The Guardian.- Beto O'Rourke, el ex rockero punk de una ciudad fronteriza de Texas, lanzó formalmente su campaña insurgente para la presidencia de Estados Unidos el sábado al denunciar el miedo y la división promovidos por Donald Trump y pedir un resurgimiento de la democracia estadounidense inclusiva.
Hablando con varios miles de simpatizantes en su ciudad natal, El Paso, O'Rourke desató un apasionado ataque contra la represión de la frontera del presidente. A pocas cuadras detrás de su espalda estaba el puente Paso del Norte a través del río Bravo hacia México. Debajo de él, mientras hablaba, las autoridades de inmigración de Estados Unidos seguían encerrando a los migrantes agotados.
Los inmigrantes se encontraban detenidos "a solo tres o cuatro cuadras de aquí debajo del puente internacional, detrás de una cerca de alambre y alambre de púas", trueno O'Rourke, golpeando el aire con el estilo demostrativo que se ha convertido en su marca registrada. "Son nuestros semejantes, y merecen ser tratados como nuestros semejantes".
O’Rourke tuvo un comienzo difícil en su campaña, en la que parece haberse desvanecido parte de la ostentación de la candidatura al Senado en noviembre pasado. Ha sido criticado por mostrar más carisma que experiencia política, por disfrutar del privilegio no ganado de un hombre blanco con buena apariencia de Kennedy, y por carecer de una ventaja progresiva en su política.
También se vio obligado a pedir disculpas por hacer bromas en el camino de la campaña sobre su esposa Amy criando a sus tres hijos, "a veces con mi ayuda".
Si hay algo en lo que se refiere a la crítica de que necesitaba agudizar su actuación para una audiencia nacional, O'Rourke parece haberlo escuchado. El sábado pronunció un llamado a la reforma de la democracia estadounidense.
"Toda la gente, no Pacs, todo el tiempo", proclamó, en referencia a su extraordinaria capacidad para recaudar efectivo para la campaña, $ 6.1 millones solo en el primer día de su carrera presidencial, sin la participación de donantes súper ricos y comités de acción política. Luego se lanzó a una crítica del estado de la nación.
"Debemos preguntarnos cómo este, el país más rico y poderoso de la faz del planeta, se ha encontrado en una posición tan peligrosa", dijo. “Durante demasiado tiempo en este país, los poderosos han mantenido su privilegio a expensas de los impotentes.
"Han usado el miedo y la división de la misma manera que nuestro presidente actual usa el miedo y la división ... para enfadarnos, para hacernos sentir miedo a nosotros mismos y a los demás".
La intervención desenfrenada de grandes sumas de dinero, donde los políticos pueden elegir a sus votantes y la Corte Suprema puede decidir en su fallo de Citizens United que las corporaciones son personas y dinero es una forma de discurso, dijo que había dejado al gobierno de los Estados Unidos "en esclavitud para aquellos que pueden pagar". para el acceso "y el país en riesgo" de ser una democracia sólo de nombre ".
O’Rourke prometió que como presidente firmará una nueva ley de derechos de voto para poner fin al fraude y eliminar grandes cantidades de dinero de las elecciones. La promesa resonó con sus partidarios.
También lo hizo el grito de guerra que puso en uso en noviembre pasado: el deseo de reunir a un país dividido. Los residentes de El Paso en la multitud respondieron positivamente a la llamada.
Lorena García, de 45 años, ama de casa de la ciudad, dijo que durante muchos meses había dejado de escuchar las noticias porque encontraba los ataques de Trump contra los migrantes y otras personas tan molestos.
"Pero cuando empecé a escuchar a Beto, eso me dio esperanza", dijo. "Estaba tan seguro que comencé a pensar que las cosas podían ser diferentes".
Victor Pina, de 49 años, y Jason Phillips, de 44 años, habían volado desde Sacramento en California con las camisetas de "Beto para presidente" que se habían diseñado con los colores del arco iris del movimiento LGBT. Dijeron que veían a O'Rourke como alguien que podía unir a los Estados Unidos divididos.
Phillips señaló el puente justo al final de la carretera donde estaban retenidos los inmigrantes: “Me hace pensar en la Isla Ellis, donde los inmigrantes fueron llevados a una nueva vida bajo la Estatua de la Libertad. ¿Cómo cambió este país de eso a mantener a las personas debajo de ese puente?
El tono más agudo del discurso de lanzamiento de O'Rourke puede ayudarlo a ganar fuerza mientras busca la transición de un político que apela a 29 millones de texanos a uno que debe cortejar a 327 millones de estadounidenses. También está teniendo que hacer frente a un grupo de candidatos demócratas con una gran cantidad de gente, con 14 personas, entre ellas cinco mujeres, dos afroamericanos, un latinoamericano y un candidato que compite por ser el primer presidente abiertamente gay.
Eso es incluso antes de que Joe Biden se acumule, lo que se espera que haga pronto.
Con más de 10 meses para los comités de Iowa, cualquier encuesta debe realizarse con un puñado de sal. Dicho esto, las últimas encuestas pusieron a O’Rourke detrás de Biden y al resurgente socialista democrático Bernie Sanders, pero en el nivel más alto.
Además de su énfasis en la inmigración y la frontera, y su llamado a las reformas democráticas, O'Rourke se refirió a la necesidad de una acción rápida para frenar el cambio climático.
"Este es nuestro momento", dijo, "con poco más de 10 años de sobra para liberar a esta economía de los combustibles fósiles y los gases de efecto invernadero".
En cuanto a la atención médica, las encuestas de temas sugieren que la mayoría de los votantes demócratas se involucran principalmente, señaló una posición de compromiso sin usar su título, Medicare para Estados Unidos. En contraste con el Medicare para todos de Bernie Sanders, el enfoque de O'Rourke permitiría a las familias mantener su seguro de salud existente si así lo desean, al mismo tiempo que expanden Medicare para cubrir a las personas que actualmente no tienen seguro.
A pesar de los ajustes de su oferta presidencial, sigue siendo cierto que O’Rourke es más efectivo cuando es más expansivo. Es en el contraste entre su positivo, optimista llamado a la renovación y las oscuras advertencias que le dan a Trump su atractivo populista que reside su potencial éxito.
"Cada niño, cada hombre, cada mujer debe poder ver un futuro por sí mismos en este país", dijo O'Rourke, antes de repetir la frase en español.
"De lo contrario, este país no tendrá futuro como democracia".