Internacional

Reconciliación

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de septiembre (AFP).- El Papa Francisco llamó este miércoles al conjunto de los católicos chinos a una “reconciliación”, tras el histórico acuerdo con Pekín sobre el nombramiento de obispos.

“Invito en consecuencia a todos los católicos chinos a ser los artífices de la reconciliación”, escribió el Papa en un mensaje enviado a los fieles de aquel país.

Francisco reconoció que algunos de ellos podrían tener “la sensación de haber sido como abandonados por la Santa Sede”, al referirse a la reacción negativa de católicos y obispos ante el acuerdo firmado el sábado, al referirse a las persecuciones de las que fueron víctimas durante décadas por defender al Papa en China.

El Vaticano firmó el sábado un histórico acuerdo con China, sobre el espinoso tema del nombramiento de obispos que abre la vía a la normalización de las relaciones diplomáticas, rotas desde 1951.

Sin embargo el acuerdo, que tiene un carácter “provisional”, sumió en la incertidumbre a los millones de católicos chinos fieles de la llamada “iglesia clandestina o subterránea”, que sólo reconoce la autoridad del Papa, más que a la Iglesia “oficial” sometida al régimen.

Los 12 millones de católicos chinos, en este país de 1.400 millones de personas, están divididos desde hace décadas entre esas dos iglesias.

Los próximos nombramientos que hará el papa constituyen además un paso clave para la unificación de las dos iglesias católicas que conviven en ese país comunista.

China, por su parte, se comprometió a dejar de nombrar obispos sin el mandato papal, como ocurría en el pasado, pero será consultada sobre los candidatos.

La fe de los católicos chinos

El Pontífice argentino aseguró que confía en la “gran fe” de los católicos chinos, al ser interrogado sobre las críticas, inclusive de importantes jerarcas, como el cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, quien acusó al Papa de haber “regalado” la iglesia al régimen comunista.

“Roguemos por los sufrimientos de algunos que no comprenden o que tienen tras ellos tantos años de clandestinidad”, pidió.

Tras la firma del acuerdo, el Papa reconoció a siete obispos chinos que habían sido nombrados sin su aprobación por el régimen durante las últimas décadas.

En su mensaje, divulgado este miércoles en varios idiomas, incluido el mandarín, Francisco invitó a esos siete obispos chinos a “expresar, con gestos concretos y visibles, la unidad restaurada” de la Iglesia, cuyo jefe único es el Papa.

El acuerdo firmado el sábado “resultaría ineficaz y estéril, en el caso de que no vaya acompañado de un compromiso profundo con la renovación de las actitudes personales y el comportamiento eclesial”, advirtió el Papa.