Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

En las controversias radiales también resultó interesante el tope entre Gonzalo de Quesada y Antonio Camino, la noche del 12 de enero de 1942.1176Gonzalo de Quezada vs Antonio Camino(fragmentos)

Antonio Camino:

Vuelvo esta noche, señores,

a este cubano bohío

trayendo en el pecho mío

un jardín lleno de flores.

Y a mis simpatizadores

aromáticas irán

porque mis flores serán

las sublimes concepciones

de todos los corazones

que mi canto aplaudirán.

Gonzalo de Quesada:

Yo esperaba, compañero,

una nota de adelanto,

pero he visto por tu canto

que te has vuelto un jardinero.

Tú siempre has sido certero

y has luchado entre rigores;

brinda tus grandes valores,

que yo no salgo del centro,

porque sabrás que me encuentro

ahora en mis tiempos mejores.

Antonio Camino:

Quizás tu tengas razón

en tu canto positivo:

soy jardinero y cultivo

la flor de la admiración,

tengo gran inspiración,

sobre ella me acomodo,

yo canto a todos y a todo,

a la cumbre, a la meseta,

porque yo soy un poeta

que adapto el mundo a mi modo.

Gonzalo de Quesada:

Si tú eres adaptable

aquí no lo has demostrado,

porque te me has presentado

como una piedra invariable.

Esta noche es memorable

y en tus versos excelentes

bríndame tus exponentes

que hay que buscar variación

para la satisfacción

de todos los radio-oyentes.

Antonio Camino:

Yo sé bien que el radio oyente

me escucha lleno de afán,

porque yo tengo un volcán

de inspiración en la mente.

Yo perfumando el ambiente

puedo flores cultivar

y también puedo escuchar

la voz de las grandes liras,

pero si te me reviras

no te dejo resollar.

Gonzalo de Quesada:

Tú no eres aquel Camino

que otro tiempo conocí

en tu Bando Azul Turquí

que iluminó tu destino.

Hoy eres un torbellino,

pero si por un error

te vuelves loco, cantor,

para tu mejor final

tu psiquiátrico hospital

es el Bando Tricolor.

No podía faltar en tan escuchado programa la representación de la mujer campesina. He aquí una controversia entre Edelmira Vera, por el Bando Azul, y Nena Cruz, La Calandria, por el Bando Tricolor.

1177Edelmira Vera vs La Calandria(fragmento)

Edelmira Vera:

Vengo, y vengo sin papel

como el que improvisa viene,

mientras la Calandria tiene

siempre que cantar con él.

Con mi pensamiento fiel

a sola voz me defiendo

y hay algo que no comprendo

y es el hecho extraordinario

de ver en el escenario

una calandria leyendo.

La Calandria:

Una décima guajira

bien leída y bien cantada

es más que la improvisada

por la rústica Edelmira.

Si se valora la lira

por el canto dulce y blando,

es preferible a mi bando

en esta típica hora

una calandria lectora

que una urraca improvisando.

Controversias radiales 3

Cantar por temas

Cantar por temas es uno de los ejercicios más refinados de la improvisación, porque exige una clara inteligencia conceptual y un lenguaje más delicado que el requerido por la común controversia de expresión ofensiva o humorística.

Basten estos ejemplos para comprender la dimensión extraordinaria de este reto.

1178Tema: El sentimientoPedro Guerra, Justo Lamas, El Indio Naborí y José Marichal(fragmentos)

Pedro Guerra:

Pregunta noble mujer

qué cosa es el sentimiento

y quiero en este momento

su pregunta responder.

Yo le quisiera exponer

sin número de razones:

fuente de las emociones,

alma mater de mi arte,

flor del espíritu, parte

tierna de los corazones.

Justo Lamas:

Litúrgico receptor

que capta las emociones

y todas las impresiones

sensitivas del amor.

Efecto ennoblecedor

del corazón del mortal,

insondable manantial

de nobleza y de ternura,

flor que el alma nos satura

con su esencia espiritual.

El Indio Naborí:

Sentimiento es poesía

ennoblecedora y triste

que para surgir se viste

de dulce melancolía.

Así aparece la mía

que es siempre sentimental,

mística como el raudal

de aguas que corren internas

en las profundas cavernas

del misterio universal.

José Marichal:

Profunda emotividad

del humano corazón

que a veces nos da aflicción,

pero otras felicidad.

Pura sensibilidad

que surge en horas precisas

de llantos y de sonrisas;

aquella mística sonda

que fue la lágrima honda

del bardo Hilarión Cabrisas.