Ivi May Dzib
Ficciones de un escribidor
III
NIÑO 3: En un pueblo llamado Cholul, vivía una muchacha que se llamaba Emilia, la mandaron a buscar el lavado de su mamá a casa de su abuela/ dicen que en el camino vio a un niño Alux, el caso es que ya no regresó a su casa/.
NIÑO 1: Nosotros podemos escaparnos de las nuestras y decir que nos secuestró un Alux.
NIÑA 2: Nadie nos va a creer.
NIÑO 3: Como vieron que Emilia no regresaba, su mamá se fue al pueblo de Mayapán a ver a un brujo para que le saquen su suerte/, el brujo le dijo que a su hija la estaban llevando ya muy lejos y que tenían que ir a buscarla antes que amaneciera/, sino no la volverían a ver jamás/, así que se tuvieron que dividir cuando fueron por ella/ su mamá pidió ayuda a señores del pueblo para ir a buscarla/ y cuando llegaron los señores encontraron a Emilia y lo tuvieron que agarrar entre todos ya que estaba gritando y pegándole a todos, pensando que los señores querían hacerle daño porque no se acordaba de nada.
NIÑO 2: Eso podemos decir, que no nos acordamos de nada.
NIÑO 1: Nos castigarían más.
NIÑA 2: ¿Ustedes creen que esas historias sean verdad?
NIÑO 3. No, son solo historias que sirven para explicarnos cosas.
NIÑA 1: Pero toda historia tiene un sustento real.
NIÑO 3: Y a veces es bueno saber de algunas cosas.
NIÑO 2: Como del lugar donde vivimos.
NIÑA 1: ¿De Cantamayec?
NIÑO 2: ¿Alguien sabe la historia de Cantamayec?
NIÑO 3: No, ¿cuál es la historia?
NIÑA 2: Sí, cuéntala.
NIÑO 2: Se las voy a contar.
NIÑO 1: (Quien había salido a ver qué pasaba fuera del salón). Pues apúrate que ya vi que nuestros papás están saliendo de la junta que tuvieron con el director.
NIÑO 2: A ver qué nos dicen.
NIÑA1: Pero no fue nuestra culpa, fue un accidente.
NIÑO 3: Pero la gente no lo ve así. Igual y debimos de tener más cuidado.
NIÑO 2: ¿Entonces les cuento la historia o no?
NIÑO 1: Cuéntala pues.
NIÑO 2: Cuando los españoles llegaron a este lugar, el pueblo no tenía el nombre que tiene ahora, se llamaba de otra forma, no me acuerdo cuál era/. En el pueblo vivía una hermosa muchacha que estaba llenando sus vasijas de agua de pozo, cuando se acercaron los españoles y le pidieron un poco de agua/, ella al principio no les entendió, ya que no hablaba español, tampoco los soldados hablaban maya, luego que se lo volvieron a pedir con ciertos movimientos y gestos ella entendió, les dio de beber y quedó enamorada de uno de ellos/. Los españoles siguieron su camino y ella no podía olvidar al español. Todos los días iba al pozo a llenar sus vasijas de agua y seguía esperando que el español regresara/. Pasaron los días y la guerra de los españoles por conquistarnos cobraba más fuerza. Un día que la bella joven estaba llenando sus vasijas, escuchó el ruido de pasos, era el soldado, pero la alegría de ella no se reflejó en su rostro ya que lo vio mal herido, seguro que lo estaban persiguiendo/. La joven lo auxilió y lo llevó a su choza, lo escondió en una cueva que estaba al fondo de su terreno, no quería que la gente lo viera mientras se curaba, porque sabía que el odio hacia los españoles era muy grande, como el amor que ella decía sentir por él/. La bella mujer le daba de comer al español y le curaba sus heridas, ellos estaban enamorados, pero no podían expresar con palabras lo que sentían porque no hablaban la misma lengua/.
Continuará.