Disminuida la efectividad en vías marítimas, los carteles intensifican el tráfico aéreo, como lo han evidenciado las aeronaves halladas en el Estado / Para superar la capacidad de reacción de las autoridades mexicanas y guatemaltecas ahora usan aviones jet de gran desempeño
Acotadas las rutas marítimas en el Pacífico y el Mar Caribe, los narcotraficantes colombianos y mexicanos están intensificando las narco-operaciones aéreas, en las que usan aviones de alto desempeño y mayor capacidad de carga, para concretar la entrega de enormes volúmenes de droga, cuyo destino final son los Estados Unidos de América.
Guatemala y México sufren la frecuente violación de su espacio aéreo y territorial por parte de organizaciones criminales sudamericanas y mexicanas, cuyo propósito es trasladar su ilegal cargamento –cocaína- hasta la Unión Americana.
El pasado 3 de diciembre, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) informó que durante el segundo semestre del año fueron detectados 69 vuelos ilícitos provenientes de Sudamérica y que al menos 8 aeronaves aterrizaron en la entidad. Durante ese mismo periodo, las fuerzas armadas lograron el decomiso de 400 toneladas de cocaína.
Aunque no se compara con el volumen de droga que se mueve por vía marítima, el tonelaje decomisado es un indicador de que los narcotraficantes han recobrado la confianza y efectividad en los narco-vuelos para introducir estupefacientes desde Sudamérica al norte del continente.
De acuerdo con periodistas guatemaltecos con quienes los reporteros de POR ESTO! entraron en contacto, el tema de los narco-vuelos no es algo nuevo para las autoridades chapinas; sin embargo, desde hace dos años, aproximadamente, se ha notado que la Delincuencia Organizada ha incrementado la frecuencia de sus operaciones aéreas.
El esmero de las células delincuenciales es tal que cuentan con cuadrillas que en cuestión de horas pueden desmontar una considerable extensión de selva, aplanar el terreno y crear de esta forma una aeropista clandestina.
Al igual que del lado mexicano, las fuerzas castrenses de Guatemala se han dado a la tarea de destruir muchas aeropistas clandestinas, las cuales pueden contarse por decenas. Sin embargo, aparentemente son inagotables la astucia, la creatividad y los recursos con los que cuentan los narcotraficantes, pues se las han ingeniado por improvisar sitios para el aterrizaje y despegue de sus aviones.
Sitios arqueológicos para ubicarse
Un análisis de las operaciones de los narco-aviadores en territorio mexicano llevó a las autoridades mexicanas a la conclusión de que éstos, además de las grandes planicies de la Península de Yucatán, estarían usando la cartografía existente sobre los sitios arqueológicos.
Aunque en realidad podrían realizar sus descargas o bombardeos de droga en cualquier punto del territorio peninsular, el hecho es que, coincidentemente, cerca de las antiguas ciudades mayas también están ubicados terrenos de sembradío y en muchos de estos espacios también hay aeropistas de uso agrícola.
Caminos secundarios
usados como aeropistas
Otro aspecto que está facilitando la operación de las narco-aeronaves sobre territorio guatemalteco y mexicano es la existencia de caminos secundarios y agrícolas, en sitios como el Valle de Yohaltún, Edzná y los enormes campos mecanizados de Hopelchén, en donde la presencia disuasoria de las autoridades no es permanente.
Llama la atención el nivel de organización, tanto de los narco-aviadores, como del personal que los apoya en tierra, al grado de que la descarga de una tonelada de droga de una avioneta se lleva a cabo en menos de 20 minutos.
Campesinos de la región han sido testigos de cómo las personas que prestan apoyo en tierra a los narco-aviadores convierten en una aeropista iluminada un tramo carretero o una aeropista inhabilitada. En muchos casos, la pérdida de la aeronave está contemplada en la operación ilegal y entonces ésta es destruida en el lugar.
Para efectuar sus operaciones, los delincuentes utilizan vehículos todo terreno, maquinaria pesada -que alquilan o roban en la zona- y además se hacen escoltar por varios motociclistas armados.
Como se ha podido comprobar a través de informes oficiales, tras descargar la droga, ésta es almacenada en algún punto cercano, en donde se le resguarda hasta ser embarcada nuevamente para su transporte hacia el norte del país.
Jets contra avionetas
Otro aspecto que las autoridades castrenses han destacado es el hecho de que la Delincuencia Organizada internacional, en su afán de ser más eficiente en sus ilegales tareas, está ahora usando aviones de mayor desempeño entre ellas el British Aerospace BAe 125, el Hawker 700-A o el Bombardier Global Express.
Sin embargo, la avioneta Cessna, la preferida de los narco-aviadores durante varias décadas, se ha negado a ser desplazada, pues aunque su desempeño es menor puede soportar cargas de entre 400 y 700 kilos –según el modelo- y aterrizar en caminos rurales o en simples terrenos de labranza.
El pasado 10 de marzo, un jet bimotor British Aerospace 125 fue asegurado por la SEDENA en Quintana Roo por personal de la 34/a. Zona Militar, institución que también confirmó el decomiso de más de mil 300 kilos de cocaína y la muerte de una persona de origen colombiano. El suceso tuvo lugar en las inmediaciones del poblado El Cedral, en el municipio de Othón P. Blanco.
El British Aerospace BAe 125 es un avión ejecutivo, bimotor, de mediano tamaño, con nuevas variantes, ahora comercializadas como el Hawker 800. Fue conocido como el Hawker Siddeley HS.125 hasta 1977. Es también utilizado por la Real Fuerza Aérea Británica como entrenador de navegación.
El pasado 11 de septiembre, en el municipio de Hopelchén, Campeche, se tomó conocimiento del hallazgo de un Hawker 700, sin matrícula. Esta aeronave tiene capacidad para 10 pasajeros y dos tripulantes y cuenta con una capacidad de carga de hasta 1.5 toneladas.
En Guatemala, también se ha notado la tendencia de los narcotraficantes de hacer un mayor uso de aviones con motores a reacción. Una muestra de ello fue el caso del Bombardier Global Express, que fue encontrado en abril del presente año, en Playas de Sipacate.
Según el reporte de la publicación Prensa Libre, en lo que va del año han sido decomisados 6 jets, presumiéndose que los narcotraficantes están optando por este tipo de aviones porque alcanzan mayor velocidad, más altura, mayor capacidad de carga -tienen una capacidad de entre 3 y 5 toneladas- y pueden almacenar más combustible, lo que permite tener mayor autonomía de vuelo.
El Bombardier Global Express puede alcanzar una velocidad de hasta 950 kilómetros por hora, lo que supera la capacidad de reacción de la mayoría de las aeronaves de intercepción de las aeronaves de las fuerzas federales de Guatemala y Campeche.
De acuerdo con los pronósticos de las autoridades, no se descarta que se intensifiquen las operaciones ilegales de aeronaves con motores a reacción sobre territorio campechano, quintanarroense y guatemalteco y con ello el flujo de droga hacia México.
(POR ESTO! Campeche)