Por Ele Carfelo
Finalizaba el año de 1968, y se preparaba la Temporada Taurina 1968-1969 en nuestra Plaza “Mérida”, cuyo empresario era entonces, el Capitán Leopoldo Castro Gamboa, quien acababa de firmar un contrato por DIEZ años de arrendamiento del inmueble taurino con sus propietarios, la familia Palomeque Cosgaya. Yo escribía de toros en el magnífico semanario deportivo que dirigía el periodista Jorge Carlos Menéndez Torre “George Squeeze Play” y entrevisté al empresario Castro Gamboa, quien me informó de sus planes para los carteles y me enseñó las mejoras materiales que hizo a la Plaza, como las rampas peatonales de los tendidos, modificaciones en los corrales, 0la pintura general del coso y su renumeración. Tenía ya contratados encierros de Reyes Huerta, Jesús Cabrera, Moreno Reyes Hnos., Valparaíso, “La Punta”, “La Laguna” y Begoña. Contaba también con los contratos de los toreros españoles Miguel Márquez, Palomo Linares, Fermín Murillo, Diego Puerta, Manolo Cortés y Luis Segura; así como de los mexicanos Raúl Contreras “Finito”, Joselito Huerta, Manolo Martínez, Alfredo Leal, Manolo Espinosa “Armillita”, Curro Rivera y Eloy Cavazos. Muchos aficionados criticaban al Capitán Castro, yo lo hice en algunas ocasiones, porque a veces los astados que se toreaban aparentemente no reunían todos los requisitos reglamentarios, pero la verdad es que “Polo” era un empresario cumplidor y con ética empresarial. Recuerdo que los resultados de los festejos eran del agrado de los aficionados, de las “Peñas Taurinas”, y la organización de los festejos en su funcionamiento en cuanto a venta de boletos, acomodadores, servicios de plaza como de “mulilles”, “monosabios” etc., eran magníficos, en manos del inolvidable Liborio Zapata “Bolita”.
Después que el Capitán dejó la plaza, un gran número de empresarios se hicieron cargo de la organización de los festejos, y por ahí desfilaron malísimos empresarios, y de los que tuvieron éxito en sus labores, recuerdo a Don Luis Pino Cardeña, recientemente fallecido, y a un trinomio de toreros formado por Manolo Espinosa “Armillita”, Jesús Solórzano y Jorge Avila. Hasta que llegaron a hacerse cargo del coso de la Reforma, los actuales empresarios Don Alberto Hagar y Don Alberto Basulto, los que han logrado la satisfacción total de los aficionados, que lo han demostrado llenando los tendidos corrida tras corrida, éxito fruto de presentar magníficos encierros de toros con calidad y trapío, edad, peso reglamentarios, y selección de ganaderías de prestigio, así como de toreros que nos han brindado excelentes tardes de toros. Al llegar los últimos meses del año, la Temporada se acerca, y los empresarios seguramente ya están trabajando “a todo vapor”, para repetir los éxitos de estas últimas temporadas, tanto en las corridas “de a pie”, como en las de rejoneadores.
Nosotros, los aficionados, estamos ilusionados con que los criterios empresariales de los señores Hagar y Basulto no hayan cambiado, y los carteles sigan teniendo el mismo atractivo de años anteriores, y se siga conservando el prestigio de nuestra Plaza, y… sobre todo que LOS TOROS sean escogidos con el mismo cuidado y escrupulosidad.
De una cosa sí estamos seguros: que nuestras autoridades taurinas seguirán apoyando a la afición, en la vigilancia del cumplimiento de los reglamentos, como lo han hecho desde que iniciaron sus funciones.
Y… que Dios reparta suerte.
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