Yucatán

Mujeres tienen que trabajar para sobrevivir

TIZIMIN, Yucatán, 9 de marzo.- Mujeres que viven de sus ingresos diarios trabajaron, mientras que aquellas que se desempeñan en el sector financiero, educativo, empresarial y gubernamental se sumaron al paro nacional de “Un día sin Mujeres”, al no acudir a desempeñar sus funciones en sus respectivos centros laborales en la ciudad. Comerciantes de frutas, verduras, quienes trabajan en panaderías, tortillerías, establecimientos comerciales de distintos rubros, cocinas económicas, en las carnicerías o que ejercen el comercio ambulante desde temprana hora, como todos los días, salieron a ganarse la comida diaria.

Tal y como comentó Leti Puga, quien vende carne de cerdo en el Mercado Municipal, mencionando que ella trabajó porque, al igual que su esposo, deben colaborar para lograr obtener el sustento diario ante la crisis actual, ya que solamente si ambos aportan pueden tener una vida digna para poder subsistir con su familia.

En tanto que María Antonia Dzul Canul y Silvia Uicab, quienes trabajan como cajeras de un establecimiento comercial, señalaron que es necesario trabajar, ya que la mayoría de quienes laboran en este negocio son mujeres y no sería justo dejar mal al patrón, pues si faltaran sería un día sin que se registren ingresos y tampoco se satisfaga a los clientes que a diario consumen sus productos, por lo cual mencionan que en agradecimiento por dotarlas de esta fuente laboral no pueden fallar, pues deben cumplir con sus obligaciones diarias.

Mientras que María Trinidad y María Victoria Dzib Poot, quienes trabajan en una panadería, indicaron que todos los días tienen que trabajar para sobrevivir, pues si faltan simplemente no ganan el salario del día; mencionando que este paro es más para mujeres profesionistas que tienen sus sueldos seguros, pues las de la clase media y baja tiene que trabajar para llevar el alimento a la casa, para satisfacer las necesidades de sus hijos y por ello al ser mayoría de las mujeres tizimileñas de estas condiciones muchas de ellas no pudieron sumarse al paro.

Es así como concluyen que la necesidad de ahora las hace trabajar, sin embargo emitieron su respeto a quienes pudieron participar en esta protesta, externando que ellas muestran su apoyo a las mujeres que son víctimas de violencia en su trabajo, con sus ganas de salir adelante, siempre al pie del cañón para ganarse el respeto con su desempeño digno, siempre con la esperanza y perseverancia de que con el fruto de su trabajo puedan aportar para apoyar en la alimentación de sus familias.

Mientras que en el sector financiero, educativo, empresarial y gubernamental las mujeres brillaron por su ausencia, por lo cual los hombres tuvieron que redoblar esfuerzos y desempeñar las actividades que comúnmente ellas desarrollan en sus centros laborales, ya que no podían dejar a la deriva sus respectivos roles, puesto que sus servicios o acciones deberían continuar en marcha sin detenerse.

En el Ayuntamiento municipal las mujeres se sumaron a esta causa, pero cada dirección y departamento garantizó con el personal masculino la atención a la ciudadanía sin descuidar la función y los servicios que se prestan en cada una de ellas.

En los bancos tampoco laboraron las mujeres, así como en algunas empresas del sector privado y en la mayoría de las escuelas que no abrieron sus puertas para ejercer sus actividades educativas, a sabiendas de que el género femenino se registra en gran número, sobre todo en su alumnado.

En el Centro de Salud sí trabajaron las mujeres, al igual que en el IMSS, así como en el Hospital General San Carlos, garantizando los servicios de salud.

(Texto y foto: Luis Manuel Pech Sánchez)