
El reconocido intérprete mexicano Manuel Mijares ha protagonizado una de las transformaciones físicas más comentadas del mundo del espectáculo nacional, tras exhibir públicamente una pérdida de 22 kilogramos en un período de apenas dos meses y medio, generando intensas reacciones entre seguidores y especialistas.

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La nueva apariencia del veterano cantante se ha convertido en tema central de redes sociales y medios especializados, dividiendo opiniones entre quienes celebran su renovada energía escénica y aquellos que expresan inquietud por la velocidad del cambio físico.
Según investigaciones realizadas por TVNotas, fuentes cercanas al artista confirman que Mijares se encuentra satisfecho con su transformación y mantiene una actitud positiva ante los comentarios generados por su nueva imagen.
El factor determinante para esta metamorfosis habría sido un episodio cardiovascular que puso en riesgo la vida del intérprete. Durante una serie de presentaciones el año pasado, Mijares experimentó un dolor agudo en el pecho que obligó a su traslado urgente a un centro hospitalario.
"Fue muy angustiante para todos los que estábamos ahí. Temimos lo peor", reveló una persona de su entorno laboral a la publicación especializada.
Los profesionales médicos diagnosticaron que el cantante estuvo a punto de sufrir un infarto, y que su reacción inmediata fue crucial para evitar consecuencias mayores. Tras el análisis clínico, recibió indicaciones precisas para controlar su salud y reducir su peso como medida preventiva contra futuros riesgos cardíacos.
Más allá del aspecto médico, la principal inspiración para este cambio radical en el estilo de vida de Mijares sería su deseo de permanecer más tiempo junto a sus hijos José Manuel y Lucero.
"Él decidió volver a bajar de peso por salud, porque le quiere durar mucho más tiempo a sus hijos, que son lo que más ama en la vida", explicó una fuente cercana. "Aún es joven, tiene 67, y uno de sus mayores anhelos es poder conocer a sus nietos".
A partir del episodio médico, Mijares implementó cambios radicales en su rutina diaria. Según información recopilada, el proceso incluyó una dieta estricta bajo supervisión médica, ejercicio regular y monitoreo constante a través de estudios sanguíneos.
Un allegado al cantante recordó que históricamente, Mijares disfrutaba de la comida sin preocuparse por kilos adicionales, y que solo en ocasiones especiales como lanzamientos discográficos recurría a dietas temporales.
El silencio del artista respecto a los detalles específicos de su proceso ha alimentado rumores sobre el posible uso de medicamentos como Ozempic, utilizado en tratamientos de diabetes tipo 2 y ocasionalmente para combatir obesidad bajo supervisión especializada.
Sin embargo, personas cercanas aclararon que no existe confirmación sobre el uso de este fármaco u otros procedimientos, y que el propio Mijares no ha hecho referencia a métodos específicos.
"A nosotros no nos lo ha mencionado. Además, tampoco andamos preguntándole", señaló un presunto amigo. "Si alguna de esas cosas que se dicen fuera verdad, él está en su derecho de decirlo o no decirlo públicamente".
Esta transformación física no solo representa un cambio estético, sino que simboliza una nueva fase en la carrera del intérprete, quien a los 67 años demuestra que nunca es tarde para priorizar la salud y el bienestar familiar.