LIMA, Perú, 6 de diciembre (EFE).- El deshielo de los glaciares de la cordillera de los Andes se ha acelerado en los últimos años y ha entrado en un proceso de cambio sin precedentes, según el Atlas Andino de Glaciares y Agua publicado por la Unesco y la fundación noruega GRID-Arendal.
La Unesco advirtió hoy en un comunicado divulgado en Lima que la publicación “ofrece datos preocupantes sobre el retroceso de los glaciares” al constatar que Perú, el tercer país del mundo más vulnerable al cambio climático, ha perdido ya la mitad de su superficie glaciar entre finales de los años 70 y el inicio de la actual década.
El documento estimó que entre el 78 % y 97 % de los glaciares tropicales, de los que Perú posee el 90 % del total mundial, desaparecerán de aquí a finales de siglo.
Esta situación va a repercutir directamente en la vida de cientos de miles de personas que habitan las zonas altas de los Andes, ya que el agua del deshielo de los glaciares es una fuente de agua fundamental para ellos, advirtió la Unesco.
Algunas de las principales ciudades de la región tienen en los glaciares su principal fuente para abastecerse agua, como Quito (5 %), La Paz (61 %) y la peruana Huaraz (67 %).
Sin embargo, esta proporción puede alcanzar el 15 % en Quito, el 85 % en La Paz y el 91 % en Huaraz en los años de sequía, causada por el aumento de las temperaturas, que es otra de las amenazas que enfrentarán los países andinos.
El informe de la Unesco auguró que estos los valores actuales subirán entre dos y cinco grados celsius en los Andes tropicales (Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú) antes de finales de este siglo.
Entre las soluciones sugeridas por el Atlas para abordar los desafíos del desabastecimiento de agua en estas zonas está una mejor integración de los datos científicos y los conocimientos de los pueblos indígenas y locales en la toma de decisiones políticas.
También la mejora de las infraestructuras de seguimiento del cambio climático, la implementación de una buena gestión del agua y el fortalecimiento de la coordinación entre los países andinos.
El Inventario Nacional de Glaciares de Perú, publicado este año por el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), reveló que los glaciares peruanos se redujeron el 53,5 % de su superficie al derretirse desde 1962 casi 1.285 kilómetros cuadrados de glaciares.
Ese informe comunicó que a Perú le quedan actualmente 1.114 kilómetros cuadrados repartidos en dieciocho sistemas montañosos, con cimas que oscilan desde los 4.000 a más de 6.000 metros de altitud, cuya desaparición fue pronosticada antes del año 2100.
Extinción masiva de especies
La mayor extinción masiva de especies jamás registrada en la Tierra, ocurrida hace 252 millones de años y que eliminó al 96 % de la fauna marina, fue producto del calentamiento global y dejó a los animales de los océanos sin suficiente oxígeno para sobrevivir, según un estudio divulgado hoy.
Publicada en la revista Science y realizada por expertos de las universidades estadounidenses de Washington y Stanford, la investigación combina modelos climáticos y del metabolismo animal con datos de laboratorio y registros paleoceanográficos para desentrañar las causas de la extinción masiva que tuvo lugar a finales del Pérmico.
Fue la más grande de la historia de la Tierra, mayor y mucho anterior a la de los dinosaurios.
“Es la primera vez que hacemos una predicción mecanicista sobre qué provocó la extinción que se puede probar directamente con el registro fósil, lo que nos permite hacer predicciones sobre las causas de extinción en el futuro”, indicó Justin Penn, autor del estudio y estudiante de doctorado en oceanografía en la Universidad de Washington.
El modelo climático creado por los investigadores reproduce la configuración de la Tierra durante el Pérmico, cuando los océanos tenían temperaturas y niveles de oxígeno similares a los de hoy.
Su experimentó consistió en elevar los gases de efecto invernadero al nivel requerido para hacer que las temperaturas en la superficie de los océanos subieran unos 10 grados centígrados.
De esa forma reprodujeron los cambios dramáticos ocurridos a finales del Pérmico en los océanos, que perdieron alrededor del 80 % de su oxígeno, fundamentalmente en sus áreas más profundas.