Por Sergio Orozco
Segunda de tres partes
Tras celebrar sus 49 años, Cancún aun no ha podido consolidarse como una potencia en materia deportiva a falta de una buena infraestructura, pues después de la construcción de aquellos primeros campos de béisbol y sóftbol, se dio un incipiente crecimiento que ya fue rebasado por su población que ronda por el millón de habitantes, misma que cada día siguen demandando más espacios públicos para realizar cualquier actividad física.
En esta segunda etapa que dotó a Cancún de sus actuales estadios, destaca el complejo deportivo de la Supermanzana 21, el cual tuvo que ceder gran parte de su extensión al equipamiento urbano, toda vez que en dicha zona se construyeron dos tiendas departamentales; Walmart del centro y Chedraui que se ubica enfrente de las oficinas de la Fiscalía de la Zona Norte, Transito Municipal y Seguridad Publica, sitios que también se perdieron por la voracidad de las pasadas administraciones, toda vez que esta área en un principio estaba destinada para la recreación de los cancunenses.
Cabe recordar la desaparición del “Club Campestre”, donde actualmente se encuentra Chedraui; y el lienzo charro “Javier Rojo Gómez”, donde actualmente esta asentada la Fiscalía de la Zona Norte, Transito Municipal y Seguridad Publica, lugar donde se llevó acabo con mucho éxito la feria de la Virgen de Guadalupe y los primeros Carnavales.
De las construcciones más longevas se encuentra el Estadio de Béisbol Beto Ávila, el cual empezó a tomar forma por el año de 1976, y cuya caseta de entrada se construyó un año después.
Actualmente este parque de pelota es casa de los Tigres de Quintana Roo, equipo de la Liga Mexicana de Béisbol, el cual fue edificado en 1980 e inaugurado el 23 de noviembre de ese mismo año, donde estuvo presente el pelotero mexicano que lleva su nombre, el gran beisbolista veracruzano “Beto” Ávila.
En sus inicios llegó a ser casa de las Ligas Municipales y la Liga Peninsular con el equipo “Marlins de Cancún”. Para principios de los años 90, el estadio permaneció prácticamente abandonado y fue hasta enero de 1996, cuando se anunció una nueva franquicia de la LMB con el nombre Langosteros de Cancún, que el gobernador del estado en ese entonces, Mario Villanueva Madrid, ordenó los trabajos de remodelación y el estadio se inauguró el 14 de marzo de 1996 en un juego diurno debido a que todavía no se instalaban las torres de iluminación, en el que ganaron los Leones de Yucatán 3-2. Para el 2006, los “Langosteros” se convirtieron en los Petroleros de Poza Rica y dejaron la ciudad.
En el receso entre las temporadas 2006 y 2007 después de muchas especulaciones, la directiva de los “Tigres”, que en ese entonces jugaban en Puebla, decidió que el equipo se mudaría de sede a Cancún con el nombre Tigres de Quintana Roo; por esa razón el estadio sufrió una gran transformación después de que el Huracán Wilma lo destruyó. Se remodeló por completo el estadio y se amplió su capacidad de 4,500 a 9,500 espectadores.
Posteriormente fueron edificados casi al mismo tiempo el Estadio Cancún 86 y el Estadio Olímpico Andrés Quintana Roo, mismo que se ubica en al Supermanzana 21, donde anteriormente se encontraban los campos de futbol llanero del antiguo aeropuerto.
Hay que decir que este estadio fue inaugurado a mediados de 1984 con un partido amistoso entre los Pioneros de Cancún, que harían su debut en la Tercera División profesional y los Arroceros de Chetumal, que ya tenían experiencia en esa categoría y ganaron el cotejo 2-0.
Dicho inmueble fue sede de los Pioneros hasta principios de 1987, cuando el conjunto se mudó al Cancún ´86, inmueble con mayor capacidad. Debido a ello el Andrés Quintana Roo se destinó a actividades deportivas escolares y de ligas municipales de diversas disciplinas y conciertos.
Con motivo de la llegada del Atlante FC a Cancún, el gobierno estatal mando derrumbar la antigua estructura, la cual constaba de dos graderíos, uno en cada costado de la cancha con césped, que apenas albergaban a unas 1,500 personas.
El 11 de agosto de 2007, fue reinaugurado el inmueble reconstruido, siendo el juego Atlante vs Pumas de la UNAM, el marcador fue de 1-0, a favor de los Potros de Hierro, el único tanto del encuentro fue obra de Alain N’Kong.
En cuanto al Estadio Cancún 86 este fue construido en la administración municipal 1984 – 1987 con la intención de que el equipo Pionero trascendiera y alcanzara la Primera División.
La obra fue realizada por el ingeniero Rafael Lara y el arquitecto Rodolfo Páez, finalizando su construcción cuando se jugaba la Copa del Mundo México 86, de ahí su nombre.
El aforo está calculado para 6,390 aficionados a su máxima capacidad, situación que se logró consolidar en reiteradas ocasiones debido a las buenas campañas de los equipos locales y donde la porra que tiene el equipo local se llaman la ultra chida.
El primer juego en el estadio Cancún 86 fue oficial de la “Segunda A” de ascenso a la Primera División Nacional entre Pioneros de Cancún y los Coras del Deportivo Tepic con marcador favorable a los de casa 3-0.