A tres días de la fatal explosión del predio en Francisco Villa, registrada el martes pasado, la única novedad que se observó ayer entre los escombros que quedaron de la vivienda, es una cruz de madera y un ramo de rosas que alguien colocó en el transcurso de las últimas horas.
Asimismo, los curiosos siguen apareciendo por el sector, sean de la misma colonia o de otros lugares; con celular en mano y a bordo de vehículos, se detienen para tomar fotografías del sitio destruido, que asemeja un escenario de Medio Oriente luego de un bombardeo.
La cruz de madera tiene colocada en la parte superior una chancla de plástico, correspondiente al pie izquierdo, y que, se supone, es de la persona que murió al momento de la explosión.
A lado, está una botella de plástico de refresco de cola cortada a la mitad, utilizado como florero, en cuyo interior se dispusieron cinco varas de rosas. El viento volteó el improvisado florero y así se mantuvo por el resto del día.
Como ampliamente hemos publicado, el pasado 31 de diciembre, a las ocho de la noche, se registró una explosión en un predio que funcionaba como bodega clandestina de pirotecnia. La brutal fuerza de la pólvora destruyó en segundos la vivienda y mató de inmediato a la única persona que se encontraba en el interior. Asimismo, lesionó a tres menores de edad de la casa contigua, uno de los cuales se mantiene todavía hospitalizado.
(Rafael Mis Cobá)