Cultura

Unicornio Por Esto: Yucatán recibió a figuras de primer nivel de la escena contemporánea en Transversales 2025

“Del 23 de septiembre al 4 de octubre el arte fue transversal; fue de historias que generaron conexiones entre desconocidos, reunirse, pensar y entender a los demás, de abrirse a los diferentes y de entender que la vida no es sólo una a pesar el caos, el genocidio y los discursos de odio”, afirma Patricia Garma tras ser testigo del Encuentro Internacional Transversal.
Yucatán recibió a figuras de primer nivel de la escena contemporánea en Transversales 2025
Yucatán recibió a figuras de primer nivel de la escena contemporánea en Transversales 2025 / Especial

Del 23 de septiembre al 4 de octubre el arte fue transversal; fue de historias que generaron conexiones entre desconocidos, de reunirse, pensar y entender a los demás, de abrirse a lo diferente y de entender que la vida no es sólo una a pesar del caos, el genocidio y los discursos de odio.

Así fue el Encuentro Internacional Transversales Yucatán 2025, que la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán (Sedeculta), del Gobierno del Estado, trajo a nuestro estado con los mejores exponentes de la escena contemporánea mundial, provenientes de Francia, Canadá, España, Chile y Estados Unidos.

La programación de Transversales Yucatán 2025 contó con el apoyo del Instituto de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Acción Cultural Española, el Gobierno de Quebec, Canadá; el Consejo para las Artes de Canadá, la Alianza Francesa en Mérida, Instituto Habla, Alcalá Galerie, Teatro La Rendija y Proyecto Meteorito.

Este encuentro, uno de los más importantes de su tipo en México, se realizó por primera vez en Yucatán desde que inició en 1998; se trata de un evento itinerante que se lleva a cabo cada año en diferentes ciudades del país. La edición de 2025 se realizó gracias a las gestiones de la Sedeculta, que encabeza la Maestra Patricia Martín Briceño, y Teatro Línea de Sombra.

Alicia Laguna, directora de Transversales, estuvo presente en Transversales 2025 desde la inauguración el martes 23 y hasta el pasado domingo 28 de septiembre.

Transversales 2025 incluyó talleres gratuitos dirigidos principalmente a actores, bailarines, músicos y público en general; presentaciones abiertas con piezas en proceso o terminadas, así como sesiones de trabajo y laboratorios que se realizaron en distintas sedes, donde invitados e invitadas nacionales e internacionales interrogaron la escena y el mundo en el que vivimos.

“Sin filtro”

Las y los bailarines son a la vez pintores del movimiento. Sus cuerpos son marco y soporte, desflecándose, brincando ahí donde el color encuentra nuevas posibilidades de existir y ser percibido.

Así fue “Sin filtro” de Julia Rodríguez, que la noche del 22 de septiembre, en el Centro Cultural del Mayab, inauguró Transversales 2025.

En el acto inaugural, Patricia Martín Briceño, titular de la Sedeculta, expresó su entusiasmo porque este encuentro se realice en el estado.

“Nos da muchísimo gusto retomar este proyecto tan maravilloso, que empezó 1998 y se suspendió en la pandemia, un encuentro en el que se invita a los creativos más importantes de la escena contemporánea y que muestra como el arte puede ser una herramienta para reflexionar sobre el mundo en el que vivimos”, dijo la titular de la Sedeculta.

Didanwy Kent, artista y directora de Ciudad Pax.

“Agradezco a Alicia Laguna, directora de teatro Línea de Sombra y Transversales, y a todos los artistas que vienen desde diferentes partes del mundo. Desde la Secretaría estamos trabajando para ustedes, para que sepan lo que está pasando en el arte de vanguardia, para que las nuevas generaciones tengan otros referentes de la escena mundial”.

“El gobernador Joaquín Díaz Mena ha apostado por una Secretaría más dinámica en la que tienen cabida lo tradicional y lo contemporáneo, que va de lo local a lo universal, esperamos que esta sea la primera edición de muchas que se hagan en Yucatán”, concluyó.

Por su parte Alicia Laguna agradeció a Yucatán por acoger Transversales y dijo espera se convierta en casa temporal del mismo.

Tras el protocolo dio inicio la presentación de “Sin filtro” de Julia Rodríguez (Ciudad de México, México), una artista que vive y trabaja entre Berlín y Ciudad de México. Su práctica artística se sitúa en el campo de las artes escénicas, las artes visuales y la coreografía. Su trabajo se despliega en distintos entornos y constelaciones como coreógrafa, performer, pintora y acompañante artística.

Primero, a las personas espectadoras se le invitó a visitar la exposición. Lienzos y telas de estilo abstracto en los que escurrían colores cálidos y fríos fueron recorridos uno por uno por la mirada. Expectante, el público se movía sin saber qué esperar, anticipando el performance, que llegó con Julia Rodríguez y Edgar Pol moviéndose apenas en extremos opuestos de las tres salas que acogieron la muestra.

Poco a poco, Julia y Edgar fueron transformado el lugar en una fiesta rave o un carnaval donde la música tenía color y los trazos movimiento. El público, replegado a las paredes, dejó libre la pista para este proyecto pictórico-coreográfico que fue de lo instalativo a lo performativo. El sonido, motores, objetos y textiles transformaron de manera continua el espacio expositivo abriendo un territorio ambiguo entre la pintura y la danza, entre la imagen fija y la imagen viva.

La muestra de las pinturas se mantuvo en la Centro Cultural del Mayab durante el encuentro, en tres salas con un total de 37 pinturas realizadas en los últimos dos años sobre soportes de papel y lienzo, trabajadas en acrílico y pastel. A ellas se sumaron impresiones sobre telas de cinco de las pinturas expuestas convertidas en vestuarios y en una pieza textil que expandió la pintura hacia otros materiales diseñados e intervenidos por Jorge Dutor. Estos vestuarios fueron puestos en movimiento a través de la danza en el performance.

Participantes del encuentro:

Richard Maxwell, New York City Players Company

El director artístico de los New York City Players es un renombrado dramaturgo y director experimental, cuya influencia se centra en el teatro de vanguardia. Reside en Nueva York y es escritor residente de New Dramatists.

Originario de West Fargo, Dakota del Norte, Maxwell comenzó su carrera profesional con la Steppenwolf Theatre Company. Mientras estaba en Chicago, se convirtió en cofundador y director del Departamento de Teatro del Condado de Cook.

En 2000, Maxwell recibió una subvención para artistas de la Fundación para las Artes Contemporáneas junto con una subvención para proyectos de Creative Capital. En 2010, Maxwell recibió una beca Guggenheim y en 2012 recibió el premio Doris Duke Performing Artist. También en 2012, Maxwell fue un artista invitado en la Bienal de Whitney.

Es autor de dos libros “Obras de teatro: 1996- 2000”, publicado por Theatre Communications Group, que también estuvo a cargo de su segundo libro, “Theater for Beginner” (Teatro para Principiantes), publicado en 2015.

En Transversales Yucatán, Maxwell impartió del 22 al 26 de septiembre un taller intensivo en el Centro Cultural de la Niñez Yucateca (CECUNY), abierto a personas de todas las disciplinas y trayectorias, que exploró herramientas prácticas y poéticas para escribir, dirigir y actuar desde una mirada original.

Inspirado en su libro “Theater for Beginners” (Teatro para principiantes), este espacio propuso un acercamiento riguroso y sensible a la escena, centrado en la idea de comenzar siempre desde cero, buscando lo genuino en la acción, el lenguaje y la presencia.

El taller estuvo especialmente dirigido a intérpretes interesados e interesadas en cuestionar los códigos de la representación, la relación entre presencia, verdad escénica y tensión emocional sin artificios. El trabajo actoral se abordó desde una lógica de contención y escucha, donde menos puede ser más.

Artistas y talleristas de Mayday / Por Esto!

Los dos minutos de Richard Maxwell

Imagina que te dieran dos minutos para hacer los que tú quieras. Dos minutos para hablar, cantar, bailar o simplemente no hacer nada. Sin embargo, Richard Maxwell asegura que la mayoría de las personas buscan ser interesantes.

En entrevista en el marco del inicio de su taller en Transversales 2025, el reconocido dramaturgo y director neoyorkino confesó que la mayoría de las personas piensan que estos talleres se tratan de actuar, cuando en realidad la actuación es solo una parte de los mismos. Se trata de hacer arte.

¿Y cómo se hace arte?

Maxwell explicó que en estos workshops, basados en su libro “Theater for Beginner” (Teatro para Principiantes), publicado en 2015, ha visto que se cree que para que una persona sea considerada entretenida tiene que actuar, cambiarse a sí misma para ser interesante, “pero lo que quiero trabajar con ellos (los alumnos de Yucatán) es que entiendan que ya son interesantes, cada uno de ellos, y que la razón de que ya son interesantes es porque son personas curiosas”.

“Cuando eres una persona curiosa haces preguntas, cuando no lo eres, das respuestas; prefiero personas que hagan preguntas en lugar de que sientan la presión de dar respuestas. No estamos haciendo esto por nosotros, sino por otras personas”, agregó Maxwell, en el sentido de que “en   este workshop, si bien no hubo interacción con el público, nos volvemos la audiencia, este taller es acerca de cómo ser un artista”.

Alto, delgado, sonriente, con una empatía natural que lo aleja de la vaca sagrada de las artes escénicas de vanguardia que es, Richard Maxwell ha impartido estos talleres en varias partes del mundo.

Sobre cómo cambia su forma de trabajar en cada lugar, explicó: “es lento y en partes, porque tenemos un ritmo para poderlo traducir, hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice, buscar las palabras precisas; no me importa que lo hace diferente, sino que lo hace similar. Lo que se repite es la manera en que los participantes intentan ser interesantes, es válido, pero quiero que examinen ese impulso, lo he visto en Nueva York, en Ucrania y ahora aquí, con el mismo ritmo, esos impulsos de cómo hacer algo apropiado para cada situación son universales”.

Por eso, dijo con ayuda de una traductora de la academia Habla, la misma que lo asiste en su workshop, que su primer ejercicio es conceder dos minutos a cada participante para que haga lo que quiera.

“Muchos se presentan a sí mismos, ofrecen su biografía en treinta segundos ¿y luego qué? Dije que podías hacer lo que quieras, es un buen punto de partida, podrías contar una historia, ‘ayer tuve una pelea en el supermercado’, algo muy entretenido, por ejemplo; llegan al punto importante y se acabó, siempre hay alguien que tuvo demasiado tiempo y otro más que no tuvo suficiente, pero tienes que ser equitativo, dos minutos son dos minutos”.

“La pregunta, al final del día, es si hiciste lo que querías hacer o lo que pensaste que nosotros queríamos que hicieras. Es una pregunta que solo el actor puede contestar”.

Volviendo a la historia del supermercado, recapituló Maxwell, “el silencio nos hace sentir incómodos, hay una necesidad humana de llenar el silencio con palabras; muchos lloran, otros ríen, hay una necesidad de entretener, pero es una trampa, a menudo creemos que la gente quiere escuchar historias entretenidas y es lo que hacemos, no hay nada malo en contar historias, pero lo importante es preguntarte por qué las estás contando”.

“Ves a alguien que no está haciendo lo que quiere, sino que está tratando de estar cómodo, si veo a alguien que está cómodo contando una historia, le doy otros dos minutos otra vez, sin hablar, porque la verdad es lo que surge cuando estás incómodo”.

Ese salirse de la zona de confort también es algo que ha vivido Maxwell varias veces. Contó, entre risas, que a principios de septiembre le pidieron participar en un show llamado “Niñeras”, varias eran extranjeras y su texto era el único en español.

“Les pidieron a cinco hombres blancos decir las líneas. Mi español no es muy bueno. Tuve que decir ‘soy Marioli, nací en Colombia, trabajo en limpieza y soy niñera’, fue bastante incómodo, no sabía qué estaba diciendo exactamente, memoricé los sonidos, el ritmo, no conozco el idioma para usar sinónimos si me equivoco, había como sesenta o setenta personas en la audiencia que no sabían de que estaba hablando”.

El trabajo de Maxwell como dramaturgo y director es muy diferente entre sí. Le encanta el fenómeno de no saber cómo va a acabar todo el caos que está en la libreta. La manera en la que explica su proceso creativo es honesto e inspirador, revela mucho de cómo va cambiando un proyecto conforme avanza, y de cómo nos cambia a nosotros mismos.

“Digamos que es marzo y que estoy llorando, me pasa mucho, hay un sentimiento genuino del cual escribir, pero es marzo, y en abril hago un diálogo de esta escena; en mayo escribo otras escenas, todas se juntan y crean una historia. En junio hago el casting para buscar a los actores, tengo que empezar a tomar decisiones y ensayar. Le doy a los actores el texto que escribo, les pido que digan lo que escribí a mitad de julio. ¿Qué le pasa a ese sentimiento genuino inicial? Soy el escritor, pero ahora soy el director, ya no estoy en casa, sino en otro lugar, con otras personas. En agosto ya hay otra dimensión del texto, no importa lo que pasó en marzo, lo que yo sentí, yo terminé y seguí, ahora espero que todos avancen conmigo en julio, en agosto… son como animales diferentes, tienen que cambiar”.

El workshop New York City Players Company de Maxwell llegó a su fin con la presentación de montajes breves a cargo de los talleristas, organizados por equipos, en los que lloraron, rieron, bailaron y abordaron temas como la muerte y el amor.

La Re-sentida, Santiago, Chile

Desde su fundación en Valparaíso en 2008, La Re-sentida se caracterizó por su ánimo iconoclasta y su crítica virulenta al orden establecido, posicionándose como un espacio para la reflexión y la provocación.

La compañía buscó y consolidó un lenguaje propio capaz de retratar las ideas de su generación, asumiendo la crítica y la reflexión como un deber.

Hacerles aparecer, en el Parque Eulogio Rosado. / Especial

Su trabajo se convirtió en un espejo de las problemáticas y el malestar social chileno, especialmente a la luz del estallido social de 2019, donde sus puestas en escena resonaron con las demandas ciudadanas. Su obra fue relevante porque dialogó de forma directa con las coyunturas políticas y sociales del país, abordando temas como la desigualdad, la exclusión y las deudas del Estado.

La compañía, dirigida por Marco Layera y compuesta por jóvenes artistas chilenos, se convirtió en un semillero de talento y un referente para el teatro colectivo y político en el país.

A través de su teatro, visibilizaron las condiciones de vida de los sectores más marginados de Santiago, como las comunas del sector sur, que sufren de escasez de recursos, áreas verdes y servicios.

Carolina Maza, dramaturga de la compañía, y Layera, impartieron en Transversales Yucatán 2025, del 23 al 29 de septiembre, en las instalaciones del Centro Cultural La Ibérica, un laboratorio que buscó fomentar la creación escénica sin un texto preexistente, a partir de los mundos subjetivos de cada participante.

“La idea del taller es generar diálogos con base en los contextos sociales, políticos, los pulsos, los imaginarios y los referentes de otros artistas, no son alumnos, todos estamos compartiendo, estamos en la búsqueda y en la estimulación, buscamos generar un pensamiento crítico”, explicó Leyera en el arranque del mismo.

“No impongo mi estética, no decido que hacen o que no hacen, estamos descubriendo qué habita en cada uno y cada una, haciendo una contra narrativa a la representación. Trabajamos el cuerpo no orgánico, el cuerpo disfuncional, en agonía, es algo muy técnico, pero ha sido súper bello, todos y todas tienen mucho material, muchos conocimientos y cultura, además de humanidad y buena onda. Es bonito trabajar en Latinoamérica, somos cálidos, somos abrazos; no vengo a enseñar, vengo a democratizar el conocimiento; me llevo también muchas cosas de la relación con los demás compañeres”.

Sobre el trabajo de La Re-sentida en 17 años de trayectoria, Leyera indica que ha ido evolucionando, con cambios de paradigma.

“Partimos como una generación muy crítica de la transición hacia la democracia en Chile. Nuestra compañía nace en el bicentenario (el 18 de septiembre de 2010) por los 200 años del inicio del proceso de independencia de Chile, un Chile igualitario, justo, diverso, integrado, pero era una gran falacia, era un país racista, desigual, brutal, violento, anti indigenista. Empezamos a ser muy críticos con esa izquierda que llegaba al poder después de la transición, que se acomodó a las prácticas neoliberales, a las transas; la transición hacia la democracia es una transición pactada, era complejo ser crítico con esa izquierda, porque había sufrido mucho durante la dictadura”.

Marco Leyera explicó que entre 2004 y 2006 empiezan a surgir varias voces críticas en Chile, hacia esa izquierda sobre todo, y nace un movimiento estudiantil del que fue parte el presidente actual del país, Gabriel Boric, que promulgaba una educación gratuita y de calidad. En el 2019, con el estallido social, se fueron sumando voces desde la disidencia, irrumpe con fuerza el feminismo y por primera vez se tenía la posibilidad de cambiar la constitución de Pinochet por parte de sectores progresistas, “desgraciadamente ese proyecto constituyente fue sometido al escrutinio de la sociedad chilena y no se dio, fue un gran fracaso porque develó mucho de Chile”.

Esa voz crítica, de disidencia, antipatriota, antinacionalista, refleja el espíritu de La Re-sentida, inclinada a un teatro muy reflexivo que combina proyectos sociales y comunitarios con lo artístico. Así nacen dos trabajos, uno con adolescentes de sexo femenino, “Mensajes para no olvidar”, que por la pandemia no pudo presentarse en México en el Festival Internacional Cervantino, y “Posibilidad de ternura”, que explora como la masculinidad puede ir más allá de la violencia y el autoritarismo, mostrando como siete jóvenes adolescentes chilenos construyen y expresan afecto y ternura en un contexto social que lo restringe, proyecto que La Re-sentida trajo el año pasado a Ciudad de México.

“Formamos familias hasta el día de hoy con quienes trabajamos, que no necesariamente son personas dedicadas al teatro, esto nos abrió a democratizar la escena, fue un gran cambio de como visibilizar nuestras prácticas en relación a que no solo tengan un resultado estético, sino sean una práctica social”, abundó Leyera.

“Nuestras propuestas son una búsqueda del lenguaje, siempre tratamos de hacer algo que nunca hemos hecho, no repetimos recetas. Hicimos ‘Oasis de la impunidad’, una obra interdisciplinaria donde no existe el texto, trabajamos en la búsqueda de una forma estética y narrativas que revelen la fragilidad de la humanidad, la vulnerabilidad, la potencia y el exceso, todo siempre en la exploración y la búsqueda; lo que hacemos es abstraer, conceptualizar con un carácter universal, no hacemos obras herméticas”.

En un mundo donde todo está dicho, La Re-resentida busca contar sin palabras, encontrar nuevas formas de expresión capaces de remover, conmover, generar catarsis.

“En ‘Posibilidad de ternura’ hay gente que se abraza, llora o no soporta ver la obra, pero sí podemos soportar ver la violencia en la calle. No podemos normalizar la guerra, ni la brutalidad”.

A Leyera le afectan las desapariciones forzadas, los genocidios, el crimen organizado. Los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa lo siguen impactando.

“Todo está mal, es un ciclo histórico, cuando hay avances progresistas viene un cambio de grandes paradigmas, estamos en un proceso muy extraño diría Bertolt Brecht, ‘hay un viejo mundo que no se quiere ir y un nuevo mundo que no llega’, pero hay que seguir trabajando, haciendo comunidad. Mi desafío más grande, como artista, es democratizar el teatro contemporáneo para que sea accesible a todos, y para eso, hay que hacer camino, educar”.

Sobre el avance de la extrema derecha en Chile y en otras partes del mundo, Leyera recordó que él nació en la dictadura “y todo es mejor que eso, vamos a tener al enemigo contantemente, pero no podemos bajar los brazo

Artista multidisciplinaria, Mélanie Demers fundó la compañía MAYDAY en Montreal en 2007, explorando el poderoso vínculo entre lo poético y lo político. Su fascinación por la interacción entre la palabra y la gestualidad se materializó con la pieza “WOULD” (2015), ganadora del Premio CALQ a la Mejor Coreografía.

Tras el éxito del ambicioso proyecto “Danse Mutante” (2019), inició un nuevo ciclo creativo con las obras “La Goddam Voie Lactée” (2021), “Confession Publique” (2021) y “Cabaret Noir” (2022), todas presentadas en prestigiosos escenarios y festivales.

En 2021, Mélanie Demers recibió el Gran Premio de la danza de Montreal, en reconocimiento a la huella única que dejó en su tiempo. Al año siguiente, recibió el Premio CALQ a la Mejor Coreografía por “Confession Publique”.

Finalmente, se dedicó al teatro y dirigió la obra “Déclarations” del aclamado autor Jordan Tannahill, siendo finalista del Premio Jovette-Marchessault.

En 2024, Mélanie Demers co-creó y actuó en Espace GO en “Affaires intérieures”. También ganó el Premio de Artes Escénicas del Gobernador General de la NAC.

Su nueva obra “L’amour ou rien” se estrenó en la primavera de 2025 en el Théâtre ESPACE GO.

Hasta la fecha, ha coreografiado treinta piezas que se han presentado en unas cuarenta ciudades de Europa, América, África y Asia.

Los talleres de Mélanie investigan el papel del arte y la danza en la sociedad, ofreciendo un espacio seguro y experimental para explorar la “mitología interior” y activar un proceso creativo desde el cuerpo. A través de conversaciones, improvisaciones guiadas y trabajo colectivo, se fomenta la introspección, la responsabilidad individual y la conexión entre movimiento, discurso y comunidad.

Su taller en Transversales Yucatán 2025, titulado “Mithologie intérieure”, que se impartió del 29 de septiembre al 3 de octubre, en las instalaciones de la Sedeculta, se inspiró en el enfoque interdisciplinario de MAYDAY y en la mezcla entre danza, teatro, música y performance.

En entrevista en el inicio de su taller, Melanie respondió, entre otras preguntas, a qué debemos entender por interdisciplina en el siglo XXI.

“La interdisciplina es un lugar donde todas las disciplinas pueden interactuar, confrontarse a sí mismas y también enriquecerse en el proceso creativo”.

Sobre cómo ha evolucionado la compañía en todos estos años, desde 2007, siente que ya es “adulta”, pues eran unos adolescentes con deseos de rebelarse en sus inicios, y que el principal reto ha sido seguir adelante y adaptarse a una sociedad cambiante, confiar en el arte para vivir y también para cambiar vidas.

“No es mi primera vez en México, pero sí mi primera vez en Transversales y en Mérida, estaré conviviendo con artistas de diferentes partes de México, usando la danza y el lenguaje como formas de conectarse”.

En su trabajo como coreógrafa, lo poético y lo político se entrelazan.

“Lo poético y lo político son como el mismo aspecto de la identidad de la vida humana, una mezcla entre la individualidad y la capacidad de conectarse con el resto del mundo”, dijo.

Como parte de su participación en Transversales 2025, Melanie presentó “Confesión Pública”, el 2 y 3 de octubre, a las 8 de la noche, en el Teatro Armando Manzanero.

“Confesión Pública es un show que creé en 2121 usando materiales biográficos para convertirlos en ficción, para dar a conocer a la audiencia la historia del performer, trabajar juntos historias, traumas, bagaje cultural, usando a los bailarines como un vector. La coreografía es mía”.

Acerca de qué significa para ella trabajar con desconocidos de diferentes procedentes y disciplinas, dijo que es un reto, pero que le interesan las personas, los mapas humanos, “y la danza es la mejor forma de conocerse, es un lenguaje universal, un lenguaje plural que tenemos que vestir con música y teatro, es una hermosa manera de conocernos íntimamente, en un flash físico”.

Pierre Duforeau (Komplex Kapharnaüm, Francia)

Komplex Kapharnaüm es una compañía francesa de referencia en teatro urbano y video instalación móvil, pionera en la creación contextual y espectáculos urbanos de gran formato, que cuestiona a las personas y los paisajes en busca de su belleza singular.

La ciudad es su patio de recreo, su fuente de inspiración y su espacio de representación. Su equipo artístico reúne el talento de personas videógrafas, músicas, técnicas, escritoras, intérpretes, artistas visuales, diseñadores, constructores... que cruzan historias, componen desde lugares, creen en la poesía de la vida cotidiana y buscan trascenderla.

Las creaciones de la compañía nacen de un material documental compuesto por vídeos, sonidos, archivos, palabras y ambientes creados o recopilados. En la intersección de diversas disciplinas artísticas, Komplex Kapharnaüm combina sus habilidades según los proyectos y el contexto en el que se desarrollan. Todas sus creaciones se presentan en el espacio público. Calles, plazas y edificios ofrecen una resonancia única a cada difusión.

Mediante el desarrollo de formas de entretenimiento innovadoras y, a menudo, móviles, el equipo de técnicos e ingenieros trabaja para construir herramientas específicas del lenguaje de la compañía. Se llevan a cabo dos tipos de proyectos: las llamadas creaciones "itinerantes", adaptadas al contexto de cada espacio que las acoge, y las creaciones dedicadas, propuestas artísticas a medida, realizadas en conexión con un territorio, un barrio, un lugar.

En Transversales Yucatán 2025, del 24 de septiembre al 2 de octubre, en el Centro Cultural Ricardo López Méndez, de Cordemex, Duforeau, director la compañía francesa, impartió un taller intensivo de creación artística en el espacio público centrado en el territorio y la temática del agua como patrimonio natural y cultural en riesgo.

Durante varios días, los participantes recorrieron todo el proceso de trabajo de Komplex Kapharnaüm combinando documental (entrevistas, trabajo de campo, producción audiovisual) y creación in situ para desarrollar una forma de escritura escénica que dialogara con el espacio público y sus resonancias simbólicas.

A través de herramientas técnicas (videos, sonido iluminación móvil) y de una aproximación sensible al territorio se construyó una pieza colectiva que fue presentada al final del proceso, el 3 de octubre, en el centro cultural, para explorar nuevos lenguajes escénicos desde lo documental, lo poético y lo territorial.

Este taller estuvo dirigido a artistas en video, artistas visuales y artistas escénicos.

En entrevista, Pierre Duforeau, director de la compañía francesa, dijo en español que está muy contento con el trabajo en Cordemex, con talleristas que vienen de diferentes ciudades y disciplinas.

“Esa diversidad nos dio una dirección muy social de contacto con la gente y con el proyecto arquitectural de Cordemex, lleno de actividades comerciales. Entre los y las talleristas lo que estuvo pasando es que se construyó un diálogo para compartir el proceso”.

Acerca de cómo Komplex Kapharnaüm se ha convertido en un referente mundial del arte de vanguardia, dijo que es el resultado de un trabajo constante de veinte años en diferentes partes del mundo, propiciando un proceso para tener un arte que está en conexión con la sociedad.

“En México, como en otros lugares del mundo, hay como una política de transformar los espacios, de convertirlos en moneda de cambio para hacer negocios, y la gente local se está viendo cada vez más desplazada de sus lugares de origen, de sus barrios”, lamentó.

Sara Pinedo y Didanwy Kent + Alejo Medina y Bryant Caballero

Durante el Encuentro Transversales Yucatán 2025 se contó también con la presencia de Sara Pinedo, Didanwy Kent y Alejo Medina y Bryant Caballero, de Tapanco Centro Cultural, con el laboratorio escénico “Ciudad Pax: Ruta Tulipanes”, de exploración escénica y territorial. Se trata de una colaboración entre las ciudades de León, Ciudad de México y Mérida que tuvo lugar del 23 al 27 de septiembre.

Sara Pinedo es dramaturga, creadora escénica y activista de León, Guanajuato. Además de “Ciudad Pax”, participó en Transversales 2025 con el proyecto “Estudios en Campo” y la instalación “Hacerles aparecer”, a propósito de desaparición forzada, realizado en colaboración con colectivos de búsqueda del estado de Guanajuato.

Didanwy Kent es tutora en los Posgrados de Música, y de Artes y Diseño de la UNAM, en los que se ha desempeñado también como profesora, así como del Posgrado en Historia del Arte en el que actualmente funge como tutora y docente. Sus temas de interés investigativos han girado en torno a las diversas manifestaciones de las artes escénicas en particular la ópera, pero también las prácticas artísticas contemporáneas. De manera especial le interesa el desarrollo de los planteamientos teóricos, metodológicos y filosóficos relacionados con dichas artes, en particular los estudios performativos, intermediales y los estudios de la imagen.

Miembro fundador y coordinadora del Seminario Permanente de Estudios de la Escena y el Performance (SPEEP) desde 2013. Es coordinadora del Aula del espectador de Teatro UNAM.

Entre sus últimos trabajos se encuentran la tesis de maestría “La permanencia de Don Giovanni en dos mundos: disertaciones estéticas sobre un discurso trágico-cómico en la ópera”, el artículo “Donna Giovanni y la performatividad simbólica del deseo” y la tesis de doctorado “Resonancias de la promesa: ecos y reverberaciones del Don Giovanni. Un estudio de los desplazamientos de la imagen intermedial”, por la que obtuvo la medalla Alfonso Caso. Así como el ensayo “La experiencia teatral: apuntes para un “respectador” que le valió una mención honorífica en el Premio Internacional de Ensayo Teatral 2017.

Bryant Caballero (Mérida, Yucatán 1982) es Licenciado en Teatro y Maestro en Literatura mexicana (Universidad Veracruzana) y Maestro en Artes del espectáculo vivo (Universidad de Sevilla). Especializado en gestión cultural, investigación y dirección escénica. Ha publicado artículos en revistas a nivel nacional e internacional. Coordinador de la Red Alterna durante 2016-2017. Perteneció a los comités organizadores del 3er. y 4to. Congreso Nacional de Teatro. Actualmente es gestor de Tapanco Centro Cultural, socio cooperativista de El Sótano Colectivo escénico, nodo de la Red Alterna para las artes escénicas, coordinador del Directorio Nacional de la Comunidad Teatral, co-coordinador de la Red de Espectadores, coordinador del Observatorio Ciudadano de Arte y Cultura de Yucatán (OCACY) y profesor en la Universidad de las Artes de Yucatán.

Alejo Medina (Montevideo, 1980) nació en Uruguay, pero reside en México desde niño y en Mérida desde hace varios. Estudió artes escénicas en México y España, y ahora se dedica al teatro y la docencia. Su pasión por las artes y la enseñanza lo motivó a crear Tapanco Centro Cultural, un centro cultural con sede en Mérida, Yucatán que organiza una amplia gama de eventos sociales, culturales y artísticos en la comunidad, con el objetivo de crear un espacio de reflexión y transformación.

“Ciudad Pax: Ruta Tulipanes” fue una caminata en búsqueda del emblemático cenote en el centro de la ciudad que dio vida al centro de espectáculos Tulipanes, como una provocación a recorrer y recordar Mérida, y a repensar los cuerpos de agua como sujetos de derechos en medio del desarrollo industrial.

El laboratorio combinó exploración histórica, acción escénica y pensamiento situado para imaginar nuevos futuros en torno a este espacio desaparecido e incluyó una barriada callejera en las inmediaciones de Tulipanes conmemorando su valor cultural y natural, como santuario de las formas de vida no humanas que resguarda.

Barriada crea comunidad y conciencia en Transversales

Espectáculos, instalaciones, testimonios y mucha música y baile formaron parte de la barriada callejera que convirtió las inmediaciones del antiguo centro nocturno y restaurante Tulipanes en una gran fiesta comunitaria el pasado sábado 27 de septiembre, como parte de Transversales 2025.

Así como antiguamente muchos vecinos se organizaban para cerrar sus calles y armar la fiesta en épocas como Carnaval o Año Nuevo, esta barriada, organizada por el Colectivo Escénico El Sótano en la calle 52 con 53ª, devolvió ese sentido de comunidad y alegría a los vecinos de la Colonia Lourdes Industrial, como parte del proyecto “Ciudad Pax: Ruta Tulipanes”.

El evento, anunciado a las cinco de la tarde, dio inicio quince minutos antes de las siete debido al aguacero, que no impidió que parroquianos, artistas, ex empleados de Tulipanes y público en general, de edades y nacionalidades diversas, se dieran cita para mover las caderas al ritmo del danzón y la cumbia mientras la cabeza de una muñeca de plástico los veía desde arriba de un muro, uno de los objetos encontrados en los recorridos de la Ruta Tulipanes. Una lata de cerveza, recortes de revistas y periódicos, un bolso de mujer, el mástil de una guitarra, hojas secas, tornillos, un clip, una tapa y parte de un cesto de ropa también formaron parte de la instalación, una de las más fotografiadas junto con un “tendedero” de noticias futuristas de una Mérida desgentrificada y desturistificada, un sueño para muchos.

En otra pared, un mapa de Thó invitó a los asistentes a encontrar a la Mérida de hoy y, en otra sección, una instalación sonora, Sonidos de Pax, mostró que la ciudad suena a jaranas y a Paleto, a pregoneros, pájaros y maquinaria de construcción.

Los artistas invitaron al público en general a mandar un archivo de un minuto de audio de sonidos de Mérida, como el canto de los pájaros, las campanadas de la iglesia o cualquier otro que  les llame la atención a sonidosdepax@gmail.com, con la intención de elaborar un mapa sonoro.

Un inesperado vendedor ambulante de marquesitas y esquites terminó de darle ese sabor de barrio a la callejoneada. El público disfrutó de bolis y “tostielotes” mientras una bailarina de belly dance, Coral, remitía con sus contorsiones y antorchas de fuego a las famosas vedettes que alguna vez se presentaron en Tulipanes. Un ex barman del centro nocturno las recordó, micrófono en mano, igual que los “sacrificios” mayas que se hacían en el cenote de Tulipanes y la gran cantidad de gente que se daba cita en lugar: “se formaban filas interminables de vehículos aquí afuera, la gente venía a ver Olga Breeskin… Niurka Marcos… yo trabajé de 1972 a 1974 aproximadamente”.

Tulipanes, conocido también por su discoteca A Gozar, cerró sus puertas principalmente por motivos de operación y no se ha especificado una razón única, aunque investigaciones de la época apuntan a problemas de gestión y abandono, lo que provocó su declive y eventual cierre.

 “Pese al caos por la lluvia, que hizo que empezáramos más tarde, y algunas cuestiones técnicas, creo que la idea que queríamos compartir de convivio, de encuentro, de reflexión sobre la ciudad que habitamos, el barrio que habitamos, se logró”, dijo Alejo Medina, de Tapanco, una de las sedes de Transversales.

 “Tan solo bastó crear un evento como este para que varias personas nos contaran su participación en Tulipanes en sus orígenes, desde músicos hasta bailarines y asistentes. Estoy muy contento y agradecido porque fue una colaboración muy bella entre Sara Pinedo y Didanwy Kent con Bryant Caballero y conmigo; también tuvimos la participación de Sofía León y Eli Navarrete en la organización, además de las personas asistentes al laboratorio de Transversales; fue tan rico y maravilloso tener a un gran grupo de personas de diferentes sectores de la ciudad y personas invitadas de otros lugares que pudieran conocer una realidad más profunda que la que simplemente se muestra cuando vienes como turista y no reconoces toda una serie de historias que están ahí escondidas que nos llevan a reflexionar sobre qué tipo de relación queremos con nuestra ciudad”.

Como parte de la barriada se proyectó un video del proyecto “Ciudad Pax”, que nació para reflexionar el concepto de lo que las personas asumen por un lugar pacífico y si Mérida es realmente la ciudad de la paz que dicen que es. El laboratorio escénico incluye la creación de una ciudad digital en la que las personas podrán recorrer con su propio avatar algunos de los sitios que fueron modificados por los movimientos sociales contemporáneos, como el Paso Deprimido, el Parque de La Mejorada o el Remate de Paseo de Montejo.

Derechos de los cuerpos de agua

Didanwy Kent, doctora y maestra en Historia del Arte por la UNAM, abundó sobre “Ciudad Pax: Ruta Tulipanes”:

“Sara (Pinedo) y yo sabíamos que no podíamos entrar a Tulipanes, este centro de espectáculos abandonado, pero fue muy interesante volver a caminar esas mismas calles que rodean la zona de hace dos años, cuando comenzó el proyecto. Estamos impresionadas con el paisaje, que ha cambiado, del proceso de modernización del espacio. Cuando llegamos La Plancha todavía estaba en construcción”.

“Aunque no tenemos acceso al cenote, que está dentro de las instalaciones de Tulipanes, encontramos material de archivo con el que estamos trabajando. Es muy interesante pensar en la gran cantidad de vegetación y animales que hay ahí adentro, en el deseo de sumergirnos en las aguas del cenote y preguntarnos qué derecho tenemos nosotros de hacerlo a pesar de que esas aguas están para saciar nuestra sed o calor”.

La dramaturga, activista y pepenadora Sara Pinedo, de Cía. Un Colectivo, dijo que en el laboratorio que realizaron como parte de Transversales compartieron estrategias creativas y de investigación.

“Hace dos años recorrimos las calles en Mérida para encontrarnos con una reja en Tulipanes y cuestionarnos acerca de los derechos de los cuerpos de agua en un contexto en el que sabemos que, si los derechos de las personas son invisibilizados o violentados, qué podemos esperar de los cenotes”.

Finalmente, Bryant Caballero agregó que en “Ciudad Pax” trabajan en colaboración con el público la memoria de la ciudad por un lado y, por otro lado, el tema de los cuerpos de agua.

Dijo que en la Ruta Tulipanes pueden observar que un lugar que mucho tiempo fue explotado, ahora encuentra se encuentra en abandono, libre de humanos, con un tesoro como lo es un cenote dentro de la ciudad, muy cerca de una zona muy fuerte de identificación, de desplazamiento.

“No sabemos qué va a pasar con este espacio, si lo van a volver un estacionamiento o un airbnb, la discusión (sobre los espacios en Mérida, la gentrificación, el desplazamiento) despierta mucha irritación”.

Mientras tanto, en medio de una canción de rap que grita “la puebla unida jamás será vencida, hip hop Vs. Monstruo neoliberal” y gritos de “chin… su madre la gentrificación”, la gente bailó como esa Mérida enfiestada y guapachosa, pero mucho más consciente de su territorio.

De la fiesta a la desesperación

Después de la barriada en la Colonia Industrial, vino un contraste muy fuerte en el parque Eulogio Rosado de Mérida, que se llenó de nombres de personas desaparecidas y voces de mujeres buscadoras en “Hacerles aparecer”, en el marco de Transversales 2025, el pasado domingo 28 de septiembre.

En “Hacerles aparecer” Sara Pinedo (México), dramaturga, creadora escénica, gestora y activista feminista, muestra la cruda realidad que viven los guanajuatenses en temas de seguridad, desapariciones y homicidios por medio de una instalación sonora y de sombras que se estuvo presentando en el citado parque de la calle 56 con 65, centro, de 10 de la mañana a 6 de la tarde.

La instalación y acción duracional contó con un mapa y cifras de las personas, hombres y mujeres, desaparecidos y desaparecidas en Guanajuato desde hace más de veinte años, grabaciones de emotivos y desgarradores testimonios de mujeres buscadoras y los nombres de algunos de los y las desaparecidos y desaparecidas no solo en Guanajuato, sino también en Yucatán.

En una esquina del parque llamó la atención un memorial: una estructura de letras que con el sol ilumine el asfalto para dejar leer: “Hacerles aparecer, como un acto de magia, como un acto de justicia, como un acto de humanidad”, en referencia a la desaparición de Pablo Núñez el 21 de octubre de 2021.

En el parque Eulogio Rosado estuvo presente Clara María Gutiérrez Centeno, representante del colectivo Familias Buscadoras de Yucatán.

“Yo busqué a mi hijo en Guadalajara, Jalisco; ahí desapareció, y lo encontré hace un año, descuartizado. Aquí en Yucatán también tenemos desaparecidos, son como 200 o 270, por eso vamos a seguir adelante con las búsquedas, con seguidoras y colectivos de madres, pero no todas las compañeras tienen la facilidad de transportarse”.

“Queremos ayudar a las personas que estén pasando por esto, por amor a nuestros hijos, no queremos ver sufrir a otras madres de Yucatán, estamos brindando apoyo a las familias para seguir buscando a sus seres queridos; nosotros pagamos los viáticos, no nos dan ningún apoyo. Necesitamos palas, picos para salir al campo a buscar a nuestros seres queridos”.

Hace unas tres semanas, cuenta Clara, tomaron el Parque de la Madre como punto de reunión con otras madres buscadoras.

“Si no es en esta vida, hermano, va a ser en la otra, pero de que nos volvemos a abrazar nos volvemos a abrazar… no se rindan, ellos nos están esperando, nunca dejen de buscarlos… hay una silla vacía en casa que está esperando… invitamos a todas las personas que tienen un familiar desaparecido que hagan lo mismo, luchen, sean su voz y nunca dejen de buscar…”, podía escucharse en la grabación mientras algunos curiosos se detenían a leer los nombres en las pancartas y tomar fotos.

“Buenas tardes, mi nombre es Lucía Arroyo Cervantes, yo buscaba a mi hijo Omar Abel Ramírez Arroyo, me lo levantaron el 27 de junio del 2021, gracias a Dios ya lo encontré, no como yo lo hubiera querido, pero ya sé dónde iré a llorar. Gracias al grupo Hasta Encontrarte, ellas me lo encontraron…. no pierdan la fe”.

“Hola a todos, mi nombre es María Soledad Álvarez Macías y yo buscaba a mi hijo, desapareció el 30 de julio y después de dos meses desgraciadamente lo hallé, no como yo quería, ni completo, pero lo encontré, y dos meses después mataron a mi nuera, se la llevaron también…”

“Soy Blanca Patricia Torres Redondo del colectivo Proyecto de Búsqueda Guanajuato, busco a mi hijo Óscar Iván Jiménez Torres que fue desaparecido en noviembre del 2024. No normalicemos la desaparición, no hagamos costumbre el horror que se está viviendo”.

“Hola, soy María Teresa Hernández, busco a mi esposo Raúl Ángeles Montero, a él se lo llevaron el 14 de mayo del 2025. Gordo, te estamos esperando tus hijos, tu bebé, y no pararemos hasta encontrarte, amor. Te necesitamos en casa y tú sabes que teníamos muchos proyectos, que le estábamos echando muchas ganas para salir adelante”.

“Mi nombre es Maricruz Granados Grana, buscamos a mi prima Sandra Verónica Reyes Grana, desapareció el primero de noviembre del 2024 y toda la familia la espera, sus hijos, su mamá… a pesar de todo lo que haya pasado la seguimos esperando con los brazos abiertos, la extrañamos, queremos verla llegar como siempre, con su sonrisa, cotorreando con nosotros. Quiero decirle que ya va a ser abuela de una niña, y a todas las mamás buscadoras queremos que Dios les dé la fuerza para seguir en esta búsqueda, porque no es nada fácil, a veces en la sociedad no llega a comprender el dolor de las familias y solo juzgan, critican, pero en realidad no saben lo que cada familia está pasando, nos gustaría que fueran un poco más empáticos porque no es uno ni son dos, son muchísimos desaparecidos…”

Y mientras los testimonios no dejaban de llenar de dolor y esperanza el parque, la vida seguía. Un grupo de adolescentes hacía acrobacias sobre patinetas, sin preocupaciones ni sobresaltos. La gente reía y platicaba sentada en las bancas, hacía compras, comía golosinas. El aguacero que cayó a las cuatro de la tarde parecía haber lavado la ciudad, pero no borró los nombres ni esos pequeños altares de personas desaparecidas que mostraron una realidad dura y diferente.

“Hacerles aparecer” cuenta con la colaboración con Proyecto de Búsqueda Guanajuato, Hasta encontrarte y Buscando a Pablitos.

Sara Pinedo, dramaturga, creadora escénica, pepenadora y activista de León, Guanajuato, dijo sobre “Hacerles aparecer” y “Estudio de campo”, una conferencia performática que ofreció en la sede de La Rendija (calle 50 entre 49 y 51, centro), que “son dos presentaciones completamente diferentes”.

“Nos parece importante que el teatro pueda servir como un espacio que aporte a la desestigmatización de las personas que desaparecen, de generar empatía en la búsqueda de personas y sobre todo nos parece importante hacerlo desde la voz de las hermanas, las madres, las mujeres…”, dijo.

Explicó que en Mérida también hay personas desaparecidas, aunque con menos visibilidad en cuanto a los movimientos de búsqueda, a diferencia de otros lugares, por lo que le parecía importante que estos proyectos se estuvieran presentando en la ciudad como parte del encuentro.

“Una habitación sin vista”

Como parte del Transversales 2025, el pasado martes 24 de septiembre, también se presentó en el hotel Gamma Castellano el performance “Una habitación sin vista”, de Juan Domínguez, performer, coreógrafo y curador con sede en Berlín.

Se trató de una propuesta que sorprendió por su originalidad y porque no ocurrió en el espacio habitual de las artes escénicas -teatro, auditorio, caja negra…- sino en una habitación de hotel. También sorprendió porque Juan es un reconocido coreógrafo español y este performance no tiene nada que ver con la danza, aunque sí con una de las dinámicas favoritas del artista, poner a trabajar al público tanto mentalmente como emocionalmente y también haciéndolo partícipe de situaciones escénicas. Los intérpretes son el propio público.

Al igual que en “Arquitecturas del tiempo”, otro de sus trabajos, lo que ocurre en “Una habitación sin vista” se queda encerrado en sí mismo. Es decir, en vez de mirar una obra, se está dentro de ella, diría el mismo autor.

Para el performace, para un solo espectador, había que reservar previamente y llegar puntualmente a la cita. Una vez en el hotel, el propio Juan iba recibiendo uno por uno a los asistentes y los conducía a la habitación, donde ya esperaba alguien adentro, de preferencia un absoluto extraño.

El extraño, que resultaba ser un asistente anterior, tenía la labor de leer una serie de preguntas escritas en una hoja, preguntas muy personales, como a quién te gustaría volver a ver o cómo te gustaría morir.

En la habitación, que por cierto tenía una vista espectacular del centro de Mérida, pese al nombre del performance, los invitados estuvieron frente a frente, en una mesa. Las preguntas atrapaban al recién llegado, que no sabía de qué se trataba este ejercicio tan peculiar, pero que da mucho qué pensar acerca de las formas en las que nos relacionamos los seres humanos, de lo poco que sabemos de los demás, nos invita a ser empáticos y más que meros entrevistadores, entrar un momento en la vida del otro en un mundo donde el individualismo cada día nos aísla más y nos dificulta hasta ese pequeño y civilizador gesto que es el saludo.

¿Por qué nos da tanto miedo contestar preguntas personales? Lo poco que interactuamos con nuestros semejantes dice más de nuestros miedos que de los suyos. Nos mostramos vulnerables al dar información sobre nuestras vidas, pasamos veinte años en un mismo empleo sabiendo realmente poco de nuestros compañeros, viviendo en la misma casa sin saber nada de nuestros vecinos, y no nos engañemos, tampoco conocemos demasiado a nuestros hijos, padres, hermanos…

“Una habitación sin vista” nos humaniza en terreno seguro. Tal vez nunca volveremos a ver a la persona que nos recibió o a quienes recibimos después, cuando cambiamos de rol, de entrevistado a entrevistador, pero nos queda la sensación de que este día tuvimos una plática profunda con alguien, que no nos quedamos en el “qué calor hace” o “¿será que llueva hoy?”, ese pequeño triunfo de camaradería en la fila del autobús.

Conversatorios

Como parte del encuentro se realizaron dos conversatorios en la galería del teatro Peón Contreras, moderados por Gabriel Yépez.

En el primero, Raquel Araujo de La Rendija (México) y Marco Leyera y Carolina Maza de La Re-sentida (Chile) compartieron sus opiniones el pasado sábado 27.

Marco Leyera contó que ha aprendido a ver el teatro desde la urgencia, la deriva, la crisis por el cambio climático o el genocidio.

“Crecí en una dictadura, ahora hay un avance, sí, pero no podemos normalizar las cosas; hace cinco años pensamos que el mundo progresista había cambiado todo, veíamos luz, se ganaron libertad, derechos, íbamos por buen camino, pero todavía hay mucho qué ganar, los procesos sociales son lentos”.

Su gran miedo es la ultraderecha, pues en las elecciones pasadas en Chile perdió por un millón de votos y en octubre, asegura, tomará el poder, por lo que siente que dentro de los avances también hay retrocesos, y no sólo en Chile, sino en todo el mundo.

“El holocausto, por ejemplo, mucha gente lo llegó a poner en duda, pero este genocidio que está pasando ahora (en Palestina) ha sido televisado en todo el mundo, la tecnología nos permite saber que es real, esa es la diferencia, la desvergüenza, nadie es capaz de ponerle en alto a este otro estado (Israel) y eso es peligroso, es aterrador”.

Para Leyera, seguir resistiendo y no bajar la guardia es lo único que les queda, es la constante para sobrevivir en el caso de los sectores progresistas.

Tras su intervención, Gabriel Yépez preguntó a Raquel Araujo cómo ha mantenido la vitalidad y la fortaleza después de varias décadas dedicada al teatro en un contexto como Yucatán, donde uno de los principales problemas sociales es el suicidio.

“Cuando regresé a vivir a Mérida a finales del 2001 o principios del 2002 para trabajar en el sector cultural vine a este precioso recinto, pues acababa de cambiar la administración del instituto (de cultura de Yucatán) y literalmente éramos como cuatro personas en todo el Peón Contreras con una obra de teatro inenarrablemente horrible”, recordó.

“Ahora ves la cartelera actividades, no solamente en el centro histórico, sino en los diferentes espacios independientes, y hay una transformación,  ha habido un empuje a la cultura, la apertura de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, hoy Universidad; se fundó la Orquesta Sinfónica de Yucatán y ha habido otros proyectos que le dieron no solamente vitalidad a la ciudad, sino movimiento social; hay muchas cosas ahora que antes no hubiéramos pensado que pudieran existir en una ciudad tan conservadora”.

En el segundo conversatorio, el domingo 28, titulado “Espacios situados para la supervivencia: la creación escénica como semilla”, participaron el artista yucateco Osvva Kaátsim, Diwandy Kent y Sara Pinedo, que volvieron a hablar de “Ciudad Pax: Ruta Tulipanes”, “Hacerles aparecer” y “Estudios de campo”, que mostraron como el arte se involucra con la comunidad, los derechos humanos y no humanos, y las desapariciones forzadas.

Se tocaron temas como la importancia de “lugarear” un territorio, estar en contacto con la naturaleza, pero también con la deforestación y trazar rutas al respecto; los derechos de los cuerpos de agua, como los humedales, ríos y cenotes, y cómo se pueden hacer valer estos derechos, y la habitabilidad de los territorios atravesados por megaproyectos comerciales e industriales que desplazan formas de vida antropocéntricas.

Osvva Kaátsim, por su parte, compartió parte de su experiencia y sensibilidad como conocedor de la flora local, las plantas medicinales y su comunión poética con la naturaleza y el medio ambiente, algo que ha sabido llevar de la mano de su trabajo performático.

“Soy un joven trans y maya. Ha habido 500 años de destrucción del arte y los cuerpos mayas y hoy me toca hablar de eso en mi trabajo, me toca perpetuar el arte de los pueblos originarios que tanto se ha negado, desde mi identidad trans, quiero dejar una semilla…”, compartió Osvva.

La programación de Transversales Yucatán 2025 contó con el apoyo del Instituto de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Acción Cultural Española, el Gobierno de Quebec, Canadá; el Consejo para las Artes de Canadá, la Alianza Francesa en Mérida, Instituto Habla, Alcalá Galerie, Teatro La Rendija y Proyecto Meteorito. Consulta la cartelera completa en las redes sociales de la Sedeculta, en Facebook e Instagram.

Agradecimientos especiales, por su apoyo en la traducción con los artistas extranjeros, a la Alianza Francesa de Mérida, Instituto de Idiomas Habla y galería Alcalá.