Bendicen el fuego nuevo y el agua
HECELCHAKAN, Cam, 21 de abril.- La tarde noche de ayer, católicos de la cabecera municipal y comunidades circunvecinas participaron en la solemne misa de Resurrección, oficiada por el presbítero de iglesia de San Francisco de Asís, Cristian Joel Rivas Caamal; dicha celebración inició con la ceremonia de la bendición del Fuego Nuevo.
En la celebración de la Solemne Vigilia Pascual, el párroco dio inició con la bendición del “Fuego Nuevo” e invitó a participar sobre el triunfo de Jesús ante la muerte; asimismo comenzó con los ritos pascuales, primero fue la bendición del Fuego Nuevo, de ahí comenzó a incrustar los inciensos alrededor de la cruz, mencionando “Alfa y Omega”, “Tuyo es el tiempo”, llevó a cabo la oración.
Dicho ritual se llevó a cabo con las luces apagadas, comenzó a distribuir el Fuego Nuevo, comenzando de esta forma con el encendido de cientos de velas, prosiguiendo con las actividades, uno de los ministros levantó el Cirio Pascual y en el cual el presbítero trazó las letras griegas Alfa y Omega y en la parte inferior grabó los dígitos del año actual, así como la incrustación de incienso en los cuatro puntos cardinales del cirio pascual.
Al término de esto el Cirio Pascual fue levando en alto exclamado el sacerdote: ¡Cristo ayer y hoy, principio y fin, suyo es el tiempo y la eternidad, la gloria y el poder por los siglos de los siglos, amén!, mientras se realizaba una pequeña procesión llevado en brazos el Cirio Pascual, seguido de cientos de feligreses.
Al término de la procesión, dio inicio la sagrada lectura que fueron: Historia de la salvación, el himno del Pregón Pascual, Liturgia de la palabra, 9 lecturas: 2 del Antiguo y 7 del Nuevo Testamento, de los libros Génesis, Ezequiel e Isaías.
Asimismo, alrededor de las 21:35 horas de la noche, el cuadro principal de la ciudad retumbó cuando unido en una sola voz de todos los presentes entonaron el Canto de Gloria, al mismo tiempo que las campanas del templo repicaban, por lo que, al encender las luces, fue la forma de anunciar a los presentes la “Resurrección de nuestro Señor Jesús”, y se dejó escuchar :¡con gozo anunciamos! ¡Cristo ha resucitado!, ha vencido a las tinieblas, con la luz del amor ¡ALELUYA! y en una parte alta de la iglesia justo de un balcón, fue cuando apareció la imagen del Resucitado, el cual fue recibido con canticos y aplausos.
(José Manrique Euán Martín)