Al amparo del poder, la empresa Herarsa Construcciones S.A. de C.V. se ha hecho con más de 80 millones de pesos ejecutando las “seis etapas” de la construcción de las Salas de Juicios Orales.
La obra fue consagrada por la pérfida palabra de Alejandro Moreno Cárdenas cuando él la inauguró en septiembre de 2015 bajo la promesa de acabarla antes que confluyera ese año, algo que no sucedió.
Herarsa Construcciones S.A. de C.V. ha sido evidenciada por más de cuatro años que no ha ejecutado los más de 40 millones de pesos que ha recibido por la construcción de las Salas de Juicios Orales aquí en Carmen, este año le dieron un contrato más para hacer una quinta etapa por 16 millones 891 mil 861 pesos.
Esta cantidad ha sido pagada a la empresa familiar del tío de Carlos Arjona Gutiérrez, secretario del Ayuntamiento. El diseño general del proyecto comprende una superficie de construcción de cinco mil 140 metros cuadrados distribuidos en un subnivel, las plantas alta y baja, áreas de servicio, un acceso principal con filtro de seguridad, vestíbulos, salas de juicios orales, celdas, áreas administrativas, accesos de jueces y funcionarios, zonas de imputados, de testigos, locutorios y oficinas para jueces, ministerios públicos, defensores y seguimiento de causas, entre otros espacios.
Actualmente, las audiencias se siguen desahogando en vetustas e improvisadas salas en Casa de Justicia y en el Cereso porque la promesa de Moreno Cárdenas aún no se cumple.
Han pasado casi tres años desde que debió acabar la obra que aún sigue siendo una maqueta que denota la mitomanía que impera en la actual administración estatal.
La obra estaba pagada en más de un 70 por ciento desde principios del año pasado pero eso no ha sido suficiente para que la constructora asignada Herarsa Construcciones S.A. de C.V. cumpla con su contrato mientras que en Campeche si se inauguraron las remodeladas instalaciones del Poder Judicial.
La obra
El proyecto fue asignado a Gabriel Jesús Arjona Sánchez y se dividió en dos etapas; cada una se licitaron con un lapso de alrededor de una año, ambas se las adjudicaron a él.
La primera etapa por más de 19 millones de pesos la debió concluir a principios de 2016; sin embargo, se prolongó hasta diciembre del 2017, pero de premio le dieron un segundo contrato por 22 millones de pesos.
Antes de licitar la segunda etapa, la obra tenía casi un año abandonada por Arjona Sánchez, ante eso, se le solicitó a la SEDUOPI un informe detallado de las vigas de acero expuestas al sol y que mostraban daños por corrosión pero la dependencia jamás contestó. Las podridas vigas nunca se cambiaron y siguen ahí, en el esqueleto del edificio.
(Texto y fotos: POR ESTO!)