Una menor de tan solo 14 años de edad fue rescatada por su propio padre de las manos de su presunto novio, de 19 años de edad, en la colonia Tierra y Libertad, tras que el joven se la llevara a engaños a su domicilio; a pesar de la denuncia ante el Ministerio Público, fue el propio tutor quien rescató a su hija, ya que las autoridades no hicieron nada.
Ayer, alrededor de las 18:00 horas, un ciudadano acudió el Ministerio Público de Ciudad del Carmen para denunciar que un joven de 19 años tenía en su poder a su hija, de apenas de 14 años, y el sujeto se negaba a entregársela, además la mantenía retenida en contra de su voluntad en una vivienda de la colonia Tierra y Libertad.
A pesar de las pruebas ofrecidas por el padre de la joven, agentes del Ministerio Público sólo enviaron a “pepos” al lugar donde presuntamente se tenía retenida a la menor, para dialogar e intentar llegar a un acuerdo y que entregara a la niña.
Ante esto, el padre enojado decidió acudir por su cuenta al lugar donde se encontraba su hija, para rescatarla.
A su llegada el papa del “novio” se burlaba desde la puerta, y decía que la menor había llegado por su propia voluntad para estar con su hijo.
Ante esto, vecinos se amotinaron afuera del domicilio y ejercieron presión a los “pepos” en el sitio, pero éstos se lavaron las manos y argumentaron que no podían hacer nada para recuperar a la menor, ya que estaba en propiedad privada y los únicos que podían ingresar eran agentes de la Fiscalía. Mismos que dijeron que mientras no existiera una orden no ingresarían al predio, a pesar de tener retenida a la menor en contra de su voluntad, en un hecho de presunta privación ilegal de la libertad.
Al no tener otra opción, el padre de la menor con apoyo de los vecinos liberaron a la niña, la cual fue trasladada en un vehículo particular a su domicilio, para ponerla a salvo al lado de su familia.
En tanto, el propietario del predio donde se encontraba la joven, informó que presentaría cargos contra el papa ofendido, por ingresar sin su consentimiento ante la vista de los elementos policíacos que poco sirvieron.
(Texto y fotos: Ricardo Jiménez)