YAKARTA, Indonesia, 12 de octubre (EFE/AP).- Las autoridades de Indonesia han dado por terminada la búsqueda de víctimas por el terremoto y posterior tsunami que causaron al menos 2,075 muertos hace dos semanas en el norte de la isla de Célebes, visitada hoy por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Más del 75% de las víctimas mortales se registraron en la ciudad de Palu, uno de los lugares supervisados por Guterres, que estuvo acompañado por el vicepresidente indonesio, Jusuf Kalla, en la zona, donde se cree que puede haber hasta 5,000 desaparecidos bajo los escombros.
Naciones Unidas ha pedido 50 millones de dólares (unos 43 millones de euros) de ayuda urgente para los supervivientes de la catástrofe.
Las tareas de rescate llegan a su fin justo dos semanas después del seísmo de magnitud 7,5, que desencadenó un tsunami que se adentró casi medio kilómetro en algunos lugares. El temblor también causó una licuefacción del terreno, fenómeno que ocurre cuando un suelo de tierra arenoso y con grandes bolsas de agua se quiebra y libera gran cantidad de barro, lo que genera un corrimiento de tierra en lugares que pueden ser llanos.
Así ocurrió en el barrio de Balaroa, en el oeste de Palu, y en la aldea de Petobo, unos 7 kilómetros al sureste, donde los jefes locales estiman que hay unas 5.000 personas enterradas, aunque la cifra oficial de desaparecidos asciende a 680.
En cualquier caso, las posibilidades de encontrar a alguien vivo bajo los escombros o el barro son casi inexistentes y los cadáveres son cada vez más difíciles de desenterrar debido a su avanzado estado de descomposición.
Las autoridades decidieron suspender la búsqueda de supervivientes ayer, pero a última hora ampliaron las tareas 24 horas ante la insistencia de los familiares de los desaparecidos.