Yucatán

Exhortan a todos los sacerdotes a vivir santamente

El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, celebró ayer la Misa Crismal, en la que bendijo los óleos de los enfermos y de los catecúmenos, consagró junto con los demás integrantes del clero el Santo Crisma y presidió la renovación de las promesas sacerdotales ante una Catedral llena de fieles.

En ese marco solemne y acompañado por el Arzobispo Emérito, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, y el Obispo Auxiliar, Pedro Mena Díaz, don Gustavo dijo al inicio de su homilía que esa acción litúrgica extiende su gracia como río de agua viva desde la Catedral a toda la Arquidiócesis.

Y agregó:

-Por eso el Santo Crisma, y los otros dos santos óleos, llévenlos después con alegría y recuerden cada vez que asistan a bautismos o a confirmaciones, o a alguna ordenación sacerdotal, por ejemplo, que el Crisma hoy se ha consagrado.

También he pedido a los sacerdotes que los que no lo tengan, integren cuanto antes el equipo de Pastoral Social. Todos los que puedan, únanse a este su equipo de Pastoral Social o inviten a quienes convenga, especialmente jóvenes, para que promuevan el cuidado del agua como obra de caridad que brota del 7º Congreso Eucarístico Nacional. Todos a trabajar por el cuidado del agua desde la Iglesia y, particularmente, por el cuidado del medio ambiente.

Agradecimiento a religiosas

Saludo a las religiosas aquí presentes, una muestra de las muchas religiosas y religiosos que hay en nuestra Iglesia. No podríamos explicar la obra nuestra Iglesia sin la presencia y el carisma de cada monja y de cada congregación. Que el Señor nos las conserve, aumente el número de las vocaciones y puedan permanecer en esta Iglesia enriqueciéndola con sus carismas.

Saludo a los seminaristas. Son pocos y deben sentirse mal. Los formadores, los obispos, los sacerdotes, nos sentimos mal y todo el pueblo de Dios debe sentirse mal y preocupado porque tenemos pocos seminaristas, pocos futuros sacerdotes. Cuiden de su vocación y ayúdenlos ustedes mismos, en primer lugar, a promover la vocación del sacerdocio, que será promovida especialmente con su testimonio y el testimonio de los hermanos sacerdotes.

Escuela de Diaconado Permanente

En esta parte, el prelado dijo:

-Saludo a los diáconos que tanto bien hacen en nuestra Iglesia, que tanto fortalecen la labor predicadora de los sacerdotes, y rezo para que en el Sur del Estado pueda establecerse a la brevedad posible una Escuela de Diaconado Permanente. Allá hacen mucha falta los diáconos. He estado por allá en el Sur, y veo la inmensa cantidad de fieles y de comunidades que requieren la presencia del sacerdote o por lo menos de un diácono, ojalá que pronto se pueda establecer y que los ya existentes se preocupen por conservarse en santidad. No basta la apariencia de una bella dogmática. Es necesario el testimonio de una auténtica vida cristiana, especialmente dentro de su familia.

Por todos los sacerdotes

También subrayó:

—Hermanos sacerdotes, esta misa especialmente es por todos los sacerdotes de Yucatán, a quienes hoy invitamos a renovar sus promesas sacerdotales, y puedo decirles a todos, puedo testimoniar, que nuestros sacerdotes son buenos y son muy trabajadores. Pero es necesario que todos busquen la santidad. Que todos se entreguen con generosidad. He visto que hay mucho trabajo, que nada pongan por encima de su responsabilidad ni sus inclinaciones a ciertas cosas, ciertos deportes, ciertas actividades que pueden no ser malas, pero al mismo tiempo pueden desalentar la perfección sacerdotal.

Yo creo que la inmensa mayoría de los sacerdotes cumplen con su ministerio y buscan santificarse sirviendo a Dios y sirviendo a sus hermanos. Que no haya un solo sacerdote en nuestra Arquidiócesis que no se esfuerce por vivir santamente. Vivir como sacerdotes para su pueblo. Cristo sacerdote ha ungido a todo el pueblo sacerdotal. Vamos como Iglesia a dar el mejor testimonio para que todos, cuando nos vean, puedan exclamar: Mirad cómo se ven, mirad, vale la pena vivir como cristianos, vivir como católicos. Que María Santísima nos ayude en todos estos buenos propósitos.

Renuevan promesas

A continuación, el Arzobispo preguntó:

-¿Quieren ustedes renovar las promesas que hicieron el día de su ordenación ante su obispo y ante el pueblo santo de Dios?

-Sí quiero, respondieron los casi 200 sacerdotes presentes.

-¿Quieren unirse más íntimamente a Nuestro Señor Jesucristo, modelo de nuestro sacerdocio, renunciando a sí mismos y reafirmando los compromisos sagrados que, impulsados por amor a Cristo y para servicio de su Iglesia, hicieron ustedes con alegría el día de su ordenación sacerdotal? ¿Quieren ser fieles dispensadores a los misterios de Dios por medio de la Sagrada Eucaristía y las demás acciones litúrgicas, y cumplir fielmente con el sagrado oficio de enseñar a ejemplo de Cristo, cabeza del pastor, no movidos por un interés pasajero, sino iluminados por el deseo de servir a sus hermanos?

La respuesta fue la misma:

—Sí quiero.

Y don Gustavo, dirigiéndose a los feligreses allá reunidos, continuó:

-Y ustedes, queridos hijos e hijas, oren por sus sacerdotes para que el Señor derrame abundantemente sobre ellos sus dones, para que sean fieles ministros de Cristo, Sumo Sacerdote, y los conduzcan a ustedes hacia Él que es la fuente única de salvación.

Todos dijeron: Cristo, óyenos; Cristo, escúchanos.

Y el Arzobispo continuó:

-Oren también por mí, para que sea fiel al ministerio apostólico encomendado a mí y que sea entre ustedes una imagen viva y cada vez más perfecta de Cristo Sacerdote, buen pastor, maestro y servidor de todos.

-Cristo, óyenos; Cristo, escúchanos.

-Que el Señor nos conserve y nos lleve a todos, pastores y ovejas, a la vida eterna. Amén.

Lean la exhortación pastoral Cristo Vive

Al inicio de su homilía, don Gustavo había dicho:

-Me vino a la memoria cuando yo de pequeño monaguillo en la Catedral de Monterrey estaba entre los apretujones de la gente, pegado contra el comulgatorio, asistiendo a esta celebración, donde los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales. Un saludo para los niños, les pido por favor que cualquier cosa que escuchen en la escuela o lean en sus libros, y les parezca un poco distinta de lo que la Iglesia enseña, de lo que su familia enseña, consulten con sus papás, consulten con su catequista, consulten con su sacerdote, porque ciertamente en las escuelas se están enseñando cosas contrarias al Evangelio, cosas contrarias a la enseñanza de la Iglesia. Un saludo particular a los jóvenes. Me da gusto verles aquí y ojalá que ya hayan leído, y los que no en estos días de descanso, lean la exhortación pastoral del Papa Francisco, que es fruto del Sínodo de los Jóvenes: Cristo Vivit, Cristo Vive. Léanla toda, leámosla todos, pero particularmente les recomiendo a los jóvenes los números 257 y siguientes, donde van a encontrar al Papa Francisco hablando sobre la vocación que se descubre en la etapa juvenil, donde van a escuchar lo que enseña la Iglesia conforme a la doctrina de Cristo sobre la familia, sobre el matrimonio, sobre la vocación.

Lean pues, esos número del 257 y los siguientes en esta exhortación Cristo Vivit, Cristo Vive. Un saludo a todos los laicos que vienen y están aquí presentes, particularmente representando a todas y cada una de las parroquias de nuestra Arquidiócesis. Muchos de ustedes tienen la tarea de recoger los Santos Óleos, el Crisma, que será recibido este mismo día por la noche en sus comunidades parroquiales.

(Roberto López Méndez)