Yucatán

El miedo, un sentimiento que nos impide avanzar

Pilar Faller Menéndez

“Aprendí que el coraje no es la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no tiene miedo, sino aquel que conquista ese miedo.”

Nelson Mandela

Para quienes piensan en el miedo como una emoción anormal, ésta es una de las emociones más básicas del ser humano y de los mamíferos, que como función principal nos permite la supervivencia, ya que si careciéramos de esta emoción moriríamos, porque al vivir de forma temeraria pondríamos constantemente en peligro nuestra vida, hasta encontrar la muerte.

El miedo es una sensación de angustia que es provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Es uno de los sentimientos natos que tiene el ser humano, y que probablemente sea una de las características principales que lo han llevado a su supervivencia. Contradictoriamente, nos limita y beneficia por igual, y ha llevado al ser humano tanto a la incultura y a las guerras, así como ha sido fuente de inspiración en el arte.

Este impulso humano, en las sociedades prehistóricas fue algo positivo ya que los mantenía a salvo de las inclemencias del tiempo, así como de los depredadores, colaborando de esta manera en la supervivencia de la especie, que conforme fueron avanzando las teorías sobre los temores, fueron utilizadas con el fin de moldear a las masas o controlar a las poblaciones al antojo de quienes tenían poder sobre ellos.

A pesar de lo anterior, es una emoción que muchas veces nos coarta la libertad de actuar y de expresarnos, muchas veces por el temor al rechazo o salirnos de un área de confort para enfrentar y hacer cambios positivos entre las cosas que se encuentran mal en el mundo pero sobre todo en nuestro entorno, que es donde realmente podemos hacer un cambio.

Las grandes políticas autoritarias son un gran ejemplo de ello, entre las cuales puede destacarse el nazismo, que apoyado en el terror de sus mandatos en los que basó gran parte de su poder, cometió las atrocidades que asolaron a Europa entre los años 30 y 40 del siglo pasado, intentando exterminar principalmente al pueblo judío, aunque muchas fueron las vidas que se perdieron durante la Segunda Guerra Mundial.

Muchos sistemas políticos que se han consolidado, dispersando el temor hacia otros colectivos o etnias, satanizándolos y culpándolos de males y peligros que en la mayoría de las veces eran infundados, pero constituían un medio de control que siempre ha sido efectivo como el miedo.

Muchas religiones han basado sus creencias en dioses vengativos, deidades malignas, así como criaturas sobrenaturales, a fin de que los creyentes vivan con el temor de cometer actos “moralmente reprobables” por su temor a lo desconocido. Pueden encontrarse muchos rasgos comunes en las religiones que amenazan como el fin del mundo y entes malignos, que han dejado huella y secuelas de terror en la sociedad moderna.

Podría catalogarse al miedo como uno de los sentimientos más oscuros del ser humano, que en una introspección han intentado interpretarlo, así como acentuarlo en todas sus vertientes culturales, como en las catedrales donde podemos observar las gárgolas cuyo origen data de la Edad Media, a los cuales se les relaciona con los tormentos del infierno, hasta la recreación en el mundo moderno con el cine de terror.

El miedo es un sentimiento que los artistas de todas las disciplinas y de todos los tiempos no han dudado en expresar, probablemente porque es un sentimiento muy poderoso que muestra nuestra vulnerabilidad y nuestra mortalidad, así como el reflejo en la actualidad de fobias sociales y angustias modernas a las que hoy también llamamos miedo.

Es sin duda una emoción que nos presenta un reto a vencer para poder avanzar y conquistarlo, porque muchas veces nos paraliza y obnubila nuestro pensamiento, privándonos de nuestra confianza de poder enfrentar las adversidades que la vida nos presenta y vivir con más plenitud.