La Dirección Regional de Aeropuertos del Sureste impartió ayer en la terminal de esta ciudad un taller de atención a emergencias por huracanes, dirigido a los miembros de la comunidad aeroportuaria, que trabajan los 365 días de año para mantener las operaciones y servicios de la terminal aérea.
El director de Aeropuertos Regionales de Asur, Héctor Navarrete Muñoz, exhortó a los presentes a “revisar los procedimientos de emergencia ante huracanes, porque todos deben estar listos para reaccionar y activar protocolos y así reducir el impacto de los ciclones en los aeropuertos, ya que son la vía de llegada de ayuda humanitaria. Los aeropuertos deben estar listos y contar con planes vigentes para saber actuar, antes y después del paso de un huracán, dijo.
El taller, que es avalado por el Centro Internacional para la Formación de Autoridades y Líderes (CIFAL Mérida) de Naciones Unidas, fue impartido a 76 integrantes de la comunidad aeroportuaria, entre los que destacan autoridades civiles, controladores de tráfico, despachadores, agentes de rampa, aerolíneas, prestadores de servicios en tierra, servicios comerciales y complementarios entre otros.
Manual de Huracanes
Por su parte, el administrador del aeropuerto de Mérida, Oscar Carrillo Maldonado, presentó el Manual de Huracanes de la terminal yucateca. Luis Cortazar Vivas, comandante del Cuerpo de Rescates y Extinción de Incendios, habló sobre el programa del Centro de Información Meteorológica para Aeropuertos (CIMA); Rafael Arenas Alatriste lo hizo sobre el procedimiento del Centro de Operaciones de la Emergencia, en tanto que el “Plan de cuidado a empleados y sus familias” estuvo a cargo de la gerente de FBO, Ana Cristina Muñoz Bello.
Navarrete Muñoz destacó que lo primero que deben hacer los que trabajan en la terminal aérea es proteger sus hogares y dejar a su familia en buen resguardo, para que puedan irse a trabajar sin preocupaciones, abrir bien los ojos y ver qué es lo que puede pasar, porque su labor va más allá de su trabajo en el aeropuerto. Debemos prepararnos como si el huracán pasara sobre nosotros, porque estaremos entrenados para afrontar ese fenómeno, toda vez que los errores cuestan y cuestan mucho; por eso debemos saber con claridad cómo debemos responder, dónde empieza o dónde termina nuestra responsabilidad. Esperamos no tener que poner en marcha el protocolo, pero de ser necesario confío en que lo harán bien, concluyó.
(Víctor Lara Martínez)