Luego de mencionar que la Escuela Secundaria Técnica (ETI) número 21 en años anteriores ha sido objeto de robos, Olivia Peralta Baqueiro, directora del mencionado plantel, dijo que en lo que va del presente ciclo escolar no se han registrado otros casos de hurtos, pues la escuela cuenta con el servicio de vigilantes, así como del apoyo de los padres de familia que viven cerca y que se encuentran organizados en grupos, para reportar cualquier situación sospechosa a las autoridades policiacas.
Informó que se han presentado algunos casos de personas que trataron ingresar a las instalaciones, pero es el vigilante quien se encarga de dar parte a la policía, así también lo reporta a la dirección de la escuela, y con esto los rateros no han logrado su cometido en este presente ciclo escolar.
Recordó que en años anteriores los delincuentes ingresaban por la barda que da al estacionamiento, donde se encuentra un árbol de almendra, y el otro lugar por donde entraban era por la cancha de usos múltiples, de la colonia Limonar.
Consideró que los robos posiblemente han parado, pues en los últimos días se ha visto también a la Guardia Nacional, cuyos efectivos realizan rondines por ese sector de la ciudad.
“El último robo que recuerdo fue hace 2 años, cuando la mesa directiva de los padres de familia realizaba el cobro de las cuotas de inscripción, y los malandrines ingresaron y amagaron a las madres para llevarse todo el dinero de las cuotas, y ante esta situación ahora los padres de familia son más precavidos.
“El año pasado, en vez de dinero, los padres llevaron material de limpieza y para los sanitarios”, mencionó.
Señaló que a pesar que la escuela cuenta con algunos vigilantes, los malandrines no descansan, por ello, los padres de familia que viven en los alrededores del colegio y el vigilante cuando ven algo sospechosos, solicitan el apoyo de la policía, además que la dirección de la institución ha solicitado por escrito a la Policía Municipal los rondines de vigilancia por las noches, para prevenir cualquier robo o violencia en el interior del plantel.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)