La alimentación a coatis con comida destinada al consumo humano es una práctica que representa un riesgo grave tanto para la fauna silvestre como para el entorno, advirtió Dennis del Ángel Pérez Reyes, integrante de Ecoguardianes de la Naturaleza, quien denunció que en la parte posterior del paradero ubicado frente al campus 3, sobre la carretera Carmen–Puerto Real, algunas personas están incurriendo en esta falta producto del desconocimiento de lo peligroso que esto es.
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El ambientalista advirtió que darles restos de comida, como pollo y huesos, genera múltiples problemas de salud en estos animales, además de alterar por completo sus hábitos naturales. Señaló que al acostumbrarlos a recibir alimento de humanos, se les atrae hacia zonas de riesgo como la carretera y áreas cercanas a restaurantes, donde el olor de la comida los expone a atropellamientos y otros accidentes.
Indicó que en el sitio incluso se ha detectado la colocación permanente de agua y comida, lo que evidencia que esta conducta no es aislada, sino ya propiciada de manera constante. Los coatis, explicó, ya identifican horarios y puntos específicos donde se les deja alimento, lo que incrementa su dependencia y reduce su capacidad de dispersarse y alimentarse de forma natural en la selva.
Pérez Reyes subrayó que, aunque los coatis son animales omnívoros, no deben consumir alimentos procesados ni restos de comida humana, ya que esto puede provocarles enfermedades. Añadió que en la zona existe una fuente natural de agua suficientemente grande donde la fauna silvestre puede hidratarse sin necesidad de intervención humana, por lo que colocar recipientes artificiales resulta innecesario y contraproducente.
Alertó también sobre el riesgo de transmisión de enfermedades, ya que en el área de alimentación se ha observado la presencia de perros que deambulan libremente y que podrían compartir el mismo espacio y restos de comida, facilitando el contagio de padecimientos a la fauna silvestre.
Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia y evitar este tipo de acciones que, aunque puedan parecer de buena voluntad, generan consecuencias graves a largo plazo. Recordó que los coatis cumplen una función ecológica fundamental como dispersores de semillas y controladores de plagas, por lo que proteger sus hábitos naturales es clave para conservar la selva urbana y el equilibrio ambiental de la zona.