Los agroquímicos representan un enorme riesgo para los insectos polinizadores, que enfrentados a la pérdida de su hábitat se dirigen a los cultivos para alimentarse, lo que les puede causar la muerte o daños en la reproducción, advirtió el investigador del Centro de Estudios de Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre (Cedesu) de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), Romeo Sánchez Zavalegui.
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Explicó que la flora y la fauna van ligadas con los herbívoros que consumen flora y los animales que comen a los herbívoros. Por lo que, partiendo de este ecosistema, se puede hablar de los insectos, ya que también cumplen un papel fundamental en el medio ambiente en lo que pueden denominarse como “descomponedores”.
“Son como los que reciclan los cadáveres, los excrementos y que también hasta cierto punto pueden llevar al equilibrio a la vegetación en algunas ocasiones”, resaltó.
Con la pérdida del hábitat que sufren los insectos, ya sea por deforestación, incendios, potreros o invasiones, se produce que busquen zonas de cultivos para su alimentación, con la repercusión que les provocan las fumigaciones en los sembradíos.
Al desplazarse hacia las milpas se enfrentan al reto de los agroquímicos, por lo que los herbicidas y pesticidas son veneno para los insectos, lo que afecta sus poblaciones disminuyéndolas, y a su vez a los que sirven como polinizadores, que son en su gran mayoría para la reforestación en la entidad.
Las abejas están entre los principales polinizadores, ya que no únicamente aportan miel, sino que también cumplen un papel fundamental para que las plantas ofrezcan frutos, al polinizar la flor hembra con el polen del macho, lo que genera la producción.
Estos cultivos dependen de los insectos, destacó el especialista; en el proceso de fecundación puede haber bajas o desapariciones al abandonar las zonas forestales ante la tala o la destrucción por causas naturales, como incendios o huracanes.
Estos fenómenos, causados por el hombre o naturales, generan la pérdida del alimento de los insectos, que se nutren de hojas, resina de los árboles o raíces. Al no contar con el ecosistema vegetal, se dirigen a los cultivos, lo que a su vez contribuye a la proliferación de plagas en los sembradíos de los productores.
Por lo anterior, subrayó la importancia de mantener el equilibrio ecológico mediante la preservación de las zonas forestales y evitar la deforestación o la tala de árboles, que afectan el hábitat de la flora y la fauna regionales.
JGH
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