BUENOS AIRES (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, se acercó al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, en una cumbre de los líderes mundiales del G20, "chocaron" la mano y luego se la estrechó con ganas. Momentos antes, el príncipe había sido fotografiado en el extremo más alejado de la fotografía tradicional del "retrato de familia", ignorado por otros líderes.
Los dos momentos captaron el dilema que enfrentan los líderes mundiales en la cumbre del Grupo de los 20 en Buenos Aires este fin de semana: cómo lidiar con el príncipe heredero, que se ve acosado por la controversia sobre el asesinato de un periodista saudí, pero también es el líder de facto de un reino rico, productor de petróleo que es un importante inversor global.
Para estar seguro de que el exuberante saludo de Putin al príncipe se consideraba exagerado y rápidamente se volvió viral. Pero, mientras los líderes parecían ignorar al Príncipe Mohammed en el escenario durante la "foto de familia", muchos continuaron teniendo reuniones bilaterales a puertas cerradas con él durante la cumbre de dos días.
La oficina de medios del gobierno saudí, en una declaración en respuesta a una historia anterior de Reuters sobre la ausencia del príncipe Mohammed en la foto, dijo que se encontraba "en la misma proximidad al centro del grupo" como en una foto similar en la cumbre del G20 en China hace dos años.
El príncipe heredero, ante una protesta mundial por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul hace dos meses, tuvo conversaciones con al menos 12 líderes mundiales. Tres de ellos, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, la primera ministra británica Theresa May y el presidente francés Emmanuel Macron, dijeron públicamente que habían presionado al príncipe Mohammed por una investigación completa del asesinato.
Arabia Saudita ha dicho que el príncipe no tenía conocimiento previo del asesinato de Khashoggi.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo que el asesinato fue ordenado por el más alto nivel de liderazgo de Arabia Saudita, pero probablemente no por el Rey Salman, poniendo el foco de atención en el príncipe heredero de 33 años.
Trudeau dijo que tuvo una conversación franca con el príncipe en una cena de líderes el viernes, diciéndole que "era necesario obtener mejores respuestas sobre el asesinato de Khashoggi".
May dijo que pidió una investigación completa, creíble y transparente, mientras que Macron Insistió en que el príncipe heredero permitiría a los investigadores internacionales participar en cualquier investigación. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha defendido los lazos de Estados Unidos con Arabia Saudita, "intercambió bromas" con el príncipe heredero, dijo la Casa Blanca. Trump ha dicho que nunca se sabrá si el Príncipe Mohammed ordenó el asesinato o no. Las fuentes dicen que la CIA cree que el príncipe heredero ordenó el asesinato.