríamos hacer si quedamos flotando rodeados de tiburones y no tenemos para defendernos ni un cuchillo ni nada? Tú, ¿qué harías?

-Algo fácil: dejaría de imaginarme eso.

(R.F.B.)