
Se debe considerar los accidentes que pasan en tramos carreteros peligrosos y aquellos que son provocados, como sucedió hace unos años en Calakmul en donde de tres a cinco veces por mes unidades pesadas se salían del camino, por lo que se presumió había complicidad de los habitantes, planteó el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Luis Felipe Mora Hernández, ante los tres actos de rapiña registrados en los últimos 20 días en vías federales.
Y es que, hay que recordar que el pasado 24 de julio un camión que transportaba pollos se volcó en la comunidad de Haltunchén, Seybaplaya; dos días después, el 26 de ese mismo mes, en el tramo Villahermosa-Escárcega, un camión tipo tortón que transportaba cerdos se salió del camino por una falla mecánica; y el 2 de agosto, en Calkiní, el conductor de un tráiler que llevaba botellas de agua se dormitó y destrozó su remolque al volcarse. En los tres percances las unidades fueron saqueadas por lugareños y conductores que detuvieron su paso.
Ante estos hechos, Mora Hernández dijo que no se puede considerar un poco superficial la postura sobre los motivos que provocan la rapiña, también conminó a los habitantes a ser cuidadosos, ya que les pueden aplicar la ley, aunque los camiones que transportan mercancías y artículos estén asegurados.
Cabe recordar que la rapiña está tipificada como un delito, cuyas sanciones son de hasta 10 años de cárcel y multas que van de las 200 a las 600 Unidades de Medida y Actualización (UMA). Aclaró que hay tramos carreteros de riesgo que ocasionan los percances en las unidades que transportan las mercancías o alimentos; sin embargo, en estos casos las personas no están a la espera de que se registre un accidente para cometer la rapiña de los productos que se esparcen por la carretera federal o acotamientos.
Planteó que existen otros casos en donde se cometían estos actos con la presunción de estar involucrados autoridades, los mismos habitantes y en algunos incidentes hasta los mismos conductores, como sucedió hace algunos años en el municipio de Calakmul.
“En un tiempo hubo seguidos actos de rapiña casi tres o cuatro, incluso llegaban a cinco o seis veces por mes”, rememoró.
Puntualizó que en esos casos hubo una complicidad tanto con el chofer como con las autoridades locales y algunos grupos de las comunidades, por lo que existía el acto de rapiña con consentimiento de quienes debían cumplir con la ley.
Consideró que los campechanos no tienen la necesidad de estar rapiñando algo que ni sabe cuándo va a suceder, por lo que dijo que en este tema “es algo que se tiene que analizar bien”.
Aunque aceptó que la ley establece sanciones para quienes cometen este tipo de actos luego de un hecho carretero, manifestó que las mercancías de las grandes empresas o de cadenas de supermercados cuando tienen este “accidentes entre comillas”, el producto va asegurado, por lo que no les afecta
En este punto -expresó- que quizás los pobladores se unen y empiezan a delinquir en este delito.
Exhortó a los habitantes no solo a denunciar actos de este tipo sino también cuando haya complicidad que provoque accidentes carreteros para rapiñar.