Campeche / Sucesos

Tragedia en Hopelchén: Explota quesería menonita, muere el dueño y dos empleados resultan heridos

Una explosión en la quesería de la comunidad menonita de Nuevo Progreso, Hopelchén, provocó la muerte del propietario Abraham Hiberth y dejó a dos empleados heridos.
Fallece el dueño de quesería tras explosión en la comunidad menonita de Hopelchén
Fallece el dueño de quesería tras explosión en la comunidad menonita de Hopelchén / Mauriel Koh

Un trágico accidente se registró la mañana de este martes en el campo 8.5 de la comunidad menonita Nuevo Progreso, donde una explosión en una fábrica de quesos provocó la muerte del propietario, don Abraham Hiberth, de aproximadamente 48 años de edad, y dejó a dos empleados jóvenes heridos, uno de ellos con fractura en una pierna.

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De acuerdo con datos recabados, el incidente ocurrió alrededor de las 8:30 horas, presuntamente a causa de una fuga de gas LP en las instalaciones, que habían sido renovadas semanas atrás. La fuga habría provocado la explosión de un tanque de agua hirviendo, utilizado en la elaboración de quesos tipo amarillo.

Tras el estallido, el propietario sufrió lesiones severas y fue auxiliado por vecinos menonitas, quienes intentaron trasladarlo al centro de salud de la colonia. Sin embargo, falleció en el trayecto debido a la gravedad de sus heridas.

Dos empleados resultaron heridos: uno con fractura en una pierna y otro con lesiones contusas y shock. / Mauriel Koh

Los dos trabajadores lesionados presentaron heridas graves: uno con fractura en una pierna y otro con contusiones múltiples y estado de shock, aunque ambos sobrevivieron al accidente.

Don Abraham era ampliamente conocido en los campos menonitas por ser generador de empleo. Operaba una quesería con siete trabajadores —cinco en el interior y dos encargados de recolectar leche—, además de una tienda con cuatro empleados, sumando 12 empleos directos dentro de la comunidad.

Abraham era generador de empleo: su quesería y tienda daban trabajo a 12 personas en total. / Mauriel Koh

Por respeto a las costumbres religiosas de la comunidad menonita, el accidente se mantuvo en hermetismo y no fue reportado a las autoridades ministeriales ni a la Fiscalía General del Estado, por lo que no hubo intervención oficial.

La explosión provocó la proyección de muros de cemento y otros objetos, lo que agravó las lesiones de los presentes. En todos los campos menonitas de la región existe consternación por el fallecimiento de don Abraham, quien era considerado un referente productivo y comunitario.