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Cultura

Las niñas no se tocan, no se violan, no se asesinan…los niños tampoco

Ivi May Dzib

II y última

Lo sucedido no solo en Yucatán, sino en gran parte de la República, ha desatado la indignación y la rabia en toda la población, a tal grado que a veces se nos nubla un poco el panorama y abordamos las posibles soluciones al problema, ya no con la cabeza fría, sino al calor del momento, aunque hay quienes más que soluciones o formas de abordar el problema se van con posturas radicales, desde culpabilizar a los padres pidiendo que se le quite la custodia de sus hijos, hasta quienes exigen que se maten, linchen o quemen vivos a los violadores.

Las redes sociales funcionan como el foro de linchamiento moral, al conocerse la noticia de la niña acuchillada la gran mayoría de usuarios culpaban de lo ocurrido a los padres por haber mandado a comprar a la niña a las 10 de la noche, esa acción los convirtió en “padres desnaturalizados”. La culpa no fue del Ayuntamiento por permitir que en la ciudad predominen los terrenos baldíos sin sanciones importantes para los dueños, ya que estos terrenos no solo son foco de enfermedades por la basura y moscos que se acumulan en ellos, sino que también son puntos de reunión de delincuentes o lugares idóneos para cometer crímenes, no, la culpa fue de los padres. Tampoco se habló del victimario, ni de los programas de prevención o rehabilitación, no, es más fácil para nosotros darle toda la carga a unos terceros que asumir nuestra parte como integrantes de una sociedad.

Los usuarios de las redes sociales señalaban que a los niños no se les deja solos ni se les manda a comprar solos, dicen que para su seguridad hay que tenerlos bien vigilados, entonces tendríamos que ponernos a pensar si encerrar a un niño en una burbuja de cristal es la mejor solución, pero sobre todo ¿quién tiene los recursos económicos para hacer eso? Pero si se plantea que uno como padre tiene que trabajar para salir adelante y que incluso muchas familias carecen de un “jefe de familia” o se da el caso que ambos trabajan y no tienen dinero para dejar al niño al cuidado de alguien especializado, entonces ¿qué se hace? Lo más fácil es decir que entonces para qué tienes hijos sino tienes el dinero para hacerte cargo. Es más fácil dirigir nuestra frustración a los padres que sufren que a entender y proponer las soluciones a los graves problemas que tenemos como sociedad, problemas que empieza con nosotros mismos.

Después de conocer el caso de la niña asesinada en Thadziú, la gravedad del crimen causó repulsión, indignación y rabia entre la gente, al grado que se empezó a hablar de matar al violador, linchar y quemar a los violadores por igual. Cuántos casos no hemos visto de pobladores que por error terminan linchando a gente inocente que tuvo la desgracia de estar en el momento y lugar equivocado. Y si pensamos en la pena de muerte, en vez de tener en la cárcel una gran población de gente inocente, ya sea como chivo expiatorio, venganza o por buscar un culpable para evadir la presión social, ahora tendremos gente muerta, y ni el disculpe usted, porque así como el Estado encerró a Mireles y ni disculpas pidió, así se matarían a todos los “presuntos culpables”, pero como diría el espurio Calderón, serían daños colaterales necesarios. Y es que la pena de muerte lo propone el Partido Verde, los mismos que “salvaron” a los animales de vivir en un zoológico y los enviaron a la tumba. Si la cosa fuera tan fácil como matar y ya, el mundo no sería complejo, aunque entiendo que esto es producto de la indignación.

Creo que el problema es que nos ha ganado la rabia y pretenden que seamos cómplices de la misma, poniendo a nuestros hijos de ejemplo y que imaginemos que nos los matan. Ahora tendremos que estar alerta, paranoicos, desconfiados, con el arma en la mano porque los otros nos vienen a matar a nosotros y a nuestros hijos. El país nos cobra la factura de lo que fueron las últimas administraciones, pero la violencia solo dejará más violencia, hace falta un plan integral que vaya en serio para poder mantener a raya la podredumbre en la que estamos cayendo como individuos y sociedad.

Hay una frase que circula por la redes sociales a propósito de todo esto: “Las niñas no se tocan, no se violan, no se asesinan”… yo agregaría que los niños tampoco, porque este no es un problema de género, sino de que se ataca a los más vulnerables y sin miramientos. Por ejemplo, un niño de 13 años de edad fue asesinado con un balazo tras resistirse a un asalto en el que le quitarían su celular, en Baja California, es indignante, pero matar al presunto homicida no dará alivio a nadie, solo sería engañar nuestra conciencia con una falsa paz, sin importar si se mata a un inocente o a un culpable.

ivimayd@hotmail.com

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