En la calle Aquarius, el mal estado de la vialidad ha ido empeorando con el mal tiempo, los vecinos se quejaron de la inseguridad que se vive, los terrenos baldíos y la falta de fumigación; a la fecha las autoridades no se han parado por la zona para atender las carencias y quejas generalizadas.
Vecinas declararon a POR ESTO! que las calles llevan mucho tiempo rompiéndose, sin que a la fecha acudan a repararlas, en la colonia Santa Rita II, y por la temporada de lluvias es más difícil transitar por ahí, ya que corren el riesgo de lastimarse, además, los carros sufren las afectaciones.
“El material es malo, además, nos hace falta un drenaje, eso sí, pero ya es cuestión de que vengan a ponerlo, porque el agua se queda estancada y tarda mucho en irse, pero mientras así está la calle”, indicó la vecina, que omitió su nombre por temor.
La inseguridad es un factor latente, incluso recientemente le dieron un cristalazo al vehículo de uno de los habitantes, pero no dicen nada porque quieren evitar que las agarren contra ellos, y aunque hay rondines de vez en cuando, no se dan abasto para frenar la ola delictiva.
Peligros, “por
todos lados”
“Uno debe andarse con cuidado en esta zona, porque es peligroso por acá, debemos andar pendientes de nuestros carros, porque como estamos en calles metidas, y por allá hay monte, es inseguro”, comentó.
Por otra parte, el terreno baldío de uno e los vecinos, es utilizado como basurero clandestino, y llega gente ajena a dejar sus desechos, sin que haya regulación, y al dueño no le importa lo que ocurra o las afectaciones.
“Siempre está ahí todo sucio, hay mucha contaminación, pero pues ni quien haga algo, la culpa es del dueño que no se hace responsable, pero nos afecta a todos, sólo fíjense cómo está”, subrayó.
Para finalizar, la afectada remarcó que en la parte final de la calle Aquarius, hay mucho monte y agua estancada, que les está trayendo problemas de mosquitos, y aunque algunas veces otros habitantes han limpiado, hace falta una fumigación porque es insoportable que haya tanto insecto por ahí.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Carlos Valdemar)