
La industria de la música electrónica está de luto tras el fallecimiento del reconocido DJ italiano Michele Noschese, conocido profesionalmente como "Godzi", quien perdió la vida el pasado sábado en la isla española de Ibiza durante una intervención policial que ha desatado una controversia internacional.
El productor de 35 años falleció tras sufrir convulsiones mientras se encontraba bajo custodia de elementos de la Guardia Civil española, después de haber sido intervenido por presuntamente amenazar con un arma blanca a un ciudadano de la tercera edad en estado de aparente alteración.
Los hechos ocurrieron en la localidad de Santa Eulària, donde las autoridades respondieron a una llamada de emergencia por un supuesto delito de amenazas. Los reportes indicaban que un individuo con evidentes signos de estar bajo los efectos de sustancias psicoactivas había irrumpido en la vivienda de un vecino de edad avanzada.
Versión Oficial de las Autoridades
La Comandancia de la Guardia Civil en Baleares informó que el sujeto había amenazado al adulto mayor con un cuchillo mientras presentaba evidentes alucinaciones. Durante el proceso de reducción, Noschese comenzó a convulsionar repentinamente.
Esfuerzos de Reanimación
Los agentes aplicaron inmediatamente maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en el lugar del incidente. A pesar de los esfuerzos y la rápida llegada del personal médico especializado, el DJ no logró sobrevivir a la emergencia médica.
Acusaciones graves
La familia del artista fallecido ha presentado una denuncia formal ante la justicia española y la Fiscalía de Nápoles, acusando a los agentes de la Guardia Civil de "homicidio voluntario" durante el proceso de custodia.
Giuseppe Noschese, padre de la víctima, declaró al diario italiano La Repubblica: "El fallecimiento de mi hijo se produjo mientras estaba bajo custodia de las fuerzas policiales españolas", encendiendo las alarmas sobre el procedimiento aplicado por las autoridades.
Según las reconstrucciones de testigos recogidas por medios italianos, la intervención policial habría iniciado tras quejas por ruidos durante una fiesta privada, lo que derivó en un supuesto enfrentamiento entre asistentes y agentes.