Cultura

Cerca de la indiferencia

Por Ivi May Dzib

Apuntes de un escribidor

La imagen es la de un hombre moreno, sin camisa, short, chanclas y con aire despreocupado que, al parecer, se está rascando la espalda, actitud que contrasta con el lugar en el que se encuentra, ya que en la foto vemos que está en una sala de fiestas y hay mesas con personas vestidas para la ocasión. La imagen tiene escritas las palabras “Como cuando tu papá no se ha ido a bañar para la fiesta de tus 15 años y ya empezaron a llegar los invitados”. Esta imagen se hizo viral, solo cambiaba lo que rezaba la imagen y se utilizó para hacer burla de muchas situaciones, con Photoshop se ubicaba al mismo señor en diferentes contextos para hacer burla de su condición, muchos tomaron esto con buen humor, salvo sus familiares que ante lo viral de la imagen pidieron que cesaran las burlas y hubo quienes ante la demanda se ofendieron, como si ridiculizar a alguien en las redes sociales implicara hacerle un favor a la persona.

La imagen fue compartida más de 77,000 veces, lo que nos da una idea del alcance que tuvo la propagación de la burla, luego se supo que el señor es de Dzidzantún y que tiene una historia, la cual es conocida en el pueblo. Los que lo conocieron y no sabían de él, se enteraron de esta forma en qué condiciones se encontraba ahora y pedían que, en vez de hacer mofa de su condición, se le ayudara, ya sea con algún apoyo gubernamental o por lo menos con un poco de comprensión por la situación que atraviesa.

Hay quienes están seguros que las redes sociales sirven para exponer a quién se deje, ya que no se está cometiendo ningún delito, pero no somos capaces de medir el daño que podemos ocasionar en las personas y sus familiares, porque hay quienes terminan por recluirse, porque sienten que las miradas de los demás están sobre él en la vida cotidiana y que ha trascendido la virtualidad. Es cierto que la comedia nos ayuda a representar la naturaleza viciosa del hombre y sus defectos, pero su estructura está delineada para que la crítica social produzca algún tipo de impacto en nosotros mismos, en cambio ahora nos gusta reírnos por cualquier cosa, como si exhibir al otro nos hiciera mejores personas sin ser capaces de vernos a nosotros mismos.

No digo que uno esté exento de caer en este tipo de comportamientos, pero tendríamos que tener un criterio que nos induzca a hacer una crítica a quienes nos han hecho caer en la dinámica social que nos afecta, y no centrarnos en personas que por pura casualidad son fotografiadas en una situación que podemos explotar sólo porque nos parece ridícula.

Exhibir a las personas con comentarios que aparecen en los memes siempre se justifica banalizando su alcance, como si fuera un simple chiste, pero estamos abonando a tipificar estándares de belleza, de conducta, de moralidad, y agudizamos aún más la xenofobia, el racismo, la homofobia, la discriminación, si es cierto que es difícil cortar de tajo toda una construcción de mundo impuesta por la agenda consumista y mercantil, creo que las pequeñas acciones cobran sentido. La idea que ahora tenemos de las personas está permeada por lo que vemos o leemos de ellas a través de las redes sociales. No hay que conocer a una persona ni tratarla para que creamos saber quién es, ya que creo lo que dice un meme.

En estos tiempos, donde los discursos que se construyen en el Twitter o en el Facebook son capaces de motivar a personas a cometer masacres en contra de otras personas, es cuando se necesita un poco más de serenidad y criterio para no subirnos al tren del odio y del linchamiento mediático.

ivimayd@hotmail.com