Félix Agustín Alpuche Sosa y Delfín Quezada Domínguez
Los días 31 de octubre 1 y 2 de noviembre se celebra en Yucatán el “Hanal Pixán”, fechas en la que se conmemora a aquellos que se han adelantado en el camino en búsqueda de la luz eterna. Días que recordamos a nuestros seres queridos ya fallecidos tanto en el estado de Yucatán como en todo México en general, y en muchos países de América Latina. En Yucatán, el concepto “Hanal Pixán” proviene de los vocablos mayas Janal que significa comida y Pixán que quiere decir ánima. En pocas palabras, “Hanal Pixán” quiere decir comida o alimento de las ánimas.
En las comunidades mayas, los días arriba anotados son especiales dedicados a todos los difuntos, se realizan actividades para la convivencia con los familiares y amigos que se encuentran con nosotros en otro estado de la vida, el espiritual. La mayoría de las familias ofrecen flores, bebidas, comidas, chocolate, pan, elotes, cerveza, y aguardiente entre otras muchas cosas. Todo esto se da a los difuntos como un recordatorio de lo que cada uno de ellos hizo en vida, así mismo como una forma de agradecer lo sembrado en esta vida. Este ritual se realiza en la casa de la persona o en el cementerio por los mismos familiares.
En nuestras comunidades en Yucatán, hablar de los muertos es algo natural, no temible, y se hace con mucha reverencia, ellos están presentes siempre en ocasiones de fiesta y de dolor; Cuando hay fiesta, a los muertos se les sirve su licor y alguna comida en algún lugar altar que se tenga; cuando hay dolor se les pide perdón y su ayuda para aliviar las penas. Cuando sucede alguna desgracia en la familia, rápidamente se revive la situación y se acude a ellos para solventar lo sucedido.
En muchas ocasiones, cuando nos comunicamos con nuestros muertos lo podemos hacer por medio de los sueños y su interpretación se da en casi todas las culturas, no específicamente para una sola. En el caso nuestro, nuestros abuelos los mayas lograron desarrollar a plenitud la habilidad de comunicarse con los antepasados a través de los sueños. Esta forma de comunicación se da cotidianamente. A través de los sueños los muertos nos anuncian las alegrías, las penas, los problemas; ellos anticipan las cosas, los anuncios positivos o negativos que ellos presentan depende de la buena relación y del servicio que se les ha dado.
Las frases o contexto que en la actualidad utilizamos para afirmar que alguien de nuestra familia o de nuestro círculo pasó a la otra vida a descasar o continuar con otra función, en otro normalmente se escuchan estas frases ¡se nos han adelantado las seños…ya las alcanzaremos...! -¡Se fue la señora tal, ya iremos a acompañarla…! Son expresiones que se escuchan comúnmente cuando despedimos a nuestros seres queridos. Estas expresiones nos vuelven a recordar que existe un lugar adonde todos llegaremos, un lugar donde todos tenemos que pasar para continuar con nuestra vida espiritual.
El “Hanal Pixán” tiene sus orígenes en la cultura maya-yucateca, por lo menos en el concepto lingüístico, los cuales realizaban esta festividad para honrar a sus difuntos. Actualmente, como señalamos, la tradición consta de tres días claves: el 31 de octubre se dedica a los niños, el 1º de noviembre a los adultos y el día 2 a los Santos Difuntos a “Todos los Santos”. La fiesta gira en torno a un altar que se coloca para honrar a los fallecidos. Consta de una mesa de tres niveles; cada nivel simboliza los tres niveles del mundo para los mayas (supra-mundo, mundo e inframundo). Se deben utilizar velas blancas o de colores, dependiendo si el altar es para adultos o para niños. En la mesa se colocan fotos del o de los difuntos, comida tradicional (tamales, el tradicional mucbilpollo, tortillas) y algunos elementos que representan a quien se le dedica el altar (gustos, vicios, etcétera).
Hoy en día, el “Hanal Pixán” es una tradición viva, pues no sólo se lleva a cabo por los pobladores de los municipios en el interior de Yucatán (donde se comienza la preparación a mediados de octubre) sino también en las diferentes colonias de la capital yucateca. Esta festividad es representada por las muestras de altares en múltiples espacios desde las escuelas, públicas y privadas, las dependencias de gobierno, hasta en espacios públicos como Plaza Grande y el edificio central de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Por esto, el “Hanal Pixán” es una gran atracción turística para visitantes nacionales y extranjeros.
El Día de Muertos está cada vez más cerca y, como buenos yucatecos, tenemos la difícil e importante tarea de preservar nuestras tradiciones. Para que esta festividad de tradición maya-yucateca nunca se pierda es recomendable tomarse el tiempo necesario para dar una vuelta en las muestras de altares del edificio central de la Universidad Autónoma de Yucatán, al de la Plaza Grande, y, sobre todo, poner el altar doméstico con la familia; comer el tradicional “pib”, beber una jícara de atole, y sin olvidar que lo principal es recordar a esas personas que no están con nosotros pero que nos acompañarán siempre. De esta manera, el “Hanal Pixán” se mantendrá vivo en Yucatán y en México entero durante este siglo XXI, rescatando la historia viva del pueblo maya y su historia.