Yucatán / Sucesos

Fallo absolutorio a favor de ciudadano de Kanasín

Después de permanecer encerrado en el penal del Estado durante 7 largos meses, se logró demostrar la inocencia con pruebas científicas del ciudadano Daniel Alberto S. P., quien recuperó la libertad, al declarar la Juez Primero de Control del Segundo Distrito Judicial del Estado, Licenciada Mariza Virginia Polanco Sabido, el sobreseimiento de la causa en su favor.

Con lo anterior se desprende que el individuo fue detenido como “chivo expiatorio” y en las calles continúa el verdadero agresor de una niña de 8 años de edad, quien fue sacada de su casa y llevada en brazos por un desconocido hasta una capilla cercana a su domicilio, donde fue objeto de abusos sexuales.

Según se pudo averiguar, en audiencia pública celebrada en el Juzgado de Control de Kanasín, el pasado viernes 13 de marzo, la Juez otorgó el sobreseimiento total de la causa penal número 84/2019, que se originó por los delitos de violación equiparada en grado de tentativa y allanamiento de morada, en agravio de una menor de identidad reservada, M. A. C. L., de 8 años de edad, a solicitud del abogado Jesús Antonio Alonzo Torres.

No obstante que la audiencia inicialmente fue solicitada por la Fiscalía, pero únicamente por un sobreseimiento parcial de la causa penal, pero escuchados los argumentos de las partes, la Juez le dio la razón al abogado defensor Alonzo Torres, pues siendo su cliente el único investigado en la carpeta, el sobreseimiento a dictar es el total y no parcial, dejando a salvo los derechos de la autoridad y de las víctimas para continuar investigando y encontrar al verdadero agresor de la menor.

Los hechos tuvieron lugar en la localidad de Kanasín, en fecha 12 de agosto del 2019, cuando la menor víctima, presuntamente fue sacada de su predio mientras dormía, abrazada por una persona del sexo masculino y llevada a un terreno de una capilla cerca de su domicilio, lugar en el que se dice fue abusada sexualmente, tras ser despojada de su shorts y bóxer.

Al tomar conocimiento la Policía Municipal, se dieron a la tarea de buscar al probable agresor, siendo detenido el ciudadano Daniel Alberto, cuando se encontraba esperando su camión en una esquina para irse a su centro de trabajo.

Los policías, al no encontrar cerca a otra persona, cargaron con el individuo y lo pusieron a disposición del Ministerio Público, al término de ley se le turno el caso al Juzgado de Control del Segundo Distrito, donde se decretó legal su detención, a pesar de que el defensor evidenció diversas inconsistencias en las constancias de la carpeta de investigación, atribuidas al Informe Policial Homologado de los policías aprehensores.

De la misma forma, por la denuncia de la madre y declaración de la menor, ya que la señora refirió que al salir de la casa se percató de que su hija venía corriendo y le refiere que habían abusado de ella, que cuando despertó la estaban cargando y la sacaron de su casa para llevarla al terreno de la capilla donde fue despojada de sus prendas de vestir.

En la declaración de la niña dice que cuando huyó de su supuesto agresor y llegó con su mama le informó lo que le pasó y fue cuando hablaron a la policía, se menciona que los agentes al realizar sus rondines no localizaron a la persona que momentos antes había descrito la menor y que entonces les pidieron que vayan a denunciar y al momento de hacerlo todavía no sabían nada con respecto al supuesto agresor sexual.

Por su parte, la policía justifica la detención, ya que la menor y su madre lo habían señalado durante los rondines.

Días después el imputado fue vinculado a proceso penal por los cargos de violación equiparada en grado de tentativa y allanamiento de morada, y se concedió un plazo para continuarse con las investigaciones, el cual feneció el pasado 18 de febrero.

En ese tiempo la defensa insistió en que se recaben muestras biológicas de su representado, lo que al final le dio los resultados esperados, pues se logró demostrar más allá de toda duda razonable que no fue el agresor sexual, esto con sendos dictámenes de confronta de genética ofrecidos entre los residuos seminales dejados en la menor y sus prendas con los resultados del perfil genético recabado en el imputado.

Siendo que con el resultado de dicha confronta genética, que la menor sí había sido abusada sexualmente, pero que los residuos encontrados en sus ropas, una vez procesados, no correspondían a los del examen de genética practicados al acusado y por lo tanto no es el agresor.

El caso es que Daniel Alberto pasó 7 meses preso y el verdadero agresor sigue suelto.

(Armando Gamboa Romero)