Síguenos

Última hora

Rescatan a una mujer luego de intentar lanzarse de un puente peatonal del Periférico de Mérida

Deportes

En tarde sin triunfos, el Toro impuso condiciones

YAXCHE, de Santa Teresa fue soberbio, destacando también ITZAMNA, de Begoña/ Tan solo detalles de Antonio Ferrera, que fue abroncado en dos/ Voluntad de Octavio García “El Payo”, que se llevó fuerte cornada en el único que lidió/ Cara y cruz de Emiliano

Gamero: bronca en su primero, al que desperdició, vuelta tras plausible actuación en su segundo

Por Jorge Canto Alcocer ¿Habrá sido el inusitado calor que hizo sentir este último domingo de febrero como si ya estuviéramos en el tórrido verano? ¿No gustó el cartel, pese a percibirse como aceptablemente logrado? ¿Se descuidó la propaganda sobre lo interesante de ver toros con cuajo y nervio? Lo cierto es que fue muy raro llegar a la Plaza de Toros “Mérida” minutos antes de las cuatro de la tarde y encontrarla semi-vacía, algo que ya anticipábamos ante la poca presencia popular en las taquillas y el escaso movimiento vehicular, muy extraño en un domingo de toros. La gente no se retrató, y apenas colmó poco más de un tercio de las localidades, en lo que es hasta ahora la entrada más pobre de los últimos años en el hermoso Coso de la Avenida Reforma. Tendrán que sentarse muy detenidamente los señores empresarios con su equipo para analizar lo que falló, y actuar en consecuencia, pues es una auténtica calamidad que muy pocos hayamos gozado de esa presencia única del auténtico Toro de lidia, así como del expectante interés que despierta su juego siempre impactante.

Fue YAXCHE, un zaino bien puesto de SANTA TERESA, ganadería hermana de Mimiahuapan y Begoña, quien se llevó el gato al agua. Fue un auténtico torazo que no dejó de embestir con limpieza, bravura y buen estilo a todo lo largo de la lidia. Realmente Emiliano Gamero estuvo muy por debajo del bicho, algo que entendieron perfectamente el público y la autoridad, premiando con vuelta al ruedo su sensacional comportamiento. El rejoneador tuvo que aguantar los fatídicos gritos de “toro, toro”, y se guardó lastimosamente en el burladero cuando al fin consumó la muerte del astado, un verdadero “toro de bandera”, como decían los revisteros antiguos cuando un animal era un dechado de nobleza y bravura. Sin la misma pujanza, pero también con muy buen estilo, ITZAMNA, un precioso jabonero de Begoña, permitió a Gamero estar desahogado y hasta acariciar por momentos el triunfo, que finalmente se le negó por desaciertos con el estoque. Los de Mimiahuapan fueron todos muy bien presentados y muy interesantes de juego: YUUMTSIL, el primero de lidia ordinaria, tuvo genio y se ceñía a su matador Ferrara, quien nunca se confió; WAKAY, el segundo, fue un manso rajado, que avisaba y también se ceñía cuando finalmente se le obligaba a embestir; HUNAB KU fue otro toro sabio, que nunca se entregó y al que Ferrera no quiso ni ver; YAAKÚN, que cerró plaza y debió corresponder a “El Payo”, pero fue muerto por Ferrera por la cornada, tuvo bravura y nobleza, aunque careció de fuerza y transmisión.

El poco público asistente fue, en cambio, muy selecto y exigente. Gamero se llevó fuertes protestas tras desperdiciar al espléndido YAXCHE, y cuando, tras una estocada en la cola pero de efectos rápidos, el caballista intentó sorprender con saltos, brincos y gritos de supuesta alegría para motivar la petición, la mayor parte del multicéfalo se mantuvo incólume, y hasta una pequeña parte repudió los absurdos intentos del rejoneador. En la lidia de a pie, se reconoció la voluntad de “El Payo”, y se rechazó lo que se juzgó abulia de Ferrera en dos de sus tres enemigos. Con el último, en el que el ibero intentó, sin llegar a conectar del todo, se le reconoció, aunque con cierta frialdad.

Veamos pues el devenir paso a paso del festejo. Primero saltó a la arena YAXCHE, un zaino muy bien presentado y que, como ya señalamos, procedió de la dehesa de SANTA TERESA, ganadería formada con vacas y sementales de Begoña y Mimiahuapan, y que pertenece también, como las ya mencionadas, a la familia Bailleres. Desde que saltó a la arena, el bicho se dedicó a atacar sin pausa, poniendo en aprietos en varias ocasiones al rejoneador EMILIANO GAMERO, quien le puso hasta tres rejones de castigo, lo que le fue protestado por considerarse excesivo. En banderillas, el bicho a más, y Emiliano a menos, cayendo varios garapullos al ruedo. Cuanto tomó el estoque, la gente empezó a gritar “toro, toro”, lo que desconcertó al capitalino, que por un momento creyó se pedía el indulto, pero rápidamente salió de dudas, cuando la misma afición mantuvo el grito, pero con clarísimas señas le exigió entrar a matar, lo que hizo de manera defectuosa, para recibir severas muestras de rechazo. El toro, en cambio, recibió ovación de pie cuando le dieron la vuelta al ruedo como homenaje.

GAMERO mató también a ITZAMNA, un precioso jabonero, muy enmorrillado, de la ganadería de BEGOÑA. El bicho salió con muchas patas, y Emiliano lo corrió, encelándolo con una garrocha, por todo el redondel. Luego le pondría dos rejones de castigo, aceptables. En el segundo tercio, ITZAMNA perdió un poco de fuelle, más no de bravura, y entonces el caballista se puso más cómodo aún, cuajando buenas banderillas al quiebro, al cuarteo y al violín. Al final se pasó de faena, y ya con poca enjundia del bicho, la colocación de los rehiletes fue de más a menos. Mató de pinchazo hondo trasero y media traserísima, que hizo pupa, lo que aprovechó Emiliano para hacer aspavientos espectaculares, que no calaron realmente en el grueso público, aunque sí en un medio centenar de sus partidarios, que demandaron, sin éxito, una oreja. Dio la vuelta, aceptada por la mayoría, pero con protestas de los más exigentes.

ANTONIO FERRERA es un torero español ya veterano, con escaso rodaje en México. En lo que va de esta temporada ha cosechado algunos éxitos, incluso en la Plaza México, pero esta tarde meridana salió con el santo de espaldas, o no trajo mucho entusiasmo, y si en cambio bastante precaución. Mató primero a YUUMTSIL, un precioso castaño rebarbo de MIMIAHUAPAN, como todos los de lidia ordinaria. Tras un inicio sin lucimiento, YUUMTSIL atacó al caballo con fuerza, bravura y pujanza, provocando un aparatoso tumbo, y todavía una vara más, muy peleada. Los rehileteros cumplieron, luego de lo cual FERRERA le recetó una larga serie de muletazos de castigo, que no lograron el objetivo de ahormar la cabeza y dominar el temperamento del astado. El bicho se revolvía en un palmo y en ocasiones avisaba con descaro, por lo que el europeo no se confió y optó por intentar despachar con rapidez, lo que motivó de inmediato las protestas populares. Entrando al cuarteo, dejó tres cuartos caídos y delanteros, dejando luego una entera en colocación similar. Finiquitó la labor al segundo golpe de descabello, desatándose una pita que debió escucharse en su natal Buñola, en las Baleares.

Su segundo enemigo fue HUNAB KÚ, un cárdeno obscuro, bizco del izquierdo, que desarrolló genio casi de salida, además de salir permanentemente suelto de las suertes. Peleó dos fuertes varas, para luego ser banderilleado con premura y eficiencia. FERRERA no se acomodó en lo más mínimo, y esta vez ni la lucha le hizo, por lo que ahora si estalló una merecida bronca, sobre todo cuando dejó descarado bajonazo.

Cerró plaza YAAKUN, un castaño rebarbo, ojo de perdiz, de preciosa lámina. Le intentó la verónica, aunque sólo cuajó un par de lances, echando el pasito para atrás en los demás. Una vara dura, bien peleada, a la que siguió un hermoso quite por delantales, de lo más taurino que logró el ibérico. En el segundo tercio, esta vez si vimos el rejoneo a pie en dos de los tres intentos. Con la muleta, FERRERA se centró y trató de aprovechar las embestidas francas del castaño. El español mostró una tauromaquia algo fría, distante, utilizando en exceso el pico, pero también con mucha fijeza, sin apenas enmendar terreno entre pase y pase, logrando el milagro de la ligazón, aunque sin comunicar demasiado. YAAKUN embestía una y otra vez, pero con un poco de sosería, sin mostrar el seco peligro de su verdadera bravura. Los procedimientos y la distancia a la que torea FERRERA no ayudaron mucho, por lo que si bien se le jaleó su labor, estuvo muy lejos del triunfo grande. Mató de dos pinchazos hondos, aliviándose en exceso, concluyendo todo con un golpe de descabello, para escuchar ovación.

OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO”, un torero aún joven, pero al que parece le han pasado sus mejores años, se esforzó en buena lid frente a WAKAY, un zaino muy largo, corniapretado, que terminó definiéndose como manso. “EL PAYO” poco hizo con el capote, el bicho no apretó en el caballo, por lo que le tuvieron que tapar la salida para castigarlo debidamente. Con la muleta, el queretano insistió, insistió e insistió, consiguiendo hacerse del bicho en algunos muletazos, aunque al final WAKAY se rajó por completo. Falló hasta en cuatro ocasiones con el estoque, sufriendo severísimo golpe en el muslo derecho en el último intento, que le impidió terminar su labor. Revisado en medio de agudísimos dolores, se le pudo observar una fuerte cornada interna, por lo que fue trasladado a la Clínica “Mérida”, donde era operado al tiempo que redactamos esta crónica. FERRERA se deshizo del manso de bajonazo y certero golpe de descabello.

El próximo domingo 24 de marzo será el cerrojazo de la temporada, con la presentación de los caballistas Hermoso de Mendoza, con dos de Fernando de la Mora para Pablo y un novillo de Montecristo para su hijo Guillermo; a pie lidiarán Gerardo y Luis David Adame cuatro toros de José Julián Llaguno. ¡Hasta entonces!

Siguiente noticia

Dispuesto a pelear por un puesto