Eliseo Martín Burgos
El profesor y político Carlos Hank González se hizo famoso cuando dijo: “un político pobre es un pobre político”. Pero en realidad, Hank sólo robó la frase, porque de acuerdo a viejos políticos priístas, fue el licenciado Carlos Alberto Madrazo Becerra el que en un momento de ira se lamentó: “un político sin dinero vale una chingada”. Hank, entonces escudero del maestro lo escuchó y pasado el tiempo, éste pasó a las filas de su paisano Isidro Favela, fundador del grupo Atlacomulco y gobernador del Estado de México, a quien oyó decir: “un político pobre es un pobre político”, ya sin la palabra altisonante entonces, su ambición y su arribismo lo hizo apoderarse de ella como justificante de su desmedida corrupción; el pontífice de la corrupción.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca