NUEVA YORK, EE.UU., 6 de noviembre (AP).- Un juez federal de Nueva York derogó el miércoles una nueva regla del gobierno del presidente Donald Trump que podría abrir la puerta a que más trabajadores de salud se rehúsen a participar en abortos y otros procedimientos por motivos morales o religiosos.
El juez Paul A. Engelmayer dijo que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus iniciales en inglés) excedió su autoridad y rebasó las leyes existentes al emitir la norma. Señaló también que la medida podría ser costosa, onerosa y perjudicial para la atención de emergencia y que toda la lógica de la regla está basada en una mentira.
El jurista precisó que la afirmación de la agencia de que había un importante incremento de quejas de que se obligaba a los trabajadores a violar su conciencia era “simplemente falsa”. La regla del HHS, declaró, es una clásica “solución en busca de un problema”.
Un total de 19 estados, el Distrito de Columbia, tres gobiernos locales, organizaciones de salud y otros grupos interpusieron una demanda para evitar que la regla entrara en vigor el 22 de noviembre, bajo el argumento de que sería discriminatoria e interferiría el acceso público a la atención médica.
“Hoy, se le prohibió al gobierno de Trump proveer una cobertura legal a la discriminación”, dijo Alexis McGill Johnson, presidente interino de Planned Parenthood. “Como lo dejó en claro la corte federal de distrito, el gobierno actuó por encima de su autoridad y realizó falsas afirmaciones para intentar justificar esta regla”.
Rosie Phillips Davis, presidenta de la Asociación Estadounidense de Psicología, dijo que la norma del HHS “pudo poner en riesgo la salud de algunas de nuestras poblaciones más vulnerables, incluyendo mujeres, miembros de la comunidad LGBT y personas con VIH y sida”.