La salida de Checo Pérez de Red Bull Racing cerró su capítulo más exitoso en la Fórmula 1, pero ahora una voz inesperada desde las entrañas del equipo austriaco le da un voto de confianza justo cuando el piloto mexicano se prepara para su aventura más desafiante: construir Cadillac desde cero junto a Valtteri Bottas.
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Paul Monaghan, ingeniero jefe de Red Bull, sorprendió al mundo del automovilismo al expresar su confianza plena en la recuperación del tapatío, un respaldo particularmente significativo considerando que proviene de alguien que trabajó directamente con Pérez durante sus cuatro temporadas en el equipo y conoce íntimamente sus capacidades técnicas.
"Terminó con nosotros luchando un poco para mantenerse al ritmo de su compañero. Tal vez un año libre, un poco de sol, un reinicio cerebral, y volverá; y estará en plena forma y será bastante rápido, lo puedo sentir", declaró Monaghan en entrevista con PlanetF1.
Estas palabras contrastan con el tono generalmente reservado de Red Bull respecto a pilotos que han dejado el equipo, sugiriendo un genuino aprecio por el trabajo del mexicano más allá de los resultados en pista.
El contraste entre lo que Pérez vivió en Red Bull y lo que enfrentará en Cadillac no podría ser más dramático. En el equipo de las bebidas energéticas, el mexicano soportó la presión constante del rendimiento puro y la inevitable comparación con Max Verstappen, tres veces campeón mundial consecutivo y probablemente uno de los mejores pilotos de la historia.
En Cadillac, la misión será radicalmente diferente: desarrollar, comprender y optimizar un equipo que literalmente está naciendo. Se trata de una tarea de cimentación, alejada de los reflectores de la pelea por podios, pero crucial para el futuro de una escudería ambiciosa que busca establecerse en la máxima categoría del automovilismo.
Monaghan no minimizó la enormidad del reto que afrontan Pérez y Bottas. "Coche nuevo, unidades de potencia nuevas, neumáticos nuevos, sistemas electrónicos nuevos, combustibles sostenibles; y luego intentas construir un equipo alrededor de eso, te haces una idea de lo que Cadillac ha emprendido", explicó el ingeniero con notable franqueza.
Concluyó con un deseo sincero pero realista: "Así que buena suerte para ellos", reconociendo la dificultad monumental de establecer un nuevo equipo competitivo en la F1 moderna, donde la brecha tecnológica y financiera entre equipos consolidados y nuevos es abismal.
A diferencia de entrar completamente desde cero, Cadillac tiene dos ventajas estratégicas que podrían acelerar su desarrollo:
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Motores Ferrari: El acuerdo para usar unidades de potencia del constructor italiano en los primeros años es una decisión inteligente que permitirá enfocarse en chasis, aerodinámica y sistemas sin la carga adicional de crear un motor desde el inicio. Ferrari ha demostrado tener una de las unidades de potencia más competitivas en la era híbrida.
Dupla experimentada: Pérez (35 años) y Bottas (35 años) aportan experiencia combinada de más de 20 años en F1, conocimiento de múltiples equipos top (Red Bull, Mercedes, Aston Martin, Sauber) y la madurez necesaria para no caer en guerras internas destructivas que suelen hundir proyectos nuevos.