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Causa y efecto

Alfredo GarcíaEn torno a la noticia

Las grandes alianzas que preceden los conflictos mundiales siguen perfilándose. En medio de amenazas del proteccionismo y el unilateralismo del presidente Donald Trump, los jefes de Estado de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, se reunieron el pasado martes en Vladivostok para profundizar su relación estratégica bilateral y presenciar el comienzo de las maniobras militares Vostok-2018, descritas por Rusia como la mayor realizada por su país, incluyendo la etapa soviética.

El polarizado escenario internacional y el simbolismo que entraña el gigantesco ejercicio militar, no deja dudas. En su estrategia de seguridad nacional, Washington describió a Rusia y China con deseos de “formar un mundo opuesto a los valores e intereses de Estados Unidos”. Mientras Moscú es víctima de sanciones económicas, Pekín se encuentra bajo una guerra comercial, medidas de fuerza que no conducen a una negociación civilizada, donde las diferencias puedan tener una solución mutuamente ventajosa.

Además de repasar la agenda bilateral y presenciar la espectacular maniobra militar, ambos líderes participan en el Foro Económico Oriental, entidad que promueve la cooperación entre China y Rusia, y entre Rusia y toda la región del Noreste de Asia. China es en la actualidad el principal socio para el Lejano Oriente ruso en comercio e inversiones. “Vemos actos unilaterales y medidas económicas hostiles, pero Rusia y China son socios y buenos vecinos. Mantenemos una cooperación sólida, un interés histórico notable en mantener y fortalecer nuestros respectivos países. Entramos en una nueva era de cooperación, y juntos podremos hacer frente a los desafíos y riesgos con los que nos encontramos”, declaró Jinping al llegar a Vladivostok acompañado de un millar de empresarios chinos.

Trascendió que durante el encuentro entre ambos mandatarios se abordaron temas de cooperación militar, intercambio económico y mayor uso de sus respectivas divisas en el comercio bilateral. China y Rusia aspira a que en 2018, el comercio entre ambas naciones llegue a los 100,000 millones de dólares. El año pasado, la relación bilateral sumó 87,000 millones de dólares. Putin y Jinping firmaron numerosos acuerdos empresariales de colaboración económica en áreas como finanzas y comercio electrónico.

La maniobra militar rusa que tiene lugar entre el 11 y 17 de septiembre en territorio y mares orientales, incluye unos 300 mil soldados, más de mil aviones y helicópteros de combate, aviones no tripulados, 80 buques, 36 mil tanques y transporte blindado. También participan 3,200 soldados chinos y algunas unidades militares de Mongolia. El ministerio chino aseguró que los ejercicios militares tienen como objetivo “profundizar una cooperación pragmática y amistosa entre los dos países, y fortalecer su capacidad de hacer frente a una gama de amenazas de seguridad, para salvaguardar la paz y la seguridad regionales”. Los expertos consideran la maniobra militar, como un mensaje disuasivo más allá del marco regional en medio de una escalada de tensión entre EU y Rusia.

Estos ejercicios permitirán “incrementar el nivel de destreza de la tropa en tierra, mar y aire, y ensayar las actuaciones de las agrupaciones situadas en el Oriente del país y en los distritos navales importantes desde el punto de vista operativo”, explicó el ministro de Defensa, Serguei Shoigu.

Según Alexander Grabuey, analista del Centro Carnegie en Moscú, al agrupar el pasado año a ambos países en su estrategia nacional de Seguridad Nacional y adoptar al mismo tiempo una vía de enfrentamiento con ambas naciones, EU “está alentando un acercamiento entre los dos. Es simbólico, pero está empezando a moverse más allá del simbolismo”, aseguró el experto.

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