Internacional

Ventisca pasajera

Por Alfredo García

El “Bebé Trump” volverá a elevarse en el cielo londinense, indicando que el presidente Donald Trump no es bienvenido. Tal expectativa fue causada por la simultánea confirmación de Washington y Londres sobre la “visita de Estado” que realizará el mandatario norteamericano al Reino Unido entre el 3 y 5 de junio.

El “Bebé Trump” es un globo con helio de 6 metros de altura, color naranja, que representa a Trump como un bebé con pañal, cara enfurecida y manos pequeñas, elevado en la capital londinense por una multitud en señal de protesta, durante la controversial “visita de trabajo” del presidente en julio del pasado año.

En aquella ocasión, Nona Hurkmans, vocera de los manifestantes, explicó por qué eligieron ese método de protesta: “Sentimos que Donald Trump, se porta como un bebé. Su estilo y tono para dirigir a un país es muy inmaduro, muy infantil. Queremos asegurarnos de que Trump sepa que todo Reino Unido lo desprecia y se ríe de él”, declaró la activista social. El globo gigante, fue financiado a través de una campaña popular a un costo de 40 mil euros.

Los antecedentes de esta visita se remontan al primer encuentro entre la primera ministra británica, Theresa May, y el presidente Trump recién instalado en la Casa Blanca, cuando la reina Isabel II de Inglaterra invitó al flamante presidente a una visita de Estado a su país. Sin embargo, la invitación no había sido confirmada hasta el pasado martes. Anteriormente los entonces presidentes, George W. Bush y Barack Obama, habían llevado a cabo visitas de ese tipo en 2003 y 2011 respectivamente.

En su comunicado la Casa Blanca expresó que la visita servirá para “reafirmar la relación duradera y privilegiada que une a Estados Unidos con Reino Unido”, y aseguró que además de encontrarse con la reina, el presidente sostendrá una reunión bilateral con la primera ministra, Theresa May.

Trump también asistirá a una ceremonia para conmemorar el 75 aniversario del Desembarco de Normandía, histórica acción aliada que marcó el principio del fin de la II Guerra Mundial.

Sobre la anterior visita del presidente Trump al Reino Unido, los británicos conservan una amarga impresión. Antes de llegar, Trump ofreció una entrevista al periódico, The Sun, donde criticó como “suave” el plan para abandonar la Unión Europea (UE), de la primera ministra May, mientras elogiaba a Boris Johnson, exsecretario del Exterior, que renunció por sus discrepancias con May. En esa ocasión, Trump también arremetió contra Sadiq Khan, primer alcalde de origen musulmán en la historia de Londres, y despotricó contra sus aliados europeos y socios de la OTAN, por su baja contribución al gasto del bloque militar.

Estados UnidosU y el Reino Unido son dos naciones unidas por una historia, religión, lenguaje, sistema legal y centenarios lazos familiares. A partir de 1940, la cooperación en todas las esferas del comercio, finanzas, tecnología y ciencia, intercambio de Inteligencia gubernamental y militar, incluyendo injerencistas operaciones de combates conjuntas, convirtió la relación para ambas potencias en la “asociación bilateral más importante”. En la actualidad, Londres confía en el apoyo de Washington para impulsar su economía tras la salida de la UE.

La “visita de Estado” de Trump, ha provocado fuertes divergencias entre la clase política británica y un creciente repudio popular. El Parlamento británico se niega a escucharlo. Stop War, la ONG que rechaza su invitación, anunció otra “protesta masiva”. Sin embargo, Trump pasa como ventisca pasajera, mientras la estrecha relación entre ambas potencias permanece inquebrantable.