
El más reciente episodio de la producción biográfica disponible en la plataforma de streaming Max expone los momentos más críticos en la vida personal y profesional del célebre comediante mexicano. La narrativa se centra en el deterioro progresivo de su matrimonio mientras enfrenta serias dificultades con los integrantes de su legendario programa.
Conflictos internos fracturan el elenco
La historia revela cómo María Antonieta de las Nieves abandonó temporalmente la producción por temor a ser encasillada en su icónico papel. Durante su ausencia, Margarita Ruiz asumió varios de sus roles, incluyendo el personaje de la enfermera en las sketches médicas.
Al regresar, De las Nieves descubrió que había perdido participación en segmentos importantes, generando tensiones irreconciliables con su compañera de trabajo. La situación se complicó cuando Ruiz se sintió amenazada y acusó a María Antonieta de intentar recuperar sus antiguos papeles.
Paralelamente, Marcos Barragán comenzó a exigir mayor reconocimiento económico y artístico. Su negativa a participar en el segundo álbum musical debido a compromisos contractuales con otra disquera provocó un enfrentamiento directo con Roberto, quien defendió categóricamente la propiedad intelectual de sus creaciones.
La ruptura matrimonial se hace inevitable
Mientras su carrera alcanzaba nuevas alturas internacionales, la vida familiar de Roberto se desmoronaba aceleradamente. Las constantes ausencias y el olvido de compromisos familiares importantes generaron discusiones frecuentes con Graciela Fernández.
El punto de no retorno llegó cuando Roberto faltó a una presentación escolar de una de sus hijas para asistir a una reunión laboral. La aparición de Lucía Méndez en dicho encuentro y las marcas de lápiz labial en su rostro desataron la crisis definitiva en su matrimonio.
El momento del quiebre
Durante una celebración en honor al comediante, la ausencia familiar se hizo evidente. Aunque Graciela finalmente decidió asistir al evento, al observar la cercanía entre Roberto y Margarita Ruiz, optó por marcharse sin confrontación alguna.
La frase simbólica de Ruiz - "Debes mirar al futuro, no al pasado" - marca el cierre de una etapa fundamental en la vida del creador de algunos de los personajes más queridos de la televisión mexicana.