Yucatán

Cines de Mérida durante la primera mitad del siglo pasado

Roldán Peniche Barrera

“Novedades”

Originalmente eran dos cines de King Size. Ubicaban a un costado del actual Palacio de Gobierno, sobre la 61. Pero eran tan amplios que los propietarios decidieron un día convertirlos en uno solo. Y así surgió el “Novedades” que, claro, resultaba inmenso.

Este cine exhibía toda clase de películas y dedicaba semanalmente una tarde-noche a los niños.

Imposible olvidarlo. Su enorme techo (que antes compartían los 2 cines anteriores) había sido reconstruido pero pintado de estrellas por todas partes, idea sumamente cursi, pero de moda entonces en los cines de la capital del país.

Cine muy confortable

Dentro del salón uno se consideraba como en casa, si no fuera por las estridencias del abrir los refrescos embotellados que vendían, cubo en mano, los llamados “sidreros”, y todo el mundo pedía uno, o dos, o los que le diera la gana. El sitio era fresco y a sus puertas ubicaba un número de puestos atascados de revistas, dulces, pilas para los flashes medio muertos y un sinfín de objetos no sólo para los aficionados rutinarios sino aún para el turismo, que nunca falta, y que gustaba de llevarse algún souvenir para su pueblo.

Desaparece y aparece la sala “Picheta”

Por los 90, la C. Gobernadora Dulce María Sauri determinó que el lugar podía tener otros usos. Ya había demasiados cines en la ciudad y a poco hizo disponer importantes reparaciones, desapareció el Novedades y surgió el edificio cultural y turístico “Picheta”, con mucho espacio, tal como hasta ahora se conserva. Es un lugar cultural, sin mucho ruido y siempre lleno de gente.

Continuación

J. Parra

Jamás se inclinen reverentes ante el dinero o la jerarquía política, ambas cosas siempre transitorias.

6.- Remen contra corriente.

La cultura es un mundo hedonista, amerita el esfuerzo y sacrificio de todos.

Vivimos en un mundo materialista por la presión de tener cosas. Si un vecino o un amigo compra un carro, nosotros queremos comprar uno mejor, libérense de esa competencia absurda. Tendrán estatus en la medida de sus logros, no con créditos que redundan en fuertes intereses y que nunca, nunca el dinero sea motivo para destruir y sembrar discordia entre hermanos y familiares, jamás destruyan el amor que les hemos dado.

No se crean que eso de que utilizar el celular les hace más importantes, muchas vidas se han perdido en accidentes de tránsito por conducir un vehículo y estar utilizando el celular al mismo tiempo.

Ante un mundo permisible, recuerden que el mal es mal aunque todos lo hagan, y el bien es bien aunque nadie lo practique.

Dense a respetar para que les respeten y no le den confianza a quien no se la merece, nuestro trato siempre debe ser amable y respetuoso, el uso del lenguaje obsceno rebaja la dignidad de la persona.

Recuerden, de la moda lo que les acomoda y en cuanto puedan, jueguen, bailen, paseen, viajen, diviértanse y nunca dejen de ser niños.

No todo lo que se ve y se dice por televisión es cierto. El ver televisión no te hace más culto, al contrario, te manipula para que creas todo lo que te dice y por lo general hace que compres cosas que no necesitas, si quieren ser cultos viajen y lean, ya lo ha dicho el Quijote de la Mancha: las personas que viajan mucho y leen mucho, ven mucho y saben mucho.

Hagan suya la enfermedad incurable de luchar siempre por la verdad que es la enfermedad por la que mueren los hombres dignos.

7.- Sean tolerantes, justos e incluyentes.

La tolerancia y la inclusión ennoblecen al hombre.

(Continuará)