CALKINI, Cam., 27 de julio.- Un tremendo aguacero se dejó sentir durante la tarde de este sábado, que cambió rotundamente el clima de la zona, pasando de caluroso a fresco, pero también dejando a su paso daños en algunos lugares por la fuerte cantidad de agua y viento que trajo consigo.
Una lluvia repentina, que duró varios minutos, dejó en cuestión de poco tiempo calles inundadas, que impedían el paso y visibilidad al momento de conducir, pero donde hasta el momento no se habían registrado daños materiales.
Fue hasta el paso de la lluvia cuando se empezaron a notar los estragos ocurridos de este fenómeno, que dejó sorprendida a la población de nueva cuenta, por la intensidad con la que se presentó, siendo que muchas personas de edad avanzada indican que éstas son las lluvias que se sentían hace años y que desde hace tiempo se han dejado de notar, pero hoy nuevamente se presentan con esta intensidad.
En la comunidad de Bacabchén dejó árboles quebrados que obstruyeron el paso, pero que fue liberado en un corto tiempo, además en la ciudad de Dzitbalché también dejó tremendo susto a quienes se encontraban en el centro, puesto que los sorprendió despojándolos de sus techos de lámina, pero afortunadamente los pudieron rescatar.
Lo mismo sucedió en Calkiní, donde se desplomó un árbol de gran tamaño, dejando estragos al caer, después de no soportar su propio peso y que se encontraba dentro de un arriate, por lo que terminó cediendo y cayendo sobre una unidad de automóvil.
Este último incidente se presentó en el interior de un negocio que se ubica sobre la calle 22-A del barrio de la Fátima, en donde se vio afectada una unidad de la marca Dodge Attitude, color blanco, con placas de circulación ZAG-748-B del Estado de Yucatán, la cual terminó aplastada por este enorme árbol.
En el lugar se presentó personal de Protección Civil para poder prestar la atención inmediata y desgajar el árbol que se encontraba sobre la unidad, siendo que hasta entrar la noche no se habían reportado daños mayores por el paso del fenómeno meteorológico que azotó en esta zona.
(Jorge Aké Gutiérrez)