El 7.8% ciento de los efectivos en servicio activo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos padecen obesidad y sobrepeso, es decir, aproximadamente 14 mil 372 elementos, cifra alarmante por los riesgos de enfermedades a que están expuestos y por el incremento en el costo para el sistema de salud militar y para los propios soldados, advirtió ayer el Teniente Coronel de Sanidad, Efraín García Arenas, responsable del Centro de Mejora del Estilo de Vida y la Salud de la X Región Militar.
Lo anterior fue expuesto por el mando castrense durante la clausura del Primer Escalón 2020 del Centro de Mejora del Estilo de Vida y la Salud, integrado por 30 soldados del Ejército y Fuerza Aérea, quienes durante 60 días se sometieron a un programa de reducción de peso como parte de un plan nacional de la Secretaría de la Defensa Nacional para disminuir la incidencia de sobrepeso y obesidad entre sus elementos.
El acto se celebró por la mañana en las instalaciones del 7o. Batallón de Ingenieros de Combate y fue presidido por el General de División DEM Víctor Hugo Aguirre Serna, Comandante-Jefe de la X Región Militar y por el General de Brigada DEM Fernando Aguirre O. Sunza, Comandante de la 32a. Zona Militar.
Problema mundial
- En su mensaje, el Teniente Coronel García Arenas expuso que el problema de la obesidad es un problema que reviste un carácter internacional y, al respecto, la OMS la ha calificado como la epidemia del siglo XXI, puesto que afecta a más de 650 millones de personas a nivel mundial.
Señaló que, en las últimas décadas, se ha triplicado en México la prevalencia de obesidad, la cual es considerada ya como un problema de salud pública debido a su magnitud y trascendencia, y que por esta razón el establecimiento de criterios para su manejo debe orientarse a la detección temprana, a la prevención, al tratamiento integral y al control del creciente número de pacientes que presentan esta silenciosa enfermedad.
Esta situación –observó– no es ajena al personal que forma parte del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos en donde la incidencia de este mal, según cifras del pasado mes de febrero, fue del 7.8% del efectivo total del servicio activo, aproximadamente 14 mil 372 elementos que presentaron sobrepeso u obesidad, cifra que es alarmante, puesto que el grueso de los elementos de la Sedena se encuentran en edades de entre 20 y 40 años, los cuales tenderán al retiro en las próximas décadas y, por consiguiente, si permanecen con sobrepeso u obesidad, podrían desarrollar enfermedades del corazón, diabetes, renales, vasculares cerebrales.
Resaltó que esas enfermedades están entre las 10 principales causas de muerte en México y la segunda y tercera, respectivamente, a nivel mundial, mismas que podrían presentar un incremento en el costo para el sistema de salud militar y para los propios militares.
En este sentido –puntualizó–, el Alto Mando Militar, preocupado por la salud del personal castrense, ordenó que el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad se llevara a cabo de conformidad con la Norma Oficial Mexicana Vigente estableciéndose para tal fin los Centros de Mejora del Estilo de Vida y la Salud, a cargo de los mandos territoriales de cada Región Militar.
Voluntad y esfuerzo
Apuntó que, para tal efecto, se integraron equipos multidisciplinarios conformados por médicos, sicólogos, entrenadores de educación física y personal de nutrición para atender a los 30 voluntarios que se incorporaron al programa, para que mediante la dieta, el ejercicio y la consejería sicológica lograran modificar los hábitos alimenticios y cuidar su salud.
Hizo notar que, por causa de la obesidad y el sobrepeso, muchos soldados han perdido oportunidades de crecimiento, pero ahora se les brinda un nuevo reto para fortalecer su voluntad y para abandonar los malos hábitos que los han aquejado.
–Entreguen todo su esfuerzo y voluntad para mantenerse sanos en el futuro para el bien personal de ustedes, de sus familias, de nuestras Fuerzas Armadas y de nuestro país, y tomen en cuenta la oportunidad que el Alto Mando les brinda para mejorar su condición de vida en general, remarcó.
A su vez, a nombre de sus compañeros, la Capitán Primero Cirujano Dentista Priscila Yazmín Sánchez Portillo, del Hospital Militar de Chetumal, expuso que culminaba un proceso de 60 días durante los cuales de forma voluntaria decidieron participar con voluntad, esfuerzo y orgullo para poner a prueba la mente y cuerpo y de esa manera combatir el grave problema de salud.
Somos capaces –Hoy somos capaces no sólo de identificar el grave problema de salud en que nos encontrábamos, sino también que la obesidad es una enfermedad que daña nuestro cuerpo, nuestra mente y que influye de manera negativa en las relaciones laborales e interpersonales, ya que la condición de salud no solo nos perjudica a nosotros sino también a los que nos rodean, acotó.
Hizo notar que todos lograron resultados favorables en su salud, pues en conjunto los 30 soldados lograron reducir 513 kilogramos, con lo que se cumple también el objetivo de volver a adiestrar al personal guiándose a un nuevo estilo de vida en la que meta principal será conservar la salud.
–Soy fiel testigo del esfuerzo, coraje y compromiso que llevó este proceso; continuemos por este camino realizando las actividades físicas, sicológicas, médicas y de nutrición que aquí aprendimos; seamos ejemplo en nuestras unidades de que con valor y sacrificio podremos lograr cualquier objetivo, pues el límite solo está en nosotros mismos.
Reconocimientos
Posteriormente, el General Aguirre Serna y demás mandos militares entregaron reconocimientos a los tres soldados que obtuvieron mejores resultados:
Primer lugar, por haber disminuido en los dos meses del programa 25.900 kilogramos, el Cabo Fuerza Aérea Especialista en Mantenimiento de Aviación, Gerardo Muñoz Flores; segundo lugar, por haber bajado 25.800 kilogramos, el Cabo de Zapadores Alberto Gómez Toscoyoa, y tercer lugar, por reducirse 21.100 kilogramos, el Cabo conductor Benedicto Sandoval Alarcón.
Finalmente el General Aguirre Serna los felicitó por la tenacidad demostrada para poder llegar a buen término y con ello readiestrar y recuperar todo lo que en momento dado, por alguna situación, se fue olvidando.
–Los felicito y los exhorto a que mantengan esta disciplina que debieron haber realizado siempre, pero afortunadamente el Alto Mando preocupado en el bienestar del personal les dio esta nueva oportunidad para reorientar el camino; ojalá lo platiquen y comenten con sus compañeros para que en el próximo escalón también tengamos éxito, estableció.
Con información de Rafael Mis Cobá
Por Redacción Por Esto!