Yucatán

Piden en lluvia en tradicional bajada de Santos Reyes

TIZIMIN, Yucatán, 17 de junio.- Haciendo un llamado urgente para cuidar el agua, evitar la contaminación y reflexionar en torno a que hemos tenido el vital líquido y los frutos de la tierra a lo largo de los siglos, además de que el Señor nunca nos ha abandonado, se desarrolló la tradicional bajada de los tres Reyes Magos, santos patronos de este municipio que, como marcan las creencias, interceden ante el Creador para pedir por la lluvia que tanto necesita el campo yucateco.

Las sagradas efigies fueron bajadas de sus nichos de manos del párroco Pedro Echeverría López y del vicario David Tejero Vega; los custodios cargando las imágenes de Gaspar, Melchor y Baltazar se encargaban de hacer un breve recorrido por los pasillos de la Iglesia, mientras la multitudinaria congregación de creyentes aplaudía y emitía canticos llenos de gozo por esta solemnidad.

Tras la bajada de las sagradas efigies se desarrolló una misa en el Santuario de Reyes, la cual fue oficiada por el párroco Pedro Echeverría López, quien concelebró con el vicario Tejero Vega, donde se señaló que esta celebración siempre la hacen contando con la intercesión de estos santos patronos que nos fueron otorgados desde los inicios de la evangelización de Yucatán.

Desde tiempos muy antiguos este pueblo implora a los Reyes Magos y ciertamente ha sido escuchado, pero haciendo énfasis en que vale la pena preguntarse ¿qué significa en pleno siglo XXI, con acceso a las tecnologías para la extracción del agua en el subsuelos y de los agroquímicos para acelerar los procesos productivos, el reunirse en una celebración religiosa para pedir el regalo de la lluvia?

El sacerdote explicó que significa seguir el ejemplo de los santos patronos, los magos de Oriente que eran los científicos de su tiempo, que conocían la ciencia de su época, que sabían leer los signos naturales y con estos conocimientos que tenían se pusieron en marcha tratando de responder a las interrogantes que les planteaba un símbolo del cielo, pero que no se fiaron sólo de sus conocimientos y de sus recursos tecnológicos, sino que tuvieron que preguntar y es la palabra de Dios finalmente donde encontraron el complemento para poder llegar a la meta de su camino; indicando que siempre para el encuentro de la verdad plena, el sentido de las cosas, el hombre se elevará con las alas de la razón y de la fe.

Puntualizó que nunca pasa de tiempo la razón, ni una celebración que pone en las manos de Dios la vida de un pueblo, una celebración que se acerca a sus santos intercesores para implorar los bienes necesarios para el campo.

Citando al Papa Francisco y al Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega, dijo que vale la pena preguntarnos hoy ¿qué hemos hecho con la tierra?, el agua y con su contaminación y sobre todo cuestionarnos ¿cuál ha sido nuestra responsabilidad del cuidado de la casa común?

Enfatizó que en Yucatán, más que la falta de agua, nuestro gran problema es la contaminación de la misma y urgen acciones personales, familiares, parroquiales y comunitarias para evitar al máximo su contaminación.

En torno a esta situación y tomando consciencia, externó que es necesario cuidarla y por ello adelantó que muy pronto la Arquidiócesis de Yucatán iniciará un proyecto con toda la Iglesia orientado hacia el cuidado del agua y de la naturaleza, como una guía comunitaria para la conversión que considere la casa como algo que todos necesitamos para la vida.

Además, informó que se está preparando el decálogo del agua con acciones muy concretas para hacernos corresponsables con este don que hoy pedimos, que siempre hemos recibido como regalo y que tenemos que cuidar para bien de nuestro pueblo, de nuestra casa común y de las futuras generaciones.

Tras concluir esta ceremonia eucarística, los fieles con ruda en mano se apersonaron frente a las urnas de los santos patronos aprovechando que los tienen a su alcance para ungirlos y venerarlos.

Posteriormente, como es costumbre, en el atrio de la Iglesia se ofreció como ofrenda el tradicional pozole con coco endulzado con azúcar y de miel de abeja, mismo que se repartió entre los presentes. Las sagradas deidades permanecerán fuera de sus nichos hasta el próximo 23 de junio.

(Luis Manuel Pech Sánchez)