Yucatán

Atribuir, imputar

Por I.M. Ortuno

La voz latina “tribuire”, en su sentido primitivo, designa “partir”, hacer muchas partes de una cosa, distribuirlas entre muchos. De aquí viene “atribuere”: atribuir, dar, apropiar, aplicar a...

“Atribución”, es la asignación de sueldos y salarios, prerrogativas, etc. y “atributa” es la propiedad de distinguir a un objeto. De la voz latina “putare”, que significa originalmente “poder”, “limpiar”, “mondar”, y por traslación poner en limpio, liquidar una cuenta, calcular, examinar, pensar...

De allí se dice viene “imputar”, que significa calcular, incluir una suma en otra, o deducirla. Como sinónimo de “atribuir”, opone una operación, complicada a una operación simple, como que ofrece la idea de un cómputo, de cálculo de combinación, por medio de combinaciones y con responsabilidad.

Estas dos voces expresan la acción de poner una coa a cargo de alguien, atribuírselo, es cargársela como cosa propia suya, como obra suya, inmediata, por un juicio, por una simple aserción. Imputársela, es cargársela, aplicándole el mérito de ella.

Se imputa por lo regular el mérito de las cosas que se atribuye. “Atribuir”, se toma indiferentemente en buena o mala parte, pero “imputar” se toma, por lo regular en mala parte.

Se atribuye una acción mala, así como una buena, una virtud y un vicio, pero antes se imputan las acciones malas que las buenas, antes un delito que una virtud, la razón y el uso universal fundado en ella, prueban lo contrario, “atribuir” se usa en el sentido físico, lo mismo que en lo moral, y se atribuye una acción a una persona, así como el flujo y reflujo del mar a la acción combinada del sol y de la luna.

Imputar, apenas tiene uso en el sentido moral y por lo común “no imputamos” sino a las personas o seres personificados, o a las cosas animadas. Bien que es verdad que no se puede hacer de esta observancia relativa al uso actual, una regla absoluta y exclusiva.

Tren, equipaje

El tren se refiere a la comitiva, y el equipaje al servicio, se dice un gran tren y un numeroso equipaje. Sólo a las grandes naciones corresponde tener trenes modernos y lujosos y de soberbio equipaje.

Nosotros, gracias a don Manuel Andrés, nuestro querido Presidente, tendremos nuestro tren maya, para felicidad de la Península Yucateca y de todos los mexicanos.

Por hoy es todo. Saludos.