ESCARCEGA, Cam., 8 de marzo.- Entre los ganaderos prevalece la preocupación porque, a pesar de las lluvias que cayeron sobre la región el pasado miércoles, los jagüeyes no lograron retener nada de agua y siguen totalmente secos, mientras que las superficies de pastoreo continúan reduciéndose porque no llueve, representando esto el primer reto del 2019 al que debe enfrentarse la nueva directiva de la Unión Ganadera Regional del Estado de Campeche (UGRC).
Productores de la región de División del Norte, Haro y Don Samuel, mostraron al diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía el estado en que se hallan los jagüeyes en estos momentos, cuando se supone que todavía falta para que entre oficialmente la temporada de secas, lo cual pone en serio riesgo su actividad, porque la mayoría practica la ganadería extensiva, es decir, de pradera, por lo que dependen casi totalmente del temporal.
“Muy pocos de nosotros tiene la posibilidad de reunir los recursos necesarios para perforar un pozo y asegurar el agua para nuestras reses, así que dependemos casi al 100 por ciento del agua que logramos retener en la época de lluvia en nuestros jagüeyes, pero como pueden darse cuenta están secos, la tierra está incluso agrietada porque se han secado totalmente”, expuso el productor pecuario Francisco Sánchez.
Señalaron que el riesgo de esto es que las reses empiezan a perder peso, porque al no llover los pastos también se han ido secando y empiezan a sufrir serias carencias de alimento, por lo que es ahora cuando demandan de todo el apoyo posible de sus asociaciones ganaderas y de la UGRC, para tener acceso a melaza y pacas de alimentos para reducir los riesgos de mortalidad en sus ranchos.
Los productores, entre ellos Javier Franco, mostraron que los potreros empiezan a quedarse sin pastos frescos para el ganado, por ello es que piden a la reelecta directiva de la Unión Ganadera Regional de Campeche hacer como cada año las gestiones ante el Gobierno del Estado, para que éste entre al quite y la ganadería tenga una esperanza para que sea un año menos cruel, como ha pasado anteriormente.
(Texto y fotos: Martín Contreras)